Desde hace ya meses los trabajadores del sindicato del Metro de Medellín, SINTRAMETRO, vienen denunciando ante la gerencia y la opinión pública, las irregularidades del sistema de seguridad de la empresa, que desde el año 2019 ha costado la vida de varios trabajadores y ahora en el último accidente sucedido, ha afectado gravemente a los usuarios.
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El pasado 26 de junio en las primeras horas de la mañana, después de un mes de haber realizado el mantenimiento al sistema de Metro Cable de la línea K, ocurre el desprendimiento de una cabina al chocar con otra, accidente fatal en el que pierde la vida un usuario, otros aún se encuentran hospitalizados y nueve más resultaron afectados por el impacto.
Es inconcebible que después de lo sucedido el gerente de “tan importante” empresa Tomas Elejalde, argumente no saber que paso con el “incidente” como califica el siniestro, donde una familia perdió un ser querido y diez más han sido afectadas en su cotidianidad; pero que se afecten las familias proletarias y muera un trabajador no tiene importancia en este sistema capitalista en el que solo importa las utilidades económicas.
¿Qué importancia puede tener la vida de los trabajadores y de los usuarios del sistema metro, para este señor gerente? cuando hace caso omiso a las constantes denuncias del sindicato sobre el mal manejo de la seguridad en todo el sistema metro, pero sí PRIORIZA la contratación tercerizada de trabajadores del sistema incluyendo el personal técnico, contratando con empresas externas la ejecución de los programas de mantenimiento por misión. Hechos señalados constantemente por el sindicato. Actitud que deja en evidencia que para la Cultura Metro la prioridad no es la vida, si no la rentabilidad de la empresa, común denominador de todas las empresas del sistema capitalista, en el que es normal que ocurra un accidente y muera un trabajador, sabiendo que se pueden evitar priorizando los programas de seguridad y no simplemente después de lo sucedido, llenarse la boca como lo hace el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez y el mismo gerente de la empresa, diciendo que «se está brindando acompañamiento a las familias afectadas».
Desafortunadamente sucesos como este son aprovechados por personajes sínicos y malévolos como Álvaro Uribe Vélez, quién en una actitud de condolencia, se presenta ante la comunidad afectada lamentando lo sucedido, un asesino que ha originado en toda su carrera política dolor y angustia a miles de familias colombianas.
Sucesos como este nos dejan una valiosa enseñanza y es que no debemos creer en la falacia de los representantes de la burguesía, que solo buscan ocultar sus malas actuaciones en contra de los trabajadores y asegurar el incremento de sus grandes fortunas.
La situación de la clase obrera es cada vez mas precaria e inaguantable; a los problemas de desempleo, acceso a salud de calidad, salarios bajos, etc., se suma el transporte costoso y de mala calidad; la situación del Metro de Medellín entre comillas es muy bueno, pero en las horas pico es el peor, las largas horas de espera, estaciones que ya no cuentan con ventas de recarga de la cívica, además vienen implementando la cívica para los buses normales de los barrios, monopolizando el transporte.
Ahora bien, “SOLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO”, si el pueblo no se organiza y lucha para exigir un adecuado mantenimiento, una rebaja en la tarifa y mejores condiciones para los trabajadores, se seguirán presentándose más accidentes y víctimas.
Corresponsal de Medellín