Aunque a primera vista la marcha del Dia Internacional de la Mujer pareciera estar dominada por el feminismo burgués, es necesario y muy importante mencionar que una parte de la movilización del 8M en Bogotá contó con la presencia de un factor diferenciador. No se puede negar la combatividad y beligerancia, la actitud desafiante en sus voces y la numerosa asistencia de las mujeres que salieron a marchar desde el Ministerio de Trabajo hasta la Plaza de Bolívar, sin embargo, tampoco se pueden negar las limitaciones que a este movimiento le impone el feminismo burgués.
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Durante la marcha de 8 de Marzo en Bogotá, se pudo ver un pequeño pero significativo Bloque de mujeres y hombres manifestándose con un carácter combativo y revolucionario, en el cual también participaron activistas de Revolución Obrera. Con consignas que van más allá de las justas reivindicaciones en general contra el patriarcado, contra la violencia, los feminicidios, el abuso, más allá de las demandas de igualdad y de algunos coros contra los hombres; el discurso de este Bloque recordó que el sistema capitalista es el causante de la opresión a la mujer e hizo el llamado a que las reivindicaciones de las mujeres debían apuntar contra la doble explotación que sufren las obreras, la libertad económica, el reconocimiento de su labor también en el hogar, la participación política de la mujer de manera independiente y sobre todo por la organización de su lucha en un Movimiento Femenino Revolucionario.
Desde el bloque independiente convocado por activistas del Movimiento Femenino Revolucionario (MFR) se recordó que la mujer para su emancipación debe marchar bajo la roja bandera del proletariado, que las mujeres proletarias están dispuestas a seguir en la lucha organizada, se recordó la memoria de las mujeres palestinas asesinadas por el sionismo y el imperialismo, así como la de importantes revolucionarias como Betsabé Espinal y Clara Zetkin, entre otras. Al mismo tiempo entregó una cantidad considerable de propaganda escrita, casi la única que se vio en la marcha, en la que se incluye la Plataforma de Lucha del MFR, como propuesta de base de unidad para la organización de los Comités de Mujeres.
Otro de los elementos que resaltaron de este Bloque, fue la participación de hombres; los hombres que comparten en la práctica la lucha de la mujer desde su posición de esposos, hijos, padres, parejas, compañeros de lucha y principalmente, como sus hermanos de clase. Esta participación, hasta ahora vetada por el feminismo, también resalta la importancia de que la lucha debe ser codo a codo entre hombres y mujeres, al tiempo que demarca una nueva tendencia en estas movilizaciones.
Sin duda, la participación de este rojo componente en la marcha de la ciudad, es un gran avance en la construcción de otro tipo de movimiento femenino y demuestra la necesidad de una dirección revolucionaria para este. El llamado es a conformar Comités de Mujeres en todas las regiones y en todos los sectores, la bandera de la emancipación de la mujer debe ser levantada y dirigida por el movimiento obrero, recordando que es precisamente en este movimiento donde tiene los orígenes esta conmemoración. Así que, se plantea esta tarea a las mujeres proletarias, pero también a las estudiantes, a las campesinas y a todas las mujeres de los sectores populares.
Saludamos desde aquí a esas mujeres obreras que acogieron el llamado y se dispusieron a organizar la participación en la marcha y las motivamos a continuar este trabajo, porque sabemos que muy pronto, este embrión del nuevo Movimiento Femenino Revolucionario demostrado en Bogotá, crecerá en las principales ciudades y pueblos del país, podremos ver bloques rojos en todas las marchas y tanto las consignas, como las banderas se tornarán en un rojo caudal de miles de mujeres por su emancipación de la opresión y explotación del capital y contra el capitalismo imperialista.
Un reportero distribuidor de Bogotá