Los trabajadores enfermos de General Motors Colmotores, asociados en la organización sindical Asotrecol, organización de ex trabajadores enfermos y que llevan 9 años y dos meses acantonados al frente de la Embajada de EEUU en la ciudad de Bogotá, se han convertido en un centro de lucha para el resto de trabajadores enfermos, no solo de Colmotores, sino de otras empresas.
Esta carpa y el principio de solidaridad de los compañeros de Asotrecol ha servido para que muchos trabajadores enfermos y despedidos sean recibidos como hermanos de clase aunando sus luchas; muchos de ellos han logrado una pensión, como en el caso de los trabajadores enfermos afiliados a la USO Neiva, así como los compañeros enfermos de Cúcuta, afiliados a Asotrdisnor, quienes contando también con la solidaridad de los compañeros del Comité de Lucha Popular de Bogotá y la Escuela Sindical María Cano, hoy han logrado su pensión; así es que este principio de solidaridad de clase del sindicalismo proletario, se ha llevado a la práctica.
La carpa ha tenido su historia de lucha y resistencia, allí en solidaridad se ha llegado desde varios sectores a realizar, mítines y agitación al frente de la Embajada, exigiendo el reintegro de los compañeros que sostienen con la frente en alto su lucha.
El hecho real es que EXISTEN y se encuentran más firmes que nunca; a pesar de la actitud servil de las instituciones del Estado, como el Ministerio de Trabajo, que no solo desconocen la situación de estos compañeros, sino que con resoluciones como la 038, ha avalado a la empresa para que siga despidiendo trabajadores enfermos y de los esfuerzos por invisibilizar a estos aguerridos hermanos de clase.
La lucha, cuando es sostenida y firme, siempre dará resultados, y el caso de estos compañeros es ejemplo de ello. Hoy, de los más de cuarenta trabajadores enfermos despedidos por Colmotores que fueron recibidos en esta carpa hace 7 meses, un juez de Bogotá ordenó el reintegro de 21 de ellos, y se está a la espera de que los otros 24 que faltan sean reintegrados a sus labores. Esto no hubiera sido posible sin el apoyo y solidaridad de aquellos que resisten desde hace 3.345 días.
Es bueno hacer memoria y recordar a todos los trabajadores enfermos que han pasado por esta trinchera de lucha y han vivido la experiencia de estar en una carpa en esta ciudad, en medio del frío y del hambre; la zozobra de que un día cualquiera el Estado los saque de ahí, pues ya ha hecho intentos para ello, pero gracias a la solidaridad de los trabajadores y el apoyo internacional no lo ha logrado.
También es bueno recordar que esta empresa imperialista ha sido intransigente, indolente e indiferente y no ha querido resolverle a estos compañeros de Asotrecol, porque sabe que si desde afuera han hecho frente a las arremetidas contra los trabajadores enfermos y han defendido los intereses de la clase obrera ¿cómo sería desde adentro? Este es el real temor de estos capitalistas, es esto a lo que le temen y es por ello que no los reintegran. Aun así los compañeros se han mantenido firmes.
Hoy en medio de la arremetida del régimen Uri-Duque contra el pueblo colombiano es cuando más hay que levantar el principio de la solidaridad de clase con estos compañeros, algo que no harán las burocracias de las centrales sindicales. Esto se hará desde la base que está siendo despedida y, por su puesto, de las organizaciones sindicales que realmente sienten los problemas de sus hermanos de clase, luchan por un sindicalismo independiente y revolucionario, y ponen por encima la condición de que son parte de una misma clase, que tienen unos comunes enemigos y unos mismos intereses.
Se requiere responder como una sola clase, pues los despidos seguirán, la Estabilidad Laboral Reforzada, un recurso legal que aún se tiene, lo piensan acabar y la embestida en contra del pueblo no se detiene. La situación amerita responder de forma contundente y no puede ser de otra forma que a través de un Paro General Indefinido, en el que los que están trabajando paren la producción, los despedidos, desempleados e informales respalden el paro con la movilización en las calles y se sume el gran aliado de la clase obrera, el campesinado.
La resistencia de los compañeros de Asotrecol debe ser una fuente de inspiración para las masas trabajadoras, para avanzar en la lucha por impedir la degradación física y moral a la que los quieren llevar los capitalistas, no solo de Colombia, sino del mundo entero.
Con esta lucha, los obreros de Colmotores están siendo un ejemplo de tenacidad, de decisión, de fuerza y combatividad; características que unidas a la conciencia de que son la clase más revolucionaria de la sociedad, les podrían llevar a asumir su papel como clase de vanguardia en la lucha, ya no solo para resistir los ataques de los capitalistas, sino para organizarse como obreros revolucionarios en el Partido político revolucionario que necesita la clase obrera para derrotar con la revolución a sus centenarios enemigos, destruir el Estado actual y construir sobre sus cenizas otro donde sean los obreros y campesinos los que todo lo gobiernen. Un nuevo Estado donde los derechos de las masas sean satisfechos si tener que apelar a tantas penurias, un Estado donde todo lo que se produce en la sociedad, esté verdaderamente al servicio de quienes todo lo producen.
¡Lucha y solidaridad son caminos de unidad y los caminos de unidad son caminos de victoria!
¡Adelante clase obrera, adelante con valor, hay que romper las cadenas de este sistema opresor!
Que la lucha de resistencia de los trabajadores, sea una escuela para las grandes batallas que se están poniendo al orden del día contra el capitalismo