Así se “respetan los Derechos Humanos” en Colombia

Así se “respetan los Derechos Humanos” en Colombia 1

Desde cuando la mafia uribista colocó en la presidencia de su régimen de terror al títere Iván Duque, éste ha repetido hasta la saciedad en discursos y entrevistas, que el Estado en Colombia es “respetuoso de los derechos humanos”, que en esta nación “se defienden los derechos humanos”, que existe “cero tolerancia frente a las violaciones de los derechos humanos” por parte de las fuerzas militares…

Por eso, solo durante el primer trimestre del 2022, con la venia del régimen mafioso y paramilitar han sido asesinados 51 dirigentes populares y 14 desmovilizados, se han perpetrado 27 masacres con 94 víctimas y miles de nuevos desplazados.

Como muestra de la “celosa defensa de los derechos humanos” en Colombia, las fuerzas represivas oficiales del gobierno, de brazo con los paramilitares, respondieron a las reclamaciones del Paro Nacional iniciado el 28 de abril de 2021, con garrote, bala y cárcel, dejando 43 compañeros asesinados, 215 heridos con arma de fuego, 103 con lesiones oculares, 28 víctimas de agresión sexual, 129 activistas desaparecidos, otros más incinerados y descuartizados, miles detenidos y centenares encarcelados.

Como prueba del “inalienable respeto de los derechos humanos” por el Estado, se reconocen oficialmente 6.402 ejecuciones extrajudiciales de civiles o “falsos positivos” por parte su “glorioso” ejército nacional entre 2002 y 2009.

El retrato vivo de la “defensa de los derechos humanos” por el Estado colombiano, es la presencia en el centro de Bogotá de 1500 indígenas en su mayoría de la comunidad Embera, desplazados por la guerra, a quienes además del pisoteo de su derecho a vivir y trabajar en sus territorios, cuando exigen solución a su problema se les reprime violentamente, como ocurrió el 6 de abril, cuando un ataque del escuadrón asesino Esmad dejó 24 indígenas heridos, incluidos niños y mujeres embarazadas.

Y la demostración de la “cero tolerancia a la violación de los derechos humanos por las fuerzas militares”, acaba de presentarse en Puerto Leguízamo (Putumayo), donde el 28 de marzo el ejército asesinó a 11 campesinos que pacíficamente departían en una reunión de vereda, masacre luego justificada descaradamente por el Presidente, el Ministro de Defensa y el Jefe de las FFMM, como una acción lícita contra guerrilleros disidentes.

Cuando la burguesía dice defender la “libertad en general”, significa en los hechos, la defensa de la libertad de explotar y oprimir al pueblo. Cuando dice defender la “democracia en general”, equivale en los hechos a ejercer su dictadura de clase sobre el pueblo. Igualmente cuando parlotea de la “defensa y respeto de los derechos humanos”, en la realidad solo preserva los derechos y privilegios de los capitalistas.

Y si en una sociedad como la colombiana, no existen derechos para el 90% de los ciudadanos trabajadores, quiere decir que la bandera burguesa de los “derechos humanos” es una gran mentira, confeccionada para blanquear la desigualdad social de su sistema y el oprobio de su gobierno dictatorial.

Para los trabajadores no existen “derechos humanos en general” sino derechos de clase, que no se suplican al Estado que los desconoce y violenta, derechos del pueblo que no se imploran a las instituciones imperialistas —como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o la Corte Penal Internacional de La Haya— sino se conquistan y defienden por medio de la lucha de clases, con la unidad y organización independiente de los ofendidos, con la violencia de los desprotegidos. ¡Los derechos se conquistan ejerciéndolos de hecho!

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