La jornada del Primero de Mayo en Colombia estuvo mediada por algunos hechos que hicieron de la conmemoración algo especial y particular. Por una parte, la evidencia para todo el mundo de la crueldad y el encarnizamiento hacia el pueblo palestino por parte del Estado sionista de Israel y los imperialistas. Por otro lado, la utilización de las manifestaciones, por parte del gobierno reformista, para respaldar sus reformas y al propio Petro, como respuesta a la última marcha convocada por la mafia uribista y demás sectores cavernarios el pasado 21 de abril.
Estos hechos, hicieron que este Primero de Mayo tuviera la característica de ser una jornada de apoyo al pueblo palestino. Si bien, había bloques que especialmente destacaron la condena al genocidio, como los bloques Internacionalistas y Revolucionarios, en todas las manifestaciones se vieron banderas de Palestina y arengas de solidaridad con un pueblo que tal vez muchos no conocen, pero sí saben que está siendo cruelmente exterminado. La otra característica fue la de ser masiva, marcharon además del movimiento sindical y los revolucionarios, otros sectores de luchadores que respaldan al gobierno, que odian la mafia uribista, y que quieren pelear. La prensa burguesa se quedó callada ante el gran número de asistentes que evidentemente fueron más que los convocados el 21 de abril.
Esa fue otra de las características del día, un ambiente de combatividad, de odio a las clases dominantes que se han opuesto desde el Congreso a las limitadas reformas del gobierno, que atacan a Gustavo Petro, el cual para muchos es el presidente que representa el cambio, pero también rechazando las políticas antisindicales, antilaborales de los patronos, contra los despidos, contra la violencia… es decir, por las exigencias que desde el levantamiento del 2021 no han sido resueltas.
En cuanto a las fuerzas revolucionarias, fue muy importante la participación de los bloques Internacionalistas y Revolucionarios, en la que hicieron parte organizaciones sindicales que vienen en un proceso de reestructuración, de rompimiento con el sindicalismo burgués y luchando por rescatar las banderas de la independencia de clase; así como organizaciones revolucionarias y comunistas que tienen de común el deslinde con el reformismo y claro está, el internacionalismo como un principio de clase. En estos bloques se distinguieron las consignas revolucionarias contra la explotación mundial imperialista, contra la agresión de los imperialistas a los pueblos del mundo, en especial al pueblo palestino, contra el Estado de los ricos, por la reivindicación de los mártires de Chicago, los maestros del proletariado, la ciencia el marxismo leninismo maoísmo y por la revolución.
En cuanto a la UOC (mlm), llevó a las marchas la propaganda revolucionaria, se distribuyó en las principales ciudades del país el llamado ¡El imperialismo no tiene salvación: los proletarios deben sepultarlo!, el número 510 de Revolución Obrera, el folleto El fuego subterráneo que vuelve a renacer y demás publicaciones que a lo largo de 25 años la organización ha editado, luchando por elevar la consciencia de los trabajadores a la conciencia socialista. Propaganda que fue bien recibida por los manifestantes, como lo fue el llamado a retomar el camino de la lucha y del levantamiento popular del 2021, empezando por retomar las Asambleas Populares.
Este Primero de Mayo damos un parte de victoria por cuanto, la fuerza proletaria se movilizó en su día, luchando espontáneamente en su mayoría, contra los males del sistema, en solidaridad con sus hermanos de clase en el mundo. También un parte de victoria en la unidad de los revolucionarios y su esfuerzo por dar claridad al pueblo sobre el camino correcto para conquistar sus reivindicaciones, y su emancipación definitiva. Claro aún el Movimiento Comunista no está a la vanguardia, pues el Partido Revolucionario no se ha concretado, pero este Primero de Mayo dejó ver que existen sectores de vanguardia entre el proletariado y la intelectualidad, lo cual exige redoblar los esfuerzos de los mlm para convertir esa fuerza en organización para avanzar al Congreso de restauración del Partido Comunista en Colombia.
El fuego subterráneo del que hablaba el obrero August Spies hace 138 años, vuelve a renacer y está vez deberá ser el volcán que barra con su lava ardiente el mundo de la explotación, el mundo del oprobio, el mundo de la ganancia al mando, el mundo burgués.
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