Los trabajadores de la empresa Empaques del Cauca S.A. están en huelga debido al abuso laboral y antisindical, el no pago de salarios, el desconocimiento de derechos adquiridos; solicitan la solidaridad del movimiento sindical y de toda la clase obrera, y destacan la importancia de apoyar a los indígenas y los campesinos que son los productores directos de fique en el Cauca.
Indignados contra el abuso laboral y los atropellos del señor Julio Otaya, gerente de Empaques del Cauca S.A., y sus socios accionistas, los trabajadores de esta compañía decidieron declarar la huelga desde el pasado mes de junio porque la patronal se niega a pagar los salarios causados hasta el día de hoy. Los trabajadores denuncian que son doce las quincenas que la empresa ha cesado de pagar, más el pago de la prima de junio.
Desde su llegada el gerente Julián Otaya la emprendió en contra de más de 230 trabajadores, redujo su número a 105 operarios y 25 administrativos. No es una práctica nueva, denuncian los trabajadores: En 2016 la patronal, valiéndose de una interpretación del Código Sustantivo del Trabajo, intentó hacer un cierre de 120 días, debido a esto se organizó el sindicato y se logró parar un poco la arremetida; mediante la intervención del Ministerio del Trabajo y un fallo de la Corte Suprema de Justicia, se logró una convención mínima de 17 puntos en la que se mantiene el incremento salarial anual.
Resulta bastante dudosa la actuación de la empresa Empaques del Cauca S.A. y, más aún, el silencio guardado por la junta directiva la cual se encuentra conformada por la gobernación del Cauca, Cedelca, Industria Licorera del Cauca y la Federación Nacional de Cafeteros (su mayor accionista), una junta que acolita toda clase de abuso laboral, persecución sindical y los malos manejos administrativos del gerente. Una junta directiva empeñada en desconocer el esfuerzo y la dedicación de estos compañeros, que todos los días han llegado a esta fábrica para entregar su fuerza y su vida a la empresa. No sobra mencionar que por esta empresa ha pasado un contingente destacado de trabajadores desde 1967, cuando empezó la producción de los primeros empaques con la maquinaria proveniente de Irlanda.
Desde el año 2021 los trabajadores enfrentan esta dura crisis, ahora el señor Otaya pretende resolver el conflicto a su amaño, desconociendo las justas reclamaciones de los trabajadores y sus familias diciendo con quién se sentará a negociar, y no con la directiva sindical.
Los manifestantes exigen que la negociación se lleve a cabo con la junta directiva de la empresa, pero en pleno porque no son solamente con los trabajadores de la empresa, sino que también se debe tener en cuenta a los campesinos, pues desde el mes de abril a ellos tampoco se les ha pagado la materia prima. Esta es una situación indignante toda vez que los campesinos no pueden regresar a las veredas sin el sustento para sus hogares, por ello desde el lugar del conflicto, desde la carpa, y con la solidaridad del sector popular payanés los huelguistas, en la medida de las posibilidades, han compartido las remesas con los hermanos campesinos.
Los trabajadores no deben esperanzarse en encontrar nada nuevo y distinto en las personalidades de la junta directiva de Empaques del Cauca S.A., dedicados a apalancar a parásitos chupasangre como el señor Julio Otoya. Por el contrario, los trabajadores pueden y deben confiar en sus propia experiencia, su propia fuerza y sus capacidades; fortalecer los lazos de lucha, solidaridad y unidad en una alianza sólida y estrecha con los campesinos e indígenas, quienes en últimas son el productor primario del fique en Cauca y están entre quienes todo lo producen. Juntos, obreros y campesinos, si pueden tomar la fábrica si se lo proponen y ponerla a producir, innovando sus productos y fortaleciendo la producción para bien de la sociedad. Es uno de los primeros pasos posibles para empezar la construcción de una nueva sociedad.
