Desde el portal Revolución Obrera nos unimos al rechazo y la indignación que ha generado la condecoración al Esmad por parte de la mayoría de concejales de Cali.
Este hecho se convierte en grave ofensa contra el pueblo luchador y, especialmente, contra los cientos de asesinados, desaparecidos, heridos, mutilados y las mujeres violadas. Dicho hecho es una declaración de guerra contra el pueblo, más cuando se está a unos días del segundo aniversario del gran estallido social que se presentó en el 2021 en Colombia.
El Esmad desde su fundación ha asesinado más de 59 personas a nivel nacional; en el estallido social, de 45 muertos en Cali, se le atribuye 12 al Esmad, además de 103 víctimas de daños oculares y más de 10 casos de violencia sexual.
Esta ignominiosa condecoración al Esmad es una clara muestra de que NO debemos hacernos ilusiones en que el terrorismo de Estado contra el pueblo se vaya a acabar. El simple cambio de Gobierno no transforma la esencia terrorista del Estado. Ello explica porque el candidato Petro prometió acabar con el Esmad y ahora como presidente no lo cumplió y lo que hizo fue solo cambiarle de nombre «Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden», lo cual es una burla a los luchadores que lo apoyaron en las elecciones presidenciales.
Este hecho hace necesario precisar que, mientras exista la división en clases sociales, como en la actual sociedad capitalista, el discurso de la Paz Total se convierte en un engaño, ya que la burguesía, los terratenientes y sus amos imperialistas no renunciarán al uso del plomo, la masacre y la cárcel para los que se atrevan a desafiar su orden de explotación y opresión.
El Estado es una máquina de las clases dominantes para mantener el dominio sobre las clases subordinadas. Con el Gobierno de Petro solo cambió la envoltura que cubre la dictadura de los capitalistas, antes teníamos un régimen narco paramilitar uribista, ahora un Gobierno reformista, pero en esencia se mantiene la explotación por parte de una minoría de burgueses, terratenientes e imperialistas que esclavizan a la mayoría de la población.
En Colombia, como país capitalista semicolonial, la democracia burguesa consiste en garantizar opulencia, ganancias al imperialismo y la paz para los ricos, a costa de la miseria de la clase obrera y el campesinado; en vez de democracia para los de abajo, lo que hay es represión desde el Estado que garantiza la esclavitud asalariada, de ahí la persecución contra los dirigentes y los luchadores del pueblo; particularmente a raíz del estallido social la burguesía se ha exacerbado contra los detenidos por luchar, mientras ha pretendido dejar en la impunidad a los responsables de las desapariciones y los asesinatos, o ¿en qué va lo del paramilitar Andrés Escobar, ahora candidato al Concejo de Cali?
La burguesía a nivel mundial y local es consciente de que la situación de crisis económica y social conllevará a que el pueblo inevitablemente se vuelva a levantar, por ello amplía cada día más su aparato de dominación en el ámbito militar y lo condecora por aplastar las luchas y someter a los luchadores.
Por todo lo anterior, el pueblo debe seguir construyendo su poder y organizar su propia forma de defenderse.
En la medida que se agudiza la lucha de clases, no es descartable una situación de guerra civil, ya sea que se presente un golpe de estado o un nuevo estallido social debido a que la mayoría de las causas y los problemas que motivaron el gran paro del 2021 siguen sin solución.
Por ello, es importante seguir construyendo el poder desde abajo, fortalecer la alianza obrera-campesina, formar los Comités de Luchadores en todas partes, que dirijan las Asambleas Populares y permitan no solo exigir la eliminación de una institución asesina y violadora usada por el Estado para reprimir, sino para obligar al Estado burgués a ejecutar un Programa Inmediato que atienda las necesidades más urgentes del pueblo y abra paso para conquistar un Gobierno de obreros y campesinos.
Por ahora es de gran valor manifestarle a las clases parásitas que ante el atropello y la ofensa de condecorar a los criminales del pueblo, llegará nuevamente el momento donde el pueblo se levantará una vez más y, cuando se organice, no dejará piedra sobre piedra; que su podrido Estado burgués, con su más de 5000 integrantes del Esmad o los casi 800.000 miembros de su fuerza armada no podrán seguir siendo el azote contra los millones de obreros y campesinos que descargarán su poderoso brazo contra esta horda de criminales y corruptos que es en esencia todo el Estado burgués. Solo el futuro Estado de obreros y campesinos podrá garantizar la paz para el pueblo, lo demás es ilusión.
Llamamos a todos los luchadores en Colombia a manifestar el próximo lunes su rechazo a tan vil afrenta del concejo; en Cali invitamos a todas las organizaciones y a la comunidad a participar en el Plantón a las 9 de la mañana frente al Concejo de Cali (avenida 2 norte #10 – 70).
¡No más Esmad!
¡No más terrorismo de Estado!
¡Un solo pueblo una sola lucha!
¡Esta lucha va a parar en la guerra popular!
