El viernes 13 de diciembre, los obreros sindicalizados en la Asociación de Eléctricos y Electricistas E2 junto a los compañeros de Sintraelecol-subdirectiva Vélez realizaron un mitin al frente de las instalaciones de la Electrificadora de Santander (ESSA-Grupo EPM) en la ciudad de Bucaramanga, con el objetivo de denunciar la miserable situación en la que se encuentran y como continuación del cese de actividades que iniciaron los trabajadores encargados del mantenimiento de los circuitos eléctricos en los distintos municipios y zonas más alejadas del departamento de Santander, los cuales se encuentran en estado de tercerización y precariedad laboral por parte de la patronal.
Estas acciones surgen debido a la inconformidad que sienten los obreros tercerizados de esta empresa, ya que se cansaron de ser ignorados en los escenarios de negociación y de que no sean reconocidos como trabajadores directos de la ESSA-EPM, a pesar de que en última instancia es esta la que se beneficia del trabajo de los obreros. Previamente, habían presentado un pliego de peticiones a las empresas contratistas SERVIESSA y ENECON, así como directamente a la ESSA-EPM. Entre esos puntos del pliego se encontraba la petición de vinculación directa de los compañeros contratistas, lo que generó, como era de esperarse, la indisposición por parte de la patronal que no aceptó dicha petición, por lo que los obreros no tuvieron de otra que levantarse de la mesa y dar inicio al ya mencionado cese de actividades en diferentes municipios de Santander distribuidos en dos zonas: sur y norte.
La situación es bastante significativa y evidencia el grado de explotación al que son sometidos. Son más de 2500 trabajadores en situación de tercerización laboral, a los cuales les vienen reduciendo los salarios o siendo perseguidos laboralmente y son 400 obreros los que están reclamando el contrato directo; a esto se le suma que les toca pagar de su salario la alimentación y la reparación de las motos en las que se movilizan para poder cumplir con las extensas jornadas de trabajo que en ocasiones incluyen domingos y días festivos. Además, de que la labor que realizan los obreros tercerizados es un oficio de alto riesgo en donde existe la enorme posibilidad de presentarse diversos accidentes laborales, un aspecto que la empresa no reconoce.
Este es el lamentable panorama en el que se encuentran los obreros tercerizados de la ESSA-EPM. Por estas razones es que tomaron la justa decisión de parar las actividades y de librar una lucha hasta las últimas consecuencias mientras no se logre solucionar su situación.
¿Cuál ha sido la respuesta por parte de la patronal ante los justos reclamos de los obreros tercerizados?
La amenaza. Aprovechando la situación de que son empleados mediante “contrato obra-labor”, los amenazan con carta en mano de que en cualquier momento los pueden despedir ante cualquier inconformidad. Asimismo, la empresa, en vista del cese de actividades, ha tomado la decisión de dar inicio a lo que llaman “plan de contingencia”, un eufemismo que utilizan para no decir lo que realmente significa tal “plan”, es decir, esquirolaje. La patronal ha tomado la decisión, según nos cuenta Carlos Sierra uno de los líderes de los tercerizados, de asignarle a los trabajadores directos de la empresa y que cumplen labores administrativas desde hace un buen tiempo (y que no cuentan con las competencias y certificados de trabajo seguro en alturas), la función de suplir y “reemplazar” las actividades que los obreros tercerizados han cesado, poniendo en alto riesgo la vida de estos obreros directos.
Esta situación de tercerización laboral, un adefesio de la explotación asalariada que viven miles de hombres y mujeres bajo este sistema, no es un padecimiento exclusivo de los obreros tercerizados de la ESSA-EPM, sino que es “moneda corriente” en Colombia y en otros países del mundo. Por ejemplo, mientras los compañeros realizaban el mitin en Bucaramanga, al mismo tiempo en la capital de la república, los obreros tercerizados agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores Unidos de Industria de la Vigilancia y Seguridad Privada (SINTRAUNISEGURIDAD) también realizaban un mitin denunciando la precariedad laboral y persecución sindical por parte de la patronal SOS.
Por consiguiente, todos los obreros tercerizados de las distintas empresas del país deben seguir luchando por los medios necesarios hasta que se les reconozca como trabajadores directos y que obtengan condiciones idóneas para seguir con sus labores. Una lucha que debe llevarse no con la confianza ciega en las leyes, sino con la lucha directa, mediante la huelga, el paro, etc. Asimismo, es momento de fortalecer los lazos solidarios entre la clase obrera.
Héctor Peñarete, un dirigente obrero tercerizado que lleva más de 10 años trabajando para la ESSA-EPM y que aún no tiene un contrato directo con la empresa, hace un llamado a la solidaridad de toda la comunidad, para que acompañen esta justa lucha de los obreros tercerizados; solidaridad que ya se expresó en el mitin en Bucaramanga con el acompañamiento y ayuda de la Unión Sindical Obrera (USO), de SINTRAUNICOL y de otros sindicatos de la capital santandereana. De igual manera se espera que otras organizaciones sindicales y sociales se solidaricen y acompañen la lucha que vienen librando los compañeros obreros tercerizados.
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