El Papel de la juventud en el Estallido Social del 28A

El Papel de la juventud en el Estallido Social del 28A 1

El mundo capitalista pasa por su segunda y última fase, la imperialista, en medio de su máxima crisis económica y social. Para mantenerse con vida acentúa la opresión y la explotación de los obreros, amenazando la existencia del planeta y de la misma clase obrera, situación que ha madurado al mundo para la revolución socialista, haciendo realidad, y con más relevancia para los jóvenes, la consigna de que los obreros: ¡ya no tienen nada que perder más que sus cadenas, en cambio tiene todo un mundo que ganar!

Y en Colombia la voracidad del capitalismo no tiene límites, llevando a que el gobierno de Duque en el 2021 pretendiera imponer la Reforma Tributaria, engañando con que esta beneficiaría a los pobres, cuando el 50 % de la población ya estaba en la miseria, sobreviviendo con menos de $900.000 al mes para comer, transportarse, habitar, vestirse, pagar servicios. La situación es tan desigual entre las clases parásitas y la clase obrera, que ha llevado a que Colombia sea uno de los países más inequitativo del mundo y el segundo después de Haití, en América Latina

Lo decía “La Mona”, compañera dirigente de la Primera Línea durante el Estallido Social del 28A. en Puerto Resistencia Cali: se metieron con la generación que no tiene nada que perder, aquí nadie tiene casa, trabajo, solo tenemos Puerto Resistencia.

Ello indica que la crisis económica golpea muy fuerte a los jóvenes, que ya no tienen ni las migajas de los derechos conquistados desde décadas anteriores por las anteriores generaciones de obreros desde que nació el mismo capitalismo. Dicha situación convirtió a los jóvenes de forma espontánea en la vanguardia de los luchadores en diferentes países desde 2019 donde se destacan las luchas en Hong Kong, Pakistán, Iraq, Líbano, Irán, Francia, Reino Unido, Cataluña, Chile, Perú y Colombia, entre otros.

El papel de los jóvenes en el estallido social

El 28 de abril del 2021 la fuerza principal fue la clase obrera de los barrios populares, una participación de las comunidades barriales, campesinas e indígenas y no solamente de los jóvenes. Fue la juventud, los pobres, desempleados, estudiantes y hasta el lumpen proletariado, el que puso la mayor cantidad de fuerza en las calles; que sobre todo destacó su papel dirigente gracias a la trayectoria acumulada en las experiencias de 2019 y 2020, también contó con el apoyo de algunas organizaciones sindicales y el movimiento indígena.

Si bien el Estallido Social tuvo un desarrollo organizativo desigual en las principales ciudades del país y en varios municipios, es importante recalcar el papel de los jóvenes en la conformación de las Primeras Líneas, los comités barriales, las asambleas y los coordinadores regionales, como una incipiente estructura a través de la cual las masas tendían a aplicar el poder popular. Eso fue lo que se intentó en Cali con la Unión de Resistencia Cali (URC), para dirigir y coordinar la lucha de los 27 Puntos de Resistencia. Lamentablemente, la politiquería que dirige al Cric, a la minga indígena y a las diferentes partidos pequeño burgueses, lograron permear el sistema de organización que nacía de los luchadores en la barriada en Cali, desviando su lucha por el camino institucional.

Las primeras líneas, que surgieron como una forma organizativa de defensa en Hong Kong, fueron replicadas en Chile y Colombia en donde tuvieron un mayor desarrollo. Se trató de una respuesta al terrorismo de Estado violento y asesino que pretendía silenciar y aplastar a los que cuestionaran la dictadura mafiosa del régimen de Uribe.

La bomba social que explotó el 28 de abril ya venía precedida por el reconocimiento de al menos 6402 falsos positivos, la masacre de 13 jóvenes el 9 y 10 de septiembre del 2020 en Bogotá y una larga historia de violencia policial que ha afectado principalmente a los jóvenes y que se agudizó durante y después del paro nacional. Frente a dicha situación los jóvenes aprendieron y asumieron el papel de ser los protectores de los manifestantes y del pueblo que se levantó.

Dicho grado de valentía y sacrificio lo resume muy bien el informe de la ONG Temblores que señala que:durante el 2021 se registraron 5808 casos de violencia policial, que incluyeron 80 manifestantes asesinados, 47 casos de violencia sexual, 105 agresiones oculares, 2053 detenciones arbitrarias en contra de los manifestantes, 66 montajes judiciales relacionados con la protesta social, 16 casos de hostigamiento a actividades comunitarias como ollas o muestras culturales y artísticas, y 1991 casos de violencia física. El 61.25% del total de los asesinados por el terrorismo de estado y paramilitar fueron a jóvenes entre 18 y 33 años. Ese fue el alto nivel de sacrificio, sin el cual el Estallido Social no hubiese sido posible y especialmente en Cali donde se caracterizó por la parálisis total de la ciudad durante casi 2 meses.

Pero lo más importante sumado a su sacrificio, fue aprender a hacer el ejercicio de construir el poder político, en el sentido de organizarse y tomar decisiones mediante la coordinación con los comités territoriales de barriada o regional y asumiendo las Asambleas como la máxima autoridad que elegía a sus representantes, planificaba y organizaba las actividades para hacer las ollas comunitarias, definir las diferentes funciones que se debían cumplir por los luchadores dentro lo que denominaron de la 1 a la 5 línea (eran actividades especializadas en las que participaban las masas), se organizaba la agenda cultural con presentaciones artísticas, cine foros, juegos para niños, campeonatos deportivos, entre otras actividades, brigada para atender a los luchadores y misiones médicas para atender a pacientes de la zona en diagnósticos básicos.

La juventud y su conocimiento de las redes sociales permitió ampliar la comunicación difundiendo todo lo que pasaba en los diferentes puntos; transmitiendo los enfrentamientos, los asesinatos y atentados a los jóvenes, toda esta información contribuyó a fortalecer la moral de los luchadores y aumentar el respaldo del pueblo dentro y fuera del país. Así mismo, los Comandos de Atención Inmediata (CAI) de la Policía, tomados por los luchadores, se convirtieron en símbolo del germen de lo nuevo, con un gran despliegue de creatividad de los muralistas populares, convirtiéndolos en bibliotecas; que a la vez mostró como se desterró la fuerza terrorista del Estado en los barrios.

Situación actual

Al no existir el Partido de la clase obrera en Colombia la fuerza del estallido social fue canalizada hacia las elecciones que llevaron al gobierno de Petro al poder del Estado burgués. Gobierno con el que no se han presentado grandes cambios ya que la esencia de la dictadura burguesa quedó intacta.

Sigue campante el terrorismo de Estado contra el pueblo a pesar de algunos cambios en la cúpula de la policía y del ejército, sigue los incumplimientos de campaña del gobierno de Petro, como fue no acabar con el Esmad, apenas le cambio de nombre y mucho menos la liberación de los presos por luchar. Este gobierno no tiene el poder real, aquí siguen mandando la burguesía, los terratenientes y el mismísimo imperialismo norteamericano el cual ha aprobado (léase ordenado) en general las reformas y el programa político de Petro. El Estado está en manos de las clases dominantes, así el gobierno sea progresista, y estas no permitirán los más mínimos cambios en favor del pueblo, por lo que se necesita retomar nuevamente el camino del Estallido Social, para conquistar mucho más de lo planteado en las reformas del gobierno de Petro.

La crisis continúa y los jóvenes tendrán que volver a salir a luchar como parte del pueblo explotado y oprimido

El pueblo luchador debe ser consciente que necesita ir más allá de unas reformas y que para superar sus males de raíz se requiere romper con el Estado de los capitalistas, culpable de todas sus tragedias y para ello empezar por conquistar el programa inmediato que han propuesto los comunistas:

Luchar por hacer realidad el programa inmediato 1 :

  1. ¡Por la vida y la libertad!: Poner fin al terrorismo estatal, la militarización de la sociedad y las hordas asesinas paramilitares. ¡Libertad para los presos políticos y los detenidos en las protestas sociales! Entrega vivos de los desaparecidos.
  2. Disolución del Esmad y destacamentos de las fuerzas militares comprometidos en masacres, violaciones y asesinato de dirigentes populares. Castigo a los instigadores y perpetradores. No más fuero militar para los asesinos del pueblo.
  3. Educación pública universal y gratuita
  4. Contra el hambre: Alza general de salarios, subsidio a los desempleados y subempleados.
  5. Acabar con la privatización de la salud, no más EPS.
  6. Congelar el precio de los servicios públicos. Rebajar y congelar el precio de la gasolina y acabar con la privatización de las vías y sus cobros de peajes

Para alcanzar estas conquistas y lograr un verdadero cambio se requiere con urgencia construir el partido de la clase obrera que impulse y concrete la alianza de los obreros y campesinos, partidarias de cambiar el capitalismo por la sociedad socialista que es lo que exige la historia en Colombia y en el mundo.

Para lograr tan grandiosa tarea histórica, se necesita generalizar y consolidar las formas asamblearias de organización de las masas, surgidas desde la base al fragor de los paros y huelgas políticas, porque tienden a ser la forma embrionaria de un nuevo poder. Las Asambleas y Comités Populares independientes del Estado, del gobierno, de los patronos, de los partidos politiqueros; esa es la forma principal de organización para construir desde ahora el gobierno de un nuevo Estado, donde los obreros y campesinos sean los dueños del nuevo poder construido de abajo hacia arriba; legislativo y ejecutivo al mismo tiempo, elector de sus representantes por democracia directa de los trabajadores.

Por este camino se puede transformar un nuevo Estallido Social, en una revolución de los explotados y oprimidos; donde el pueblo, y especialmente la poderosa fuerza de la juventud, esté dispuesta y preparada para tomarse el poder. Ya no se trata de hacer todos los sacrificios para darle el poder en bandeja de plata al reformismo, cuyo propósito sigue siendo defender los intereses económicos de los ricos a cambio de unas migajas; se trata ahora de destruir el mundo capitalista por la nueva sociedad socialista.

Nota: 1 https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2022/06/PGINFINAL.html

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