¿QUIÉNES SON LOS GUERRERISTAS?

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Ante el pronunciamiento del periódico Revolución Obrera contra el plebiscito, algunos lo acusan de ser guerrerista. Pero ¿quiénes en realidad son los guerreristas en Colombia?

Los guerreristas son los que han financiado la guerra contra el pueblo, desplazando a 7 millones de campesinos de sus tierras. A los que ahora pretenden engañar los ricachones victimarios con los falsos cánticos de paz. Falsos porque a nombre de la paz aspiran culminar y legalizar el robo de 10 millones de hectáreas que no serán devueltas a los pobres del campo y que por el contrario, burgueses y terratenientes socios de los imperialistas continuarán defendiendo con la fuerza de los fusiles. Que lo digan los paramilitares que alcanzaron a ocupar y controlar militarmente 6 millones de hectáreas y cuyo poder permanece incólume; que lo diga el ejército burgués que se ha fortalecido hasta ser uno de los más grandes y sanguinarios del mundo, cuyo presupuesto de financiación será aumentado; que lo digan los jefes guerrilleros que también impulsaron el desplazamiento y entraron en la disputa por la renta extraordinaria de los sicotrópicos, los cultivos agroindustriales, la minería y la extracción petrolera, convirtiéndose hoy en día la cúpula de las FARC en una nueva burguesía, propietaria de capital y de tierra.

La aterradora lista de masacres desde los años 50’s, la mayor cifra de desaparecidos que tenga la región en este continente y la guerra de guerrillas de 50 años, con sus diez millones de colombianos en el exilio, la causaron los imperialistas y los capitalistas, no los revolucionarios. Esas familias y grupos del poder son los que hoy hablan de paz y ponen todos sus medios de comunicación a pregonar la pacificación del pueblo colombiano.

Son los grupos económicos y su insaciable sed de ganancia los que han desplazado, como por ejemplo en la Guajira, donde el monopolio de extracción carbonífera en El Cerrejón ha expoliado durante tres décadas la riqueza natural y ha explotado a más de 12 mil obreros. Casos como estos continuarán, con o sin FARC, con o sin acuerdo de La Habana. Entonces, ¿quiénes son los guerreristas?

En Colombia no son más que 2300 terratenientes los dueños de la mayoría de la tierra aprovechable del país. Esta situación no la va a cambiar el acuerdo de La Habana, que cuando más promete devolver 5 millones de personas al campo, quienes irán no en calidad de antiguos propietarios de sus tierras, sino como mano de obra barata, que se aposentará al lado de los grandes proyectos agroindustriales, mineros y energéticos.

Si bien ricos y pobres aspiran a la paz, jamás se debe olvidar que la paz para los ricos es guerra contra con el pueblo y que el único camino inevitable para que explotados y oprimidos se liberen definitivamente del yugo del capital es el de la guerra popular, el de una guerra justa de las clases sometidas contra burgueses, terratenientes e imperialistas, los cuales a las buenas no renunciaran a su condición de esclavistas que viven del trabajo ajeno.

No hay que creerle a la burguesía y sus medios de propaganda, ellos son enemigos del pueblo colombiano; son los principales financiadores de la guerra reaccionaria y los beneficiarios de la legalización del despojo de millones de campesinos. Contra la burguesía: ¡guerra de clases!, no reconciliación y paz entre oprimidos y opresores.

“Los socialistas han condenado siempre las guerras entre los pueblos como algo bárbaro y feroz. Pero nuestra actitud ante la guerra es distinta, por principio, de la que asumen los pacifistas burgueses (partidarios y propagandistas de la paz) y los anarquistas. Nos distinguimos de los primeros en que comprendemos el lazo inevitable que une las guerras con la lucha de clases en el interior del país, y en que comprendemos que no se puede suprimir las guerras sin suprimir antes las clases y sin instaurar el socialismo; también en que reconocemos plenamente la legitimidad, el carácter progresista y la necesidad de las guerras civiles, es decir, de las guerras de la clase oprimida contra la clase opresora, de los esclavos contra los esclavistas, de los campesinos siervos contra los terratenientes y de los obreros asalariados contra la burguesía.»

Vladimir Ilich

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