El pueblo debe unirse ¡claro que sí! Pero no con sus enemigos y mucho menos para defender al Estado asesino de dirigentes, luchadores, jóvenes, mujeres y niños.
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¡Dolor de patria! ¡Unidad contra el terrorismo! ¡Defender las instituciones del Estado! Son algunas de las consignas que la burguesía a través de sus medios vocifera luego del atentado en la Escuela de Cadetes General Santander el 17 de enero.
Nada de raro tienen estos llamados, pues el terrorismo de parte de quien sea siempre favorecerá a los poderosos para conseguir el apoyo del pueblo a sus medidas contra los desposeídos; gracias a él agudizan la represión y criminalización a la protesta social; gracias a él desvían de los asuntos de la realidad nacional que desprestigian precisamente las instituciones que llaman a defender; gracias a él atizan la guerra contra el pueblo, mientras lo llaman a cerrar filas en la defensa de su Estado sanguinario que persigue y asesina a los luchadores y al pueblo en general.
Dichos llamados, son parte inherente de la burguesía y su forma hipócrita de actuar, generando en las masas pesar y desconsuelo por las vidas perdidas, pero en realidad mientras no toquen a sus altos mandos, poco o nada les importa la vida de esos jóvenes ¡ni la de ningún joven del pueblo! como lo demostraron en el paro estudiantil y lo han demostrado en su larga historia de masacres. Esos actos de falso dolor por parte de los poderosos son hipócritas para que el pueblo los rodee y se quede callado ante sus políticas de Estado. Pero lo más indignante, es que quienes dicen representar al pueblo, a la oposición y a la “izquierda” se unan también a estos llamados de “unidad por la patria y en defensa de las instituciones” burguesas, lo que demuestra claramente que no están del lado del pueblo, sino del lado de los explotadores, de su sistema económico y su poder político.
El pueblo debe unirse ¡claro que sí! Pero no con sus enemigos y mucho menos para defender al Estado asesino de dirigentes, luchadores, jóvenes, mujeres y niños. Debe unirse para luchar por sus derechos, contra el terrorismo de Estado, contra todas las medidas que quiere imponer el gobierno Duque. No es hora de creer en el supuesto dolor de los capitalistas ante el atentado de Escuela de Cadetes, es hora de arremeter con la lucha directa y organizada de las masas contra el capitalismo, su poder político y toda la inmundicia que lo rodea.