Las madres comunitarias del ICBF se lanzaron a la huelga el pasado 22 de marzo, durante tres días mantuvieron su protesta contra el Estado en cabeza Santos, que les niega los derechos laborales y prestaciones sociales. El Estado de los dueños del capital se pasa por la faja la ley burguesa a cuando de los oprimidos y explotados de la sociedad se trata, y este es un botón de muestra, pues la ley burguesa falló a favor de la contratación directa de las madres comunitarias por parte del Estado, pero el presidente de la paz de los ricos, no acató el fallo y devolvió la sentencia para burlar a las madres de los hijos del pueblo.
Además del incumplimiento que ya es común en el gobierno, está la desigualdad entre los hogares comunitarios y los Centros de Desarrollo Infantil o Jardines de Integración Social, los cuales dotan cada seis meses según dicen las madres comunitarias, mientras que ellas deben conseguir por su cuenta los implementos para atender las necesidades de los niños a su cargo, porque sus dotaciones son insuficientes. Una completa desventaja que también condena a las madres comunitarias a una vejez llena de afujias, porque tampoco está garantizada su pensión, de ahí que su lucha por hacer cumplir la sentencia T 480 para que sean reconocidas como empleadas del Estado, donde se garanticen sus derechos laborales, es más que justa.
Por ello las cuidadoras han realizado concentraciones en diferentes partes del país, que se sintieron en La Guajira, Risaralda, Neiva y Bogotá por nombrar algunas. En ellas agitaron consignas de denuncia, repartieron propaganda y desplegaron sus pancartas y banderas de lucha. Las familias de los niños que estas 63 mil madres comunitarias cuidan, sintieron en carne propia la importancia del trabajo de estas mujeres, al tener que resolver en esos días de huelga el cuidado de sus hijos. La sociedad capitalista y su Estado de dictadura de los ricos nunca reconocerán con sinceridad el valiosísimo papel que estas madres juegan en la sociedad, porque bajo este sistema, el problema de los hijos lo deben resolver individualmente las mujeres, no es problema de ellos y si algo invierten en el cuidado y educación de los niños, es para que su sistema no se desestabilice con un estallido social.
Pero ya no se puede contener más la furia de las masas, la rabia crece cuando Santos frena la sentencia objetando que el proyecto de ley generaría un golpe económico de enormes proporciones debido a que, según sus cálculos, representaría casi 800.000 millones de pesos, y esto afectaría la atención de los niños, porque se le daría prioridad al capital humano. Infame argumento cuando no objeta nada ante los millonarios salarios de los congresistas y los sueldos descomunales de la alta burocracia, o los desfalcos y escándalos de corrupción como Reficar u Odebrech, donde él mismo está implicado. Esos sí que le cuestan al pueblo, esos sí que atentan contra la niñez, y no las hipócritas preocupaciones de Santos, cuando se sabe perfectamente que solo con lo que se embolsillan en escándalos de corrupción, se cubrirían muchas de las necesidades del pueblo colombiano.
Compañeros, esta situación no cambiará hasta que el pueblo y los demás sectores en conflicto se solidaricen entre sí, en particular ahora con las madres comunitarias para que puedan continuar luchando hasta conquistar la contratación directa con el Estado.
Ese es el camino que el pueblo colombiano debe transitar para lograr todas sus peticiones al Estado burgués, que en cabeza de uno u otro, siempre estará presto a favorecer a la minoría de burgueses, terratenientes e imperialistas que viven del trabajo de la mayoría. Por ello saludamos esta valerosa huelga, porque además de justa, es una muestra de que el pueblo necesita organizar una Huelga Política de Masas en todo el país y con la participación de millones de luchadores de las masas, que se enfrenten a las medidas antiobreras que el gobierno de Santos está tomando contra el pueblo, pero sobre todo, porque la labor de estas madres es fundamental en la sociedad y nunca será reconocida como tal, pues esta labor es la base de lo que el socialismo ha hecho y hará al liberar a las mujeres del cuidado y crianza exclusiva de los hijos al socializar estas tareas.