La juventud proletaria y las nuevas fuerzas para la Revolución

La juventud proletaria y las nuevas fuerzas para la Revolución 1

Innumerables actividades de movilización se han desarrollado por todo el país, demostraciones del pueblo en todas partes y de muchas formas desde el 21 de Noviembre se han podido ver, en medio de todo el auge de lucha de las masas alrededor del mundo que se levantan contra el capitalismo en agonía. De todo esto hemos sido testigos y nos llena de mucho entusiasmo revolucionario.

Y sería un error no reconocer en toda esta actividad la importante labor de nuestros jóvenes, pues sin duda han sido ellos quienes han impulsado la lucha en las calles y han logrado mantener arriba hasta estos días el espíritu de rebeldía. Han llevado la batuta en movilizaciones, plantones, asambleas locales, demostraciones artísticas, encuentros, cacerolazos y lucha de barricadas contra la represión y han sido los jóvenes quienes han sufrido más los embates del terrorismo de Estado poniendo los detenidos, los golpeados y los muertos.

La juventud rebelde ha ido adelante y ha asumido un papel de vanguardia contra las medidas impuestas por el imperialismo a través de los lacayos capitalistas nacionales, han sido ejemplo de persistencia y de valentía como lo hemos podido retratar en varios de los artículos y publicaciones gráficas de nuestro diario en la Web y en las distintas plataformas. Hemos sido testigos de esta realidad y lo reconocemos en todo momento.

Los jóvenes sin duda están llamados a ser la vanguardia en todo este periodo, “El mundo está maduro para la revolución” como lo afirma el programa de la Unión Obrera Comunista (mlm) y la nueva generación trae las nuevas fuerzas, por esto es importante que esta vanguardia cumpla con un papel determinante y eso solo es posible en la medida en que sea activa la participación de la clase obrera. Los estudiantes han demostrado tener una gran capacidad y una indudable persistencia que logra incomodar a los dirigentes del gobierno, a algunos de los partidos políticos y a los medios y gana el aprecio de una gran parte del pueblo que reconoce su valor, pero ¿cuál sería el panorama si los jóvenes proletarios no estuviesen en sus puestos de trabajo produciendo ganancia al patrón, sino en las calles alterando el orden burgués?

Las nuevas fuerzas no solo se pueden enmarcar en el ámbito estudiantil, por un lado, porque la población universitaria debido a las escasas oportunidades de ingresar a la educación superior es mínima, y por otro, porque las grandes masas de jóvenes bachilleres o profesionales se ven empujadas a vender su fuerza de trabajo bien sea para sobrevivir, para sostener a sus familias o para intentar pagar sus estudios. Es por esto, que las fuerzas revolucionarias deben nutrirse principal y necesariamente por los obreros de las fábricas, del comercio, de áreas de servicio, de las comunicaciones, de las centrales de atención telefónica, del transporte, de la salud y también, del ejército de desempleados.

Es el proletariado la fuerza principal para la revolución y por eso se hace necesario el llamado a la juventud que nos lee, para movilizarlo y vincularse fuertemente a él más allá del espectro sindical de las centrales con sus jefes traidores, para fortalecer la lucha contra las medidas económicas y políticas impuestas por los imperialistas y el régimen mafioso del uribismo como administrador del Estado, avanzando a un Paro Nacional Indefinido que multiplique lo que se ha logrado con el Paro del 21 y los días posteriores, no solo en acciones sino en contundencia, pues deteniendo la producción y afectando sus bolsillos estará el pueblo en superioridad y con la completa capacidad de exigir la derogación de cualquier ley, detener cualquier reforma, enfrentar el terrorismo de Estado, aumentar los salarios, impedir alzas que degraden aun más la vida de las familias obreras… para aplastar cualquier “paquetazo”. Además, porque ya no solo se trata de enfrentar al gobierno de turno, se trata de enfrentar directamente al Estado opresor y de construir un nuevo poder, desde abajo y por la fuerza.

Y es esta la tarea más grande, es este el objetivo claro de la clase más revolucionaria que está llamada a transformar la sociedad, por tanto las nuevas fuerzas que se van destacando en la lucha están llamadas a participar de las tareas de la revolución, a vincularse activamente a la construcción del Partido Comunista Revolucionario, están llamadas a ser la joven guardia que necesita con urgencia el movimiento comunista para construir un rojo y brillante porvenir.

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