Cumbre Amazónica en Bogotá: pacto burgués, vacíos criminales y la necesidad de la lucha revolucionaria internacionalista

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La reciente Cumbre Presidencial de la Amazonía en Bogotá, donde solo los presidentes de los Estados burgués-terratenientes de Colombia, Brasil, Bolivia participaron, ha dejado en evidencia la absoluta incapacidad del capitalismo y su superestructura política para resolver la crisis ambiental que el propio imperialismo ha generado. El llamado «Pacto de Leticia» no es más que una farsa diplomática, un montón de documentos sin contenido concreto que sirven para maquillar de verde los intereses rapaces de las clases dominantes.

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Los Vacíos Deliberados: La Lógica del Capital en Acción

Los vacíos de la cumbre no son descuidos, son la esencia misma del programa de la burguesía y el imperialismo.

1. Falta de Metas Concretas: No establecer metas medibles de reducción de la deforestación es una licencia para que el agronegocio, la minería imperialista y la tala ilegal sigan operando. Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, solo en julio de 2023 la Amazonía brasileña perdió 500 km² de selva, un área equivalente a 70 000 campos de fútbol. La burguesía no se impondrá límites que afecten su tasa de ganancia.

2. Ausencia de Financiamiento: Este vacío expresa que la protección de la Amazonía no es una prioridad real para el capital financiero internacional. Los fondos existen para la guerra y el salvataje bancario, nunca para el pueblo. Mientras se calcula que se necesitan inversiones de miles de millones de dólares anuales para una transición concretamente sostenible, los monopolios se niegan a destinar esos fondos.

3. Exclusión de Venezuela y los Pueblos Originarios: La no-invitación de Venezuela obedece a la lógica del cerco imperialista yanqui. Peor aún, la exclusión protagónica de las comunidades indígenas y campesinas, principales afectadas y guardianes históricos del territorio, demuestra el carácter anti-popular de la cumbre. Los acuerdos se cocinaron entre cuatro paredes, lejos de las masas.

El Papel de los Pueblos del Mundo: Internacionalismo Proletario o Barbarie Imperialista

Frente a esta farsa, la clase obrera y los pueblos del mundo deben asumir su papel histórico con claridad revolucionaria.

La Amazonía no es un «recurso» a administrar, es un Territorio en Disputa de Clases: La visión burguesa ve la selva como un capital natural para explotar o, en su versión «verde», para convertir en mercancías (bonos de carbono, biopiratería). El proletariado debe combatir esta visión. La Amazonía es un medio de producción de vida para la humanidad, y su destino está ligado a la lucha contra el modo de producción capitalista, que es ecocida por naturaleza.

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La destrucción de la Amazonía, que impacta el clima global, es un crimen del imperialismo cuyas consecuencias las paga la clase trabajadora mundial con sequías, inundaciones y crisis alimentarias. Por ello, la defensa de la Amazonía es una causa internacionalista. Los obreros de Europa y Norteamérica deben exigir a sus burguesías el cese inmediato de la importación de commodities provenientes de la deforestación (carne, soja, minerales) y repudiar la deuda externa que estrangula a los países de la cuenca y los fuerza a sobreexplotar sus recursos.

En línea con la alianza obrero-campesina, principio leninista y maoísta fundamental, el movimiento obrero internacional debe elevar las demandas de los pueblos de la Amazonía y apoyar la lucha de los Pueblos Originarios y Campesinos. Su lucha por la tierra y el territorio es anti-imperialista y anti-latifundista de primera importancia. Hay que apoyar sus demandas de titulación colectiva, autonomía y expulsión de las empresas transnacionales depredadoras. ¡La defensa de la Amazonía es inseparable de la defensa de los derechos territoriales de sus pueblos!

Por ello solo la Revolución Podrá Salvar la Amazonía. La cumbre de Bogotá confirmó que los gobiernos burgueses, sean abiertamente reaccionarios como el de Bolsonaro o «progresistas» como el de Lula, están atados de manos por los intereses del capital. No hay solución posible dentro del marco podrido del capitalismo.

Los vacíos de la cumbre son la prueba. La verdadera solución pasa por la organización popular, la lucha de masas y la toma del poder político por la clase obrera y sus aliados campesinos, afros e indígenas. Es necesario:

1. Expropiar sin indemnización a los terratenientes y las empresas imperialistas que devastan la selva.

2. Instaurar una planificación científica y popular de la economía, bajo control obrero, que armonice las necesidades humanas con la protección de los ecosistemas.

3. Promover una industrialización al servicio de las necesidades del pueblo y planificada, que no dependa de la exportación de materias primas a costa de la destrucción ambiental.

¡Contra el ecocidio capitalista e imperialista… la Revolución Socialista que libere a la humanidad y a la naturaleza de las garras del Capitalismo Imperialista!

¡Restauración del Partido Comunista de la Clase Obrera!

¡Proletarios de todos los países, uníos!

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