El pasado 7 de noviembre nuestra militancia, junto con los distribuidores del periódico Revolución Obrera en Bucaramanga, llevaron a cabo una jornada de cartelismo en la ciudad. Esta actividad se realizó con el fin de rechazar la reunión que sostuvo el alcalde electo de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, con Gali Dagan, embajador de Israel en Colombia. En esta reunión, el «Bukele santandereano» (como se le conoce a Beltrán porque busca implementar el represivo modelo de seguridad salvadoreño en la ciudad) busca fortalecer las relaciones entre Israel y Bucaramanga, además de tocar el tema de la seguridad porque, como él mismo lo manifestó, desea implementar la tecnología de seguridad israelí en la ciudad.
Esa reunión se lleva a cabo en un contexto en que el Estado terrorista de Israel viene cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino, cuando los sectores más reaccionarios de la sociedad se ponen de lado de los genocidas sionistas, justificando sus crímenes, y cuando en varios países la clase obrera y los pueblos se manifiestan en las calles rechazando esta barbarie.
La actividad de cartelismo mencionada fue realizada en este último sentido; como se dice en uno de los carteles: «¡Los trabajadores rechazamos cualquier relación con el genocida Estado de Israel!», por eso en Santander, concretamente en Bucaramanga, rechazamos la reunión realizada entre el alcalde Beltrán y el embajador del Estado sionista de Israel, rechazamos cualquier relación entre la ciudad y ese país. Ni Bucaramanga, ni Santander, ni Colombia pueden seguir teniendo relaciones con un país que viene cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino.
Sin embargo, el alcalde Beltrán, no contento con manifestar su apoyo a Israel, salió a acusar a quienes realizaron la actividad; en su cuenta en la red social X, absurdamente afirmó que esa acción fue una muestra de «violencia» que puso «en peligro su vida y la de su esposa» y en un vídeo terminó llamando a la fuerza pública para «que tomen medidas», lo cual sí es una amenaza directa contra quienes pegaron los afiches. En los carteles en ningún momento se amenaza al alcalde electo y tampoco se pone en peligro su vida ni la de su esposa, solamente se rechaza su apoyo directo a los sionistas.
Lo manifestado por Beltrán en los medios de comunicación representa un ataque contra los derechos políticos de la protesta social y la libertad de expresión que tanto dicen defender los representantes del Estado burgués. Una actividad de protesta como una pega de carteles con una denuncia política no es sinónimo de violencia, ni mucho menos de un crimen como da a entender Beltrán al solicitarle a las instituciones represivas del Estado para que «tome medidas». Con esta respuesta de Beltrán estamos viendo el trato que le va a dar el nuevo alcalde de la capital santandereana a la protesta social y a la libertad de expresión.
Rechazamos las declaraciones de Beltrán, quien con su estigmatización y abiertas amenazas pretende desviar lo verdaderamente importante y es su deplorable apoyo al Estado asesino de Israel, convocamos a toda la clase obrera y al pueblo, a las fuerzas políticas revolucionarias y progresistas de Bucaramanga y del país, a sumarse a este rechazo a las declaraciones de Jaime Andrés Beltrán. Lo hacemos responsable de cualquier acto represivo contra nuestra militancia, así como contra los distribuidores de nuestro periódico.
Declaramos que no dejaremos nuestra actividad internacionalista y solidaria con el pueblo palestino, no porque estemos ligados a un partido opositor al del alcalde electo, sino porque uno de nuestros principios políticos es el internacionalismo proletario que hoy se concreta en denunciar el sionismo del Estado de Israel y en apoyar la justa causa palestina.
¡Palestina Libre desde el río hasta el mar!
UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM)