Al correo de Revolución Obrera llegó el siguiente escrito de una docente de base, donde puede verse como en la práctica camina la Reestructuración del Movimiento Sindical y continúa imponiéndose el camino del paro, de la huelga, de la lucha organizada, como forma para exigir los derechos de las masas laboriosas.
Con mucha emoción los docentes del país, observamos cómo el pasado 15 de abril, los compañeros de Asoinca, levantaban victoriosamente el paro que completaba cuatro días. De fondo se escuchaba La Internacional y en medio de consignas y marcha, los docentes del Cauca celebraron una victoria que, indudablemente va mucho más allá de las reivindicaciones económicas, defendidas en general por todos los trabajadores. Este triunfo se resume en tres puntos:
Departamentalizar el servicio médico asistencial para los docentes en el Cauca. Este es un golpe contra la monopolización que los mercaderes de la muerte han ejercido para obtener mayor ganancia, al Cauca, lo ubicaron en la REGION 1, Salir de este grupo era la primera tarea para poder exigir la administración autónoma de los recursos económicos destinados para la salud. Este logro político ataca en la práctica la intermediación burguesa y el neoliberalismo en el campo de la salud, ya no en discurso sino con hechos, con pueblo, con movilización.
Administrar los recursos económicos bajo nuestra dirección y control, otro logro político contra la intermediación que sólo le interesa el lucro, en el caso nuestro, los excedentes permitirán mejorar la atención, ahí sí, en condiciones de dignidad, oportunidad, eficiencia y de calidad, bajo principios populares donde prime el bienestar colectivo.
No represalias y recuperación de la actividad académica, son aspectos fundamentales en la lucha de los trabajadores y más en los educadores, aspectos políticos que contribuyen a lograr mayor apoyo social y mejorar las condiciones para luchas futuras”
El valeroso paro de docentes en el Cauca agrupados en Asoinca, demuestra cómo en la práctica se enfrentan dos caminos: el de la lucha directa, organizada e independiente, con métodos de dirección y trabajo que toman las asambleas de las bases como mandato para la lucha por las reivindicaciones de los docentes, donde se negocia en medio de la asamblea, del paro, de la movilización, y no a espaldas de las bases; otro camino, que hemos condenado, es el de la negociación a escondidas de las bases, el de la firma de acuerdos sin contar con la asamblea, el de la desmovilización y la traición que impuso la dirigencia de FECODE.
Así se enfrentan concretamente dos métodos en el sindicalismo colombiano, uno que confia en la fuerza organizada de las masas, en la lucha directa como arma para conquistar las importantes reivindicaciones que el pueblo exige, que negocia basándose en los intereses de la mayoría, que informa a la asamblea el estado de los acuerdos y a referéndum de ella los aprueba o no, que por encima de FECODE y la burocracia impuesta por la dirigencia, logra reivindicaciones que incluso con el portentoso paro del magisterio de hace un año la dirigencia de FECODE traicionó.
Esta victoria, vuelve a elevar los ánimos de lucha de las bases del magisterio, quienes a un año del poderoso paro vendido por la dirigencia de FECODE, hemos visto estancado el asenso salarial y, en carne propia sabemos lo que es morir tratando de vencer la burocracia y negligencia del sistema de salud impuesto por el Fondo Prestacional del Magisterio (Fiduprevisora) que monopoliza las cesantias, pensiones y salud de los docentes colombianos y, dicho sea de paso por ser de regimen especial, no es vigilado, ni controlado por supersalud, ni por nadie.
Hoy, el magisterio colombiano recibe un gran ejemplo, donde siendo Asoinca filial de FECODE, emprendió su propia lucha, porque ello no implica perder su independencia e iniciar por sí mismos acciones de hecho para conquistar sus derechos. Los compañeros en el Cauca, han demostrado que es con la lucha desde abajo, destacando y eligiendo sus propias comisiones de negociación como se mantiene la independencia en medio del paro y a la vez se garantiza la negociación a referéndum de las asambleas de masas.
Ese es el camino que destaca la táctica revolucionaria, donde además el paro es la forma de lucha por excelencia para conquistar las exigencias, no como un simple ejercicio para mostrar al patrón; donde la fuerza principal son los obreros en alianza con el campesinado; donde este tipo de triunfos son parte de la acumulación de fuerzas, porque se aprende en la lucha, se gana confianza, se organiza el movimiento, se eleva el espíritu de combatividad y se mejoran las condiciones para los luchadores; una táctica que el pueblo colombiano impone en medio de la pacificación burguesa, de la colaboración de la dirigencia de las centrales sindicales con el gobierno, de la persecución laboral y de la crisis en salud que agranda los bolsillos de unos cuantos y somete a muerte a la mayoría.
Este es el camino que necesita generalizarse, no solo en el magisterio, sino a todo el pueblo colombiano, el de la Reestructuración del Movimiento Sindical, el del paro como forma de lucha, el de la Huelga Política de Masas, donde no solo un sector de las masas, sino todo el pueblo, se vuelque a exigir sus reivindicaciones económicas y políticas, imponiendo el método de las asambleas, encuentros y eventos de masas donde se decidan los puntos a exigir, las formas de lucha y las fuerzas para lograrlo, todo a la luz de los intereses de las masas laboriosas.
Adelante compañeros, es hora de retomar nuestra lucha como parte de las luchas de todo nuestro pueblo.
Docente de base