En el 72 aniversario del fallecimiento del camarada José Stalin

En el 72 aniversario del fallecimiento del camarada José Stalin 1

El 5 de marzo de 1953 falleció José Stalin, uno de los más destacados personajes del siglo pasado y uno de los grandes dirigentes del proletariado internacional. Su muerte fue saludada por la burguesía y los reaccionarios del mundo, pero llorada por millones de obreros y campesinos en los cinco continentes. Con ese motivo, el poeta chileno Pablo Neruda escribió su Oda a Stalin y de la cual traemos para la ocasión un fragmento que describe algunos rasgos de ese gran hombre:

¡Ser hombres! ¡Es ésta

la ley staliniana!

Ser comunista es difícil.

Hay que aprender a serlo.

Ser hombres comunistas

es aún más difícil,

y hay que aprender de Stalin

su intensidad serena,

su claridad concreta,

su desprecio

al oropel vacío,

a la hueca abstracción editorial.

Él fue directamente

desentrañando el nudo

y mostrando la recta

claridad de la línea,

entrando en los problemas

sin las frases que ocultan

el vacío,

derecho al centro débil

que en nuestra lucha rectificaremos

podando los follajes

y mostrando el designio de los frutos.

Stalin es el mediodía,

la madurez del hombre y de los pueblos.

Solo nombrar a Stalin despierta el odio y el terror en la burguesía decadente, y entre los oportunistas de todos los pelajes. Por ello los verdaderos comunistas recuerdan y enseñan su legado a las legiones que se disponen a barrer el capitalismo imperialista moribundo, a la vez que señalan sus errores para evitarlos en el futuro.

Los ataques a Stalin, característicos de la reacción, del trotskismo y oficializados por el revisionismo jrushchevista en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1956 −la nueva burguesía que tomó el poder en la URSS− fueron refutados por los marxistas leninistas en la gran polémica contra el revisionismo moderno, con un histórico balance del papel del camarada Stalin, que los marxistas-leninistas-maoístas defendemos en la actualidad:

«Los méritos y errores en la vida de Stalin son una realidad objetiva histórica. Comparados sus méritos y sus errores, pesan más los primeros que los últimos. Las acciones principales de su vida son acertadas, y sus errores son de segundo orden. Todo comunista honrado que respete la historia, al hacer el balance de las actividades teóricas y prácticas de Stalin en conjunto, verá primero, sin duda, lo que constituye el aspecto principal de su vida. Por lo tanto, al apreciar, criticar y vencer con acierto los errores de Stalin, debemos salvaguardar el aspecto principal de su vida, y salvaguardar el marxismo-leninismo, que él defendió y desarrolló».

Hoy, en el 72 aniversario del fallecimiento del camarada Stalin, rendimos homenaje a su memoria y renovamos nuestras convicciones para seguir su ejemplo de lucha infatigable contra la reacción y el oportunismo, tratando de hacer nuestra su intensidad serena, su claridad concreta, su desprecio al oropel vacío… como diría el gran Pablo Neruda.

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