EL CONTRATISMO SINDICAL NO ES MENOS PEOR – Denuncia a los jefes de la CGT

La problemática de los despidos (masivos o dosificados) que afecta a miles de obreros, hace parte de la política internacional de la burguesía por rebajar las condiciones materiales de la clase obrera en su vil propósito de mantener o elevar su cuota de ganancia, de ahí que los obreros deban responder como una clase mundial ante dicha arremetida, porque la clase obrera es degradada hasta donde ella misma lo permita.

Por tanto es urgente que los obreros tomen las riendas del futuro en sus manos, sin hacerse ilusiones en salvadores supremos como los politiqueros de turno, pues precisamente ellos están al servicio de los capitalistas.

Para ilustrar la situación, se puede tomar como ejemplo el caso de los despidos masivos en la Unidad de Mantenimiento Vial, subcontratados por SINTRAUNIOBRAS, cuando en julio del presente año habían 1700 obreros, en el momento (mes de noviembre) quedan 700 y para el mes de diciembre 80, situación de despidos que se hace ver como algo normal, debido a la culminación de obras, pero en realidad, esto es una verdad a medias, porque mantenimiento de vías y obras para hacer hay muchas.

Lo que aquí pretenden ocultar, es que los obreros han perdido la estabilidad laboral al no tener una vinculación directa y es ahí donde no pueden dejarse engañar respecto a que el contratismo sindical sea lo menos peor. En ese sentido es preciso denunciar que la Confederación General del Trabajo (CGT) viene impulsando desde hace varios años el contratismo sindical, pretendiendo hacer pasar como algo bueno esta modalidad de intermediación laboral y peor aún a nombre de los sindicatos, cuando en realidad están traficando con el sudor y sangre de los obreros.

SINTRAUNIOBRAS es una de sus organizaciones que ejerce el contratismo sindical donde su presidente José Ángel Peña (auto elegido durante más de 10 años) apoyó y llamó a los trabajadores a votar por el Candidato Rafael Pardo, al no quedar este elegido como alcalde de Bogotá, ahora propone hacer lobby en el Congreso o finalmente en sus discursos llama a que los obreros dejen su «destino» en manos de dios.

Clarificando las cosas, los obreros deben exigir el derecho al trabajo independientemente del gobernante de turno, es decir, que su futuro no puede depender si Peñalosa (el nuevo Alcalde) se compadece en dar contratos, de las lambonerias en el Congreso o de las bondades de un salvador ¡No!, los despidos se pueden frenar si los obreros se unen, organizan y ejercen la lucha directa, mediante la movilización, el mitin y principalmente la Huelga Política de Masas. Es muy importante la lucha contra los despidos ya que se necesita poner freno a la degradación material de la clase obrera, porque se requiere de una clase vigorosa, con fuerzas para las grande luchas venideras, no solo para defender u obtener nuevas conquistas en sus derechos, sino porque es la llamada por la historia a dirigir y construir la futura sociedad socialista.

Por ello los obreros, en alianza con los campesinos, deben actuar con independencia de clase, del Estado y los partidos burgueses y en particular se requiere de un movimiento sindical, consecuente con la defensa de los intereses y derechos conquistados de la clase obrera y no de caricaturas o intermediarios de la fuerza de trabajo, como lo impulsa la CGT.

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