A continuación, reproducimos un artículo muy completo sobre la historia y el carácter de esta importante conmemoración del movimiento de masas en Colombia. Unas fechas luctuosas, pero sobre todo de lucha de un sector muy combativo del pueblo: los estudiantes comprometidos con la vinculación efectiva a los obreros y campesinos para contribuir con su unidad, organización y lucha independiente contra el poder del capital. Los días 8 y 9 de junio están directamente ligados con la lucha obrera colombiana, pues basta recordar que los estudiantes que protestaron en 1929 lo hicieron, además de estar en contra del gobierno corrupto y pro-imperialista del conservador y clerical presidente Miguel Abadía Méndez, en solidaridad con los obreros agrícolas masacrados hacía 6 meses aproximadamente, en las plantaciones de banano de Ciénaga, Magdalena, en lo que se conoció como La Masacre de las Bananeras o el Bautizo de Sangre de la Clase Obrera Colombiana.
Al igual que la juventud en general, ser estudiante es una etapa de la vida, específicamente de un sector de la sociedad que puede asistir a un colegio, a una universidad, a un centro de formación, cualquiera que este sea; por ello, tanto en la burguesía como en el proletariado, podemos encontrar tanto jóvenes, como estudiantes. Sin embargo, como todo en la sociedad tiene sello de clase, los jóvenes de la burguesía son enviados a las mejores universidades para ser formados como los burgueses del mañana, como los capataces y jefes que mañana van a manejar los negocios de sus familias para continuar acumulando capital generación tras generación ocupando su puesto de explotadores. Del otro lado, muchas familias proletarias logran enviar a sus hijos a estudiar con miles de sacrificios, ahorrando por años y endeudándose para cualificar la mano de obra de esos jóvenes que aspiran a obtener mejores condiciones laborales y salariales en un futuro. Unos y otros, al pertenecer a clases sociales antagónicas, defenderán sus intereses por vías y métodos antagónicos, es decir, unos por medio de la violencia ejercida por el Estado de los ricos, y los jóvenes del pueblo por la violencia revolucionaria.
Es así, como destacamos el valeroso papel que cumplieron los estudiantes del pueblo en las pasadas luchas que convulsionaron la sociedad colombiana en los años 2019, 2020 y 2021, muchos de ellos, proletarios que cumplen el doble papel de ser obreros de día para poder sobrevivir y estudiantes de noche. Estudiantes, por ejemplo, de comunicación social que transmitieron en vivo y en directo la represión estatal del régimen mafioso y la lucha directa en las calles. O de Atención Pre-Hospitalaria que brindaron apoyo a los compañeros de las Primeras Líneas heridos en los combates contra las fuerzas estatales y paraestatales. Esto sólo por nombrar dos ejemplos, pero fueron muchos y de variadas carreras.
Hoy, que el reformismo arremete con sus ideas de conciliación y concertación entre clases sociales antagónicas, llevando a muchos estudiantes al camino del matadero de las elecciones, llamamos a todos los estudiantes del pueblo, incluso a los que votan, a que es necesario prepararse para los combates venideros, pues el capitalismo agonizante ya no tiene nada que ofrecerle a esta sociedad y menos a los esclavos asalariados, por lo que, quede el que quede, o nombren al que nombren en la presidencia de la república, ¡la lucha continúa y es necesario prepararse para vencer!
Quede el que quede, sea Petro o Hernández, las tareas revolucionarias continúan, y los estudiantes comprometidos y más conscientes, están invitados a vincularse a la UOC (mlm) para construir el Partido político de vanguardia, que dirija la lucha de las masas populares hacia su emancipación definitiva del capital por medio de la Guerra Popular hasta que triunfe la instauración del Socialismo en Colombia.