La Fábrica de Licores de Antioquia – FLA ubicada en la ciudad de Medellín, siendo una de las empresas más importantes del país, desde el año 2000 se ha negado a negociar el pliego de peticiones presentado por la organización Sintrabecolicas, así mismo ha venido aplicando una política antisindical, practicando la persecución sindical en todas las formas, y en los años de 2000 y 2002 despidió a más de 30 trabajadores cobijados por el fuero circunstancial, derecho que tienen los trabajadores cuando se encuentran el conflicto laboral, violando todas las leyes laborales, dejó sin la manutención de estas familias por más de 10 años.
Hoy, gracias a la lucha de la organización sindical Sintrabecolicas con denuncias públicas, movilizaciones y carpas en la entrada de la fábrica, así como con las querellas, ha brindado sus frutos; fue así que el 21 de noviembre del 2018 la sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia ordenó el reintegro de 31 trabajadores, determinó que estos tenían la condición de trabajadores oficiales y que habían sido despedidos de manera injusta, en el marco de un conflicto laboral.
Estos pequeños triunfos son muy importantes en esta época donde los capitalistas violan todos los derechos laborales, porque se sienten dueños de los trabajadores y porque el movimiento sindical está en manos de la ideología burguesa en su mayoría, porque los trabajadores no cuentan todavía con un movimiento sindical independiente y fuerte para enfrentar a estos opresores y perseguidores de los obreros como lo es la Fábrica de Licores de Antioquia.
Estos pequeños triunfos sirven al resto del movimiento obrero para fortalecer la lucha por la independencia de clase en el movimiento sindical, los sindicatos no deben ser tribunas de los politiqueros, ni sus fondos servir para financiar campañas electoreras; los sindicatos deben servir para la lucha por los derechos de toda la clase, los fondos sindicales deben destinarse para la lucha, la educación y brindar la solidaridad con los trabajadores en conflicto, incluidos los despedidos de las distintas empresas.
La situación actual del movimiento sindical debe transformarse radicalmente y ello depende de la actitud de los obreros más conscientes y comprometidos con la lucha y la defensa de los intereses de su clase, o sea aquellos que sinceramente no esperan beneficios y prebendas personales a cambio de su ejercicio como dirigentes sindicales.