Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores – CUT, en el cabildo realizado en la Plaza de Bolívar el 29 de mayo —segunda jornada del paro convocado por la Cumbre Social, Política y Popular— dijo lo siguiente: «Estos días han sido completamente de anormalidad en la vida rutinaria de los bogotanos, derivado de las apreciaciones de diversos compañeros, en las diversas localidades lograron realizar bloqueando el transporte masivo de Transmilenio, que era una de las tantas formas con las cuales veníamos a realizar este paro nacional de 48 horas».
Ante esta declaración, el reaccionario alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán amenazó con denunciar ante la Fiscalía a Fabio Arias porque según él, confesar su respaldo a los bloqueos es grave, pues estos «atentaron contra los derechos de los ciudadanos, debido a las interrupciones en los diferentes portales y estaciones por más de ocho horas».
Desde Revolución Obrera rechazamos esta amenaza, por cuanto es una condena al derecho del pueblo a protestar. Es una nueva intentona de criminalizar la protesta social. Protesta que no puede reducirse a las movilizaciones sino a otras expresiones, que son la única forma en que el pueblo es escuchado. Acaso la tal «democracia representativa» llamada Congreso ¿ha atendido el clamor de los trabajadores para que por lo menos se les devuelvan derechos que ya habían conquistado?
No solo la movilización, el bloqueo y el paro se justifican. La rebelión se justifica y el pueblo tiene derecho a exigir, porque es el único que produce la riqueza.
Y contrario a lo que dice el alcalde Galán, se necesitan nuevas y más contundentes acciones para obligar a los ricos parásitos a concederle al pueblo trabajador sus exigencias. Acciones que demandan mayor preparación y organización para garantizar un paro indefinido de verdad, que afecte la ganancia de los capitalistas holgazanes.
Por eso se necesita impulsar y realizar las Asambleas Populares desde la base en las empresas, barrios, veredas, centros educativos desde donde se programen y preparen las tareas a realizar, donde se prevea y tomen medidas en todos los aspectos, incluido frente a los provocadores enviados por la derecha a sabotear las protestas.
La reacción cree que tiene mucha fuerza y viene haciendo su labor de estigmatizar, amenazar y agredir por todos los medios a los luchadores. Hoy lo hacen con Fabio Arias quien esta vez actuó bien respaldando los bloqueos, mañana serán otros tantos dirigentes de las masas que se han puesto al frente de orientar una verdadera lucha contra el podrido Estado burgués. Es necesario un frente común de todos los revolucionarios y luchadores para oponerse a todas estas acciones retrógradas, independiente de las diferencias que tengamos, mientras estemos en el bando de los que luchan contra los ricos, nos unimos contra ellos.
¡Protestar no es un delito!
¡No a la criminalización de la protesta social!
