Trabajadores de las bibliotecas públicas a la calle

«Vladimir Ilich también estudiaba a Londres. No exploraba, sin embargo, los museos londinenses, excepto el Museo Británico, donde pasaba la mitad del tiempo. Pero se sentía atraído no por el museo sino por la biblioteca más rica del mundo y las comodidades que brindaba para el estudio de la ciencia». Nadiezhda Krupskaya, Lenin: su vida, su doctrina

Por estos días en las redes sociales nos hemos topado con los hashtags #SOSBP #BPCALI#60RAZONES para que las Bibliotecas en Cali sigan floreciendo #BibliotecasALaCalle, y es que desde la página de Facebook «Bibliotecas a la calle» se denuncia que «Las bibliotecas públicas de Cali agonizan», pues sus espacios llevan 8 meses (desde octubre del 2022) sin servicio de internet y sus trabajadores, 3 meses sin recibir sus salarios.

En el «Comunicado de prensa No. 01 de 2023», del 30 de junio del 2023, el Colectivo Bibliotecas a la Calle informa que «En la administración municipal de Cali 2020-2023, a cargo del alcalde Jorge Iván Ospina, la Red de Bibliotecas Públicas ha pasado de ser una de las más prósperas del país a estar hoy agonizando. El Plan de Desarrollo “Cali unida por la vida” se planteaba el programa “Construyendo un Distrito Lector”, sin embargo, sus resultados no han tenido el impacto deseado»; además, denuncian que las bibliotecas públicas de Cali tienen profundas fallas estructurales y físicas.

Lo que no señala el comunicado, pero que quienes nos movemos en el sector cultural de Cali conocemos, es que las condiciones laborales del personal que trabaja para las bibliotecas públicas tiene indignos contratos de prestación de servicios que normalmente deben ser renovados cada dos o tres meses, lo que les significa una permanente inestabilidad en el pago de los salarios e inestabilidad laboral; hay bibliotecarios o gestores culturales a los cuales la Secretaría de Cultura de Cali ha explotado por diez o más años, sin que tengan contratos a término fijo.

Esta situación de los contratos de prestación de servicios renovados cada dos o tres meses es caldo de cultivo para la corrupción y la politiquería, pues cada tanto entran a ocupar ciertos cargos las llamadas “cuotas políticas”, personal cuyo mérito es representar votos, de esos trabajadores y de sus familias, con lo que el Estado burgués se sirve de ese tipo de contratación para favorecer su electorerismo.

Esta politiquería y corrupción en la contratación genera sobrecarga laboral y super explotación de los compañeros que, por su mérito como gestores culturales, promotores y animadores de lectura, han llegado a ocupar el cargo que ocupa, pues muchas veces las “cuotas políticas” no son personal formado, capacitado e idóneo para la labor.

Por otro lado, el clientelismo que campea en el sector cultural presta otro favor al Estado burgués, ya que dificulta que ese gremio de trabajadores tome la valentía de organizarse o sindicalizarse para acabar con una forma de contratación que es dañina para su salud física y mental y para la correcta prestación de servicios bibliotecarios. Dada la importancia de este sector de trabajadores para el desarrollo cultural del pueblo son necesarias este tipo de denuncias para que el movimiento sindical asuma la lucha directa contra la tercerización laboral y los contratos basura.

Esta lucha nos obliga a unirnos como pueblo para pelear porque el personal profesional, especializado, administrativo y de servicios de nuestras bibliotecas públicas sea nombrado mediante concurso de méritos y entren a formar parte de las nóminas de las alcaldías y las gobernaciones, logrando también la ampliación de la nómina del personal que es necesario para que las bibliotecas públicas presten sus servicios de manera idónea.

Como revolucionarios, nos sumamos a la lucha de las Bibliotecas Públicas de Cali, pues como marxistas sabemos que las bibliotecas públicas son germen de socialismo, ya que proporcionan acceso gratuito a una amplia variedad de materiales y recursos (libros, revistas, periódicos, publicaciones académicas y recursos en línea), con lo que democratizan el conocimiento y de alguna forma rompen con las barreras económicas que en esta sociedad capitalista muchas veces impiden que el pueblo trabajador pueda acceder a la educación y a la información.

En esta pútrida sociedad capitalista la desigualdad es pan de cada día, y la desigualdad en el acceso al conocimiento es una manifestación más de la opresión que limita el acceso de las masas a la educación, al desarrollo intelectual y emocional, pues no podemos pasar por alto que la educación literaria nos permite sumergirnos en diferentes mundos y perspectivas, explorar y procesar nuestras propias emociones a través de las experiencias de los personajes y tratar de comprender las complejidades de la vida humana. De la misma forma, las bibliotecas son germen de socialismo puesto que a través de ellas se fomenta el interés por la ciencia, la promoción de la alfabetización científica y la difusión del conocimiento científico.

El Comunicado de prensa del Colectivo Bibliotecas a la Calle cierra con estas palabras «Creemos en las bibliotecas como un bien común, del que todos y todas disfrutamos, que garantiza derechos humanos y culturales y que debe ser cuidado y defendido. Por lo cual les reiteramos la invitación a defender lo obvio, las Bibliotecas Públicas de Cali», nosotros agregamos:

Defendamos las bibliotecas públicas como germen de socialismo, porque son de un alto interés para las masas obreras que luchan por cambiar esta sociedad, al punto que durante el estallido social del 2021 las masas optaron por destruir los CAI de la policía y convertirlos en Bibliotecas populares, desde donde el arte, la cultura y el conocimiento sirvieron para fortalecer los ánimos y continuar la lucha; algunas de estas bibliotecas incluso se convirtieron en los puntos de encuentro de las Asambleas Populares que tendremos que reactivar como parte de la lucha directa y en las calles para conquistar un Programa Inmediato para resolver desde abajo las reivindicaciones más sentidas e inmediatas, como preámbulo de la lucha revolucionaria por una nueva sociedad.

Retomemos el camino del Estallido Social pues en materia de lucha contra el hambre estamos obligados a pelear por conquistar el empleo formal, la estabilidad laboral y acabar la tercerización e intermediación laboral.

¡Viva la justa lucha por la de los trabajadores de las bibliotecas públicas!

¡Contra la tercerización laboral y los contratos basura, reactivar las asambleas populares!

Sda