Hoy 9 de mayo, el proletariado mundial conmemora el triunfo de las tropas del Ejército Rojo de la URSS sobre el fascismo nazi en 1945. Aunque la rendición alemana fue el 8 de mayo a las 22:34 en el horario de Europa Central, en Rusia ya eran las 00:43 del 9 de mayo. Año tras año, la Plaza Roja de Moscú es el epicentro de un gran desfile militar, junto a todo tipo de vehículos militares, misiles y despliegue de aviones y helicópteros. Este año, el Día de la Victoria del pueblo soviético sobre el fascismo, llega en medio de la guerra de agresión contra el pueblo ucraniano: de un lado, por parte del imperialismo ruso; y del otro, del imperialismo estadounidense que encabeza la OTAN y que secundan las principales potencias europeas.
El bloque encabezado por Estados Unidos, ha difundido sobre supuestos, que hoy Putin, presidente de Rusia, podría anunciar un nuevo “día de victoria” de la agresión que inició el pasado 24 de febrero, y a su vez, Sergei Lavrov, Ministro de exteriores ruso, ha negado tal afirmación. Lo que sí es cierto, es que hoy, la burguesía rusa, como parte de la contradicción interimperialista, le va a mostrar nuevamente los colmillos a sus enemigos del otro bloque imperialista mostrando su poderío militar por las calles de Moscú, y posiblemente, desde las zonas que ya controla en Ucrania.
Los comunistas afirmamos categóricamente que el 9 de mayo es el Día de la Victoria del proletariado sobre el fascismo, y por ello, la burguesía que usurpó el poder y acabó con la URSS no tiene ninguna autoridad de abrogarse esa victoria como propia, y mucho menos de usar el sentimiento de honor y gloria que sigue produciendo en las masas de los antiguos pueblos, países y naciones soviéticos la victoria del Ejército Rojo dirigido correctamente por José Stalin, para justificar la guerra de agresión iniciada por la burguesía rusa contra el pueblo ucraniano.
Ni Rusia hoy es la URSS, ni el régimen fascista de Kiev en cabeza de Zelenski es el régimen nazi que existía en el 45. Es decir, los obreros y campesinos no deben justificar una guerra de agresión que revela los conflictos interimperialistas poniendo al pueblo como víctima de la misma. Los intereses de la burguesía rusa hoy o de los nuevos zares, no son los de liberar al planeta de las cadenas del fascismo, sino, al igual que los imperialistas estadounidenses y europeos, instigar una nueva guerra mundial interimperialista para tratar de sobreaguar los efectos de la crisis mundial capitalista.
Los comunistas revolucionarios del mundo debemos levantar las banderas del internacionalismo proletario y de la Revolución Proletaria Mundial, para oponer a las guerras de agresión de los imperialistas la rebelión armada de los pueblos del mundo contra el capital, por el Socialismo y el Comunismo.
Solo así el proletariado podrá evitar la destrucción del Planeta Tierra a manos de los imperialistas como producto de una nueva confrontación bélica nuclear, y honrar a los más de 25 millones de héroes de la URSS que ofrendaron su vida para derrotar al fascismo, así mismo exige luchar por construir una Nueva Internacional Comunista basada en el mlm, el marxismo de la actualidad, que dirija las luchas de los pueblos del mundo hacia la destrucción violenta del poder del capital, así como contra nuevos tipos de fascismos que levantan la cabeza en diferentes partes del mundo y por la construcción de una nueva sociedad libre de las cadenas de la opresión y superexplotación capitalistas.