“Perlas” de la farsa electoral

“Perlas” de la farsa electoral 1

A continuación presentamos algunas perlas de la farsa electoral de octubre. Todas muestran la podredumbre del Estado burgués, terrateniente y pro imperialista, la formalidad de la democracia de los ricos que en los hechos es dictadura contra los obreros y campesinos.

– Aunque formalmente las normas de la farsa electoral obligan a los candidatos a reportar semanalmente sus gastos y financiadores de las campañas, la realidad es que esto no pasa de ser una patraña con la que pretenden ocultar que la gran mayoría de los candidatos son financiados por mafiosos, capitalistas y terratenientes que invierten en sus candidatos para que después de que sean elegidos –o nombrados–, estos legislen e impulsen leyes y contratos para devolverles el favor. Es así como a la fecha apenas 90 de los más de 117.000 candidatos inscritos –menos del 1%– han cumplido con ese “requisito”, lo que demuestra la hediondez de la democracia de los ricos, que ya no puede ocultar que responde a los intereses de las clases más cavernarias de la sociedad.

– La transhumancia electoral o mejor conocida como “trasteo de votos” es una práctica común siempre que se avecina la farsa electoral. Los politiqueros de turno se aprovechan de la situación de miseria de las masas para ofrecer tamales o tejas a cambio de que las personas inscriban su cédula en un lugar distinto al que residen para obtener ventaja numérica. Ya es común ver el día de las elecciones buses llenos de personas que las “trastean” entre diferentes poblaciones para dar su voto por el candidato que les compró el voto. Para esta farsa que se avecina, ya ha sido anulada la inscripción de casi un millón de cédulas por este motivo. ¡Y aun así posan de muy correctos y de muy buenas costumbres los politiqueros de todos los colores!

– El Personero de Neiva descubrió que el agua moja: gracias a diferentes denuncias anónimas, afirmó que presuntamente hay campañas a la alcaldía y gobernación del Huila financiadas por el narcotráfico. Y de remate, para los que se hacen ilusiones en la transparencia de la farsa, un periodista de la región también denunció que a pesar de que legalmente el tope para la campaña a la gobernación sea de $1774 millones y para la alcaldía de $1477 millones, la cifra real para ser nombrado en la gobernación es de mínimo $9000 millones y para ser alcalde mínimo $5000 millones.

Los casos denunciados son apenas unos cuantos ejemplos del verdadero carácter de la democracia burguesa, con la cual las clases dominantes por medio de las elecciones buscan legitimar su reino capitalista de opresión y explotación en contra de la mayoría de la sociedad.

El desprestigio de las instituciones estatales entre las masas tiene su base material en la corrupción, en el bandidaje, en la inmundicia de la podrida democracia burguesa y la farsa electoral que favorece los intereses de los capitalistas. Por eso el pueblo no vota masivamente: está hastiado de las mentiras de la propaganda burguesa, que disfraza las elecciones de “democracia para el pueblo”, cuando en realidad es la mejor envoltura para legitimar la dictadura de los ricos.

Por eso la actitud correcta frente a la farsa electoral es ¡No Votar! Y organizar la lucha del pueblo contra sus enemigos, contra la burguesía y los terratenientes, clases socias y lacayas de los imperialistas.

La tarea de los revolucionarios es denunciar por medio de la Campaña Política Antielectoral el podrido Estado de los ricos y su dictadura de clase que aplican con saña contra los obreros y campesinos. Es hora de convertir el desprestigio que tiene la farsa electoral entre el pueblo, en unidad, organización y lucha para enfrentar la dictadura de los capitalistas en la perspectiva de destruir el viejo y podrido Estado de los explotadores, y construir sobre sus ruinas el nuevo Estado de Obreros y Campesinos.

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