Por fin se quitaron la máscara

Por fin se quitaron la máscara 1

Por estos días ha sido noticia la salida de Jorge Robledo y el MOIR del Polo Democrático Alternativo y la fundación del nuevo partido Dignidad. Una noticia que no sorprende al proletariado revolucionario, pues la historia de los casi 20 años del Polo ha sido esa: salida de los politiqueros que adquieren alguna posición y peso electoral en esa colcha de retazos, y que argumentan luchar por intereses para el pueblo, tales como: Lucho Garzón, Antonio Navarro, Gustavo Petro, Clara López

Lo nuevo realmente es el cambio de nombre; porque el MOIR nunca fue un movimiento obrero, ni independiente de la burguesía y mucho menos revolucionario. Desde el principio mismo fue el “vocero” de una supuesta burguesía nacional inexistente en Colombia y, por consiguiente, defensor impenitente de la asesina burguesía colombiana tras la mampara de la “defensa de la producción nacional”, hecho que alegra a los obreros revolucionarios, porque al fin se quitaron el nombre que mancillaba al proletariado.

Muy bien que hayan cambiado de nombre, porque el MOIR no hizo otra cosa en toda su historia que desprestigiar el marxismo revolucionario, a nombre de un supuesto maoísmo, contrario a la idea central del marxismo leninismo maoísmo: la conquista del poder político para el proletariado y las masas populares por medio de la Guerra Popular, la construcción del Socialismo y la continuación de la revolución bajo la Dictadura del Proletariado mediante la Revolución Cultural Proletaria.

Muy bien que hayan cambiado de nombre, porque cincuenta años de politiquería burguesa a nombre de la revolución es una afrenta para el movimiento obrero. Gracias a este nuevo proceso encabezado por el politiquero Jorge Robledo podemos ver sin mascara que siempre han defendido al Estado burgués y nunca han estado a favor del proletariado: “Dignidad es un proyecto enemigo de la corrupción, el uso de la violencia de cualquier manera, no la toleramos ni aceptamos, el Estado debe tener el monopolio sobre las armas, pero al mismo tiempo somos un proyecto que defiende la producción nacional”.

Gracias MOIR por quitarse la máscara con que han engañado a miles de obreros y campesinos; así están contribuyendo a despejar el camino y a delimitar los campos entre los obreros revolucionarios y los pequeñoburgueses democráticos; entre los comunistas y los adoradores de la democracia burguesa; entre los enemigos de la explotación y los adoradores de la esclavitud asalariada.

Nunca es tarde para rectificar y los compañeros revolucionarios de filas que aún conservan tal dignidad están llamados a abandonar la tolda reformista burguesa de Robledo y compañía, para sumarse al esfuerzo del proletariado revolucionario por construir el Partido Comunista Revolucionario; el instrumento que necesitan los trabajadores para dirigir sus esfuerzos hacia la destrucción violenta del viejo Estado de las clases reaccionarias y levantar sobre sus cenizas el nuevo Estado de Obreros y campesinos sustentado en el pueblo armado, que inicie el camino a la liberación definitiva del pueblo colombiano.

Que gran favor le han hecho Robledo y sus secuaces al movimiento obrero al quitarse la máscara. Adiós MOIR, sin dignidad.

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