El levantamiento popular de años recientes destacó a las asambleas populares como la principal forma de organización del pueblo colombiano en su lucha por sus reivindicaciones más sentidas, así como una manifestación embrionaria de su poder popular. En las páginas del portalRevolución Obrera hemos insistido muchas veces sobre esta idea. Incluso, en medio del levantamiento popular, mientras otras organizaciones políticas pensaban en elecciones y abogaban por una «salida democrática a la crisis» (es decir, dejar que Duque terminara su gobierno y votar masivamente por Petro a las elecciones presidenciales), nosotros desde la Unión Obrera Comunista (mlm) proponíamos a los activistas y luchadores populares que el camino para tumbar el régimen mafioso y paramilitar, echar atrás sus nocivas reformas y obtener nuestras reivindicaciones, debía pasar por la conformación y generalización de Asambleas Populares enfrentadas al Estado capitalista que masacraba a los manifestantes, unidas en torno a una Plataforma de Lucha que contuviera las aspiraciones más sentidas de las masas laboriosas del país y que tuviese el carácter legislativo y ejecutivo al mismo tiempo.
Las fuerzas políticas reformistas lograron capitalizar el descontento popular y conducirlo hacia las instituciones estatales en la forma de un gobierno reformista y de conciliación de clases. Las asambleas populares se disolvieron y quedaron como un recuerdo de lo que fue ese gran levantamiento de nuestro pueblo trabajador. Aun así, nosotros seguimos insistiendo que, a pesar del rebalse presentado en la lucha, no había que abandonar esas formas de organización y de lucha que se destacaron en ese movimiento de paro nacional, y las cuales son parte del aprendizaje de las masas populares en el transcurso de su misma lucha, en el mismo calor de las batallas callejeras: manifestaciones, lucha de barricadas y asambleas populares; insistimos en que era necesario sacar las lecciones y volver a impulsarlas. Y con mayor razón, en vista de que el nuevo gobierno que ilusionaba e ilusiona a las masas oprimidas con «cambios» desde arriba, viene evidenciando los límites de su programa reformista y de su táctica de conciliar con los enemigos del pueblo.
Unos enemigos que mediante sus fichas políticas en el Congreso y demás instituciones del Estado capitalista, con sus medios de comunicación y su base social reaccionaria, vienen llevando a cabo diversas acciones para entorpecer cualquier medida a favor del pueblo que intente implementar el gobierno actual, hasta la pretensión de tumbarlo mediante un golpe de Estado.
Desde el gobierno se dieron cuenta tarde que apelar a las fuerzas de las masas para sortear esta situación difícil no debía reducirse a las manifestaciones pacíficas de apoyo al gobierno cada cierto tiempo, y en algunas ocasiones como respuesta a las manifestaciones de la oposición de derecha, sino que era necesario que el pueblo se volviera a reunir en asambleas populares para discutir y decidir acciones del camino a seguir para profundizar los cambios y combatir a la ultra derecha. Y así lo han anunciado recientemente el Pacto Histórico y las organizaciones y movimientos políticos y sociales bajo su influencia: van a realizar una «Asamblea Nacional Popular» para finales de julio.
No somos aguafiestas ni sectarios, pero esa asamblea no va a favorecer la lucha del pueblo. Primero, porque esa asamblea no es más que un encuentro nacional de las fuerzas políticas y sociales que defienden al gobierno y no recoge por tanto las aspiraciones populares íntegramente. Segundo, porque el objetivo de ese encuentro es defender el gobierno, sus limitadas y ya mutiladas reformas y su política fracasada de «acuerdo nacional», de conciliación de clases. Y tercero, porque esa asamblea nacional popular, al estar ligada al gobierno está limitada por las instituciones del Estado capitalista, hoy comandadas por el reformismo, pero en última instancia por ese mismo Estado que sirve a los intereses de las clases dominantes. No es una asamblea que represente el poder popular construido desde abajo, sino una representación de las fuerzas gobiernistas, muchas de las cuales tienen representación en las podridas instituciones estatales.
Desde la Unión Obrera Comunista (mlm), así como lo propusimos en medio del levantamiento popular, abogamos por la realización y generalización de las asambleas populares, en donde sea una Asamblea Popular de carácter nacional la que agrupe y represente a todas las demás asambleas de carácter regional, local y por sectores sociales. Consideramos que estas asambleas populares deben tener un carácter independiente frente al gobierno y a las instituciones estatales (de esta manera nuestra lucha no va estar amarrada a intereses ajenos y tendremos las manos desatadas para librar la lucha necesaria sin el prejuicio de «no incomodar» al gobierno); sus objetivos políticos no pueden estar reducidos a defender reformas timoratas, sino que deben recoger las aspiraciones de las masas populares en un «Programa Inmediato»; en las formas de lucha que adopte la asamblea debe primar la lucha revolucionaria en las calles; la asamblea nacional popular debe ser un contrapoder frente al Estado capitalista y no una muleta accesoria de las disputas por arriba; su método debe ser el de la lucha de clases y no el de la conciliación con los enemigos del pueblo; sus métodos de dirección y de trabajo deben ser verdaderamente democráticos, vinculantes, legislativa y ejecutiva al mismo tiempo; esa asamblea nacional popular de ninguna manera puede convertirse en un trampolín para los politiqueros de turno que se disfrazan de «alternativos» buscando obtener rédito político para conseguir sus aspiraciones burocráticas.
La Unión Obrera Comunista (mlm) viene trabajando junto a otras organizaciones obreras y populares para organizar una Asamblea Nacional Popular independiente y revolucionaria con las características anteriormente expuestas. Esta Asamblea se realizará en la ciudad de Cali los días 13 y 14 de julio de 2024; la clase obrera, el movimiento campesino, organizaciones juveniles y de mujeres, ya se están movilizando para sacar esta gran tarea adelante y esperamos que más luchadores se sigan vinculando.
Invitamos a las demás organizaciones obreras, populares y revolucionarias que están de acuerdo con esa propuesta a sumarse a ese proyecto. Estamos seguros que solo con la unidad y organización independiente del pueblo colombiano se podrá reforzar nuestra lucha contras las clases dominantes, impedir un golpe de Estado y obtener nuestras reivindicaciones inmediatas.
Pronto daremos parte del avance y tendrán más noticias, mientras tanto, si quieren más información y quieren participar en la preparación, pueden escribirnos a contacto@revolucionobrera.com o en cualquiera de nuestras redes.
Leon
Vocero de la UOC (mlm)
30 de mayo de 2024