No pocos obreros, principalmente jóvenes, al leer nuestras publicaciones o las de otros revolucionarios, e incluso al escuchar algunos debates, se habrán preguntado qué significa realmente la palabra revisionismo.
Es natural que este vocablo cause curiosidad, pues aunque es muy comúnmente usado, no siempre se comprende su contenido, de acuerdo con el marxismo.
Entre los mismos comunistas, muchas veces se prefiere usar el colombianismo “mamerto” para identificar a los revisionistas, lo cual no deja de restarle precisión.
Incluso algunos comunistas marxistas leninistas maoístas, abusan y distorsionan completamente el contenido del revisionismo, pues lo han convertido en el calificativo preferido contra quienes ni siquiera se reconocen marxistas, contra quienes rechazan y despotrican abiertamente del marxismo, tal como ocurre con los anarquistas, los socialdemócratas liberales y los llamados socialistas del siglo XXI. En ese contexto, terminan llamando revisionistas a gobernantes como Nicolás Maduro, Evo Morales, Lula Da Silva… Del mismo modo que en Colombia llamanrevisionistas a politiqueros reformistas como Claudia López o Gustavo Petro.
He ahí la importancia, de ir a las fuentes de la sabiduría marxista, para resolver las dudas y precisar el exacto contenido ideológico del revisionismo. Quién mejor que Lenin para instruir. Por ello, hoy se presenta a los lectores y seguidores del portal www.revolucionobrera.com MARXISMO Y REVISIONISMO, un artículo corto pero de profundo contenido, muy apropiado para clarificar las confusiones de los intelectuales.
MARXISMO Y REVISIONISMO está elaborado con lenguaje sencillo, que a pesar de haber sido escrito en 1908, es siempre vigente y entendible para el lector obrero que animado por la agudización actual de la lucha de clases en Colombia y en el mundo, se acerca a las ideas revolucionarias, a las ideas de la conciencia socialista.
V. I. Lenin
MARXISMO Y REVISIONISMO
Es bien conocido el aforismo que dice que si los axiomas geométricos afectasen los intereses de la gente, seguramente habría quien los refutase. Las teorías de las ciencias naturales, que han chocado con los viejos prejuicios de la teología, provocaron y siguen provocando hasta hoy la oposición más enconada. Nada tiene de extraño, pues, que la doctrina de Marx, que sirve en forma directa a la educación y organización de la clase de vanguardia de la sociedad moderna, que señala las tareas de esa clase y demuestra la sustitución inevitable —en virtud del desarrollo económico— del régimen actual por un nuevo orden, haya debido luchar por conquistar cada uno de sus pasos.
Inútil es decirlo, esto aplicado a la ciencia y la filosofía burguesas, oficialmente enseñadas por profesores oficiales para embrutecer a las nuevas generaciones de las clases poseedoras y «adiestrarlas» contra los enemigos exteriores e interiores. Esta ciencia no quiere oír hablar de marxismo y lo proclama refutado y aniquilado; Marx es atacado con igual celo por los jóvenes doctos que hacen carrera refutando el socialismo, como por los decrépitos ancianos que conservan la tradición de toda suerte de anticuados «sistemas». Los avances del marxismo y la difusión y el afianzamiento de las ideas marxistas entre la clase obrera provocan inevitablemente la reiteración y agudización de esos ataques burgueses contra el marxismo, que sale más fuerte, más templado y vitalizado de cada uno de sus «aniquilamientos» por la ciencia oficial.
Puede continuar leyendo aquí