
Nuevamente las clases dominantes se vienen lanza en ristre contra los trabajadores. Ya lo hemos difundido desde Revolución Obrera; la salida a todos los problemas de los trabajadores es la lucha en las calles y con las huelgas en los principales centros industriales del país y así afectar directamente la economía de los capitalistas que no detienen sus ansias de ganancia, pues esa es la ley de este sistema capitalista.
Respecto a este borrador de decreto advertíamos desde estas páginas lo siguiente:
«Desde ya los sindicatos del sector privado deben organizarse con independencia de clase, ya el señor Edwin Palma lo anunció, ese decreto lo tienen listo, y la mejor respuesta a estos decretos es realizar Encuentros, Asambleas populares para organizar la lucha, trabajadores del sector estatal y del sector privado a unirse para defender los derechos de todos los trabajadores.»
El decreto borrador en cuanto a la negociación colectiva para el sector privado tiene la misma finalidad del decreto 0243 que ya les aplicaron a los trabajadores del sector público, supuestamente en contra de la atomización sindical, pero lo que hay en el fondo es negar el derecho a las organizaciones sindicales pequeñas, no mayoritarias, a negociar una convención colectiva de trabajo. Lo que esconden estos señores es que ese decreto le abre la puerta a los empresarios para que creen los sindicatos, e incluso les impongan a los trabajadores que se vinculen laboralmente que se tienen que afiliar al sindicato patronal.
El decreto borrador no se debe dejar pasar porque atenta contra el libre derecho de asociación sindical. Es falso lo que dicen algunos sectores de las centrales sindicales, como Fabio Arias de la CUT, que supuestamente eso fortalece la unidad del sindicalismo porque los obliga a unirse: ¿de qué unidad se habla? Evidentemente de la unidad con los sindicatos dirigidos por la ideología burguesa que hoy tienen a los trabajadores desmovilizados y diezmados en su capacidad de lucha y de organización. Y sino que lo digan las organizaciones sindicales pequeñas del sector público que en la anterior mesa de negociación los dirigentes de los sindicatos supuestamente mayoritarios no los dejaron hablar de los problemas reales de los trabajadores. Este decreto le deja las manos libres a los sindicatos dirigidos por la ideología burguesa para que represente los intereses de los trabajadores afiliados en sindicatos pequeños, esa fue la famosa mesa de negociación en el sector público, esos jefes callaron en la mesa a los compañeros que pretendían poner los puntos que reflejaban las necesidades de sus propios trabajadores.
Esta no es la unidad que necesita el movimiento sindical porque, por el contrario, las centrales sindicales hoy son el reflejo de la división general del movimiento sindical por la ideología y política burguesa que dirige actualmente el sindicalismo en su mayoría. Este decreto agudizó aún más la división en la CGT y la CUT -las más representantes según ellos-, los acabo de dividir porque varios sectores de estas centrales están en contra de ese decreto. Eso fue lo que vimos en el Encuentro Nacional desarrollado el 22 de octubre en la ciudad de Bogotá, en el que participaron organizaciones sindicales de todo el país, convocado por sectores de las centrales obreras, CGT, CUT, CTC y otros sindicatos, la Escuela Sindical María Cano y la Escuela José María Carbonell, evento que organizó una movilización nacional al frente del Ministerio de Trabajo, en regiones como Medellín, Bucaramanga, Cali, Manizales y en la ciudad de Bogotá con la participación de organizaciones sindicales de otras ciudades que se trasladaron a esta región, movilización que fue exitosa en todas las ciudades.
Por lo tanto, es toda una falacia y engaño pretender que los obreros en aras de la «unidad» defendamos un decreto tan lesivo como ese borrador de la negociación en el sector privado, el que además de dejar las convenciones colectivas y lo ganado por las organizaciones sindicales pequeñas, o como les llaman «no mayoritarios», pierdan los pocos derechos que ya tienen sus convenciones colectivas y el libre derecho de asociación que se pierde por el solo hecho de que los sindicatos mayoritarios serán los patronales y los que hagan las propias empresas para acabar de maniatar más la lucha de los trabajadores.
Al movimiento sindical solo le queda una salida: seguir en la lucha por la reestructuración del movimiento sindical y como parte de esta insistir en una verdadera unidad que realmente se realice desde abajo y al calor de la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores y hoy eso significa no dejar pasar ese decreto con la movilización en las calles y con la organización.
Esa unidad debe reflejarse en la centralización de la fuerza sindical organizada bajo unos principios que representen la UNIDAD del movimiento sindical para la lucha, para la organización de las huelgas de solidaridad, para la disciplina consciente organizada en una federación nacional, principios que se expresarán conscientemente en una declaración de combate contra el capitalismo y el imperialismo.






