Nadie se imaginaba que las sanguinarias fuerzas del régimen proimperialista ruso comandadas por Bashar al-Assad en Siria, serían derrotadas fácilmente en unos pocos días por las fuerzas lideradas por Hayat Tahrir al Sham (HTS) conocida en español como: Organización para la Liberación del Levante.
Tal derrota del régimen proimperialista ruso en Siria no hubiera sido posible sin el apoyo económico, político, militar y de inteligencia brindado por los imperialistas yanquis a la fundamentalista islámica HTS y por Turquía al Ejército Nacional Sirio (SAN).
Aunque los nuevos gobernantes sirios posan de moderados y anuncian la restauración de la democracia, instaurarán su propia dictadura oscurantista y se venderán al mejor postor imperialista, tal y como lo hizo Bashar al-Assad.
No es casual que de inmediato el Estado sionista de Israel, el perro de presa yanqui en Medio Oriente, bombardeara las bases del ejército sirio principalmente las defensas aéreas y la base naval de Tartus; además se apoderara del monte Hermón en los altos del Golán en la zona desmilitarizada en Siria, violando el acuerdo internacional firmado en 1974, anunciando que duplicará su población y que mantendrá sus tropas allí. Medidas que apuntan no solo a diezmar las defensas de Siria ante la imprevisible actitud de los nuevos gobernantes frente a Estados Unidos e Israel, sino además a ampliar su propio territorio.
La caída de al-Assad es también un duro golpe a los imperialistas rusos, cuya presencia en Siria aún no está resuelta en donde tiene bases militares, especialmente la base aérea de Himimim y la base naval de Tartus en la provincia de Latakia que constituyen su principal base de apoyo en Medio Oriente, no solo aérea sino en el mar Mediterráneo. Y aunque algunos especulan sobre su posible traslado a Libia, hasta ahora se sabe que HTS y Rusia mantienen conversaciones amistosas e incluso se ha visto que Rusia está operando con fuerzas de HTS protegiendo sus convoyes. Aun así, todavía no existe nada claro, pues no puede olvidarse que Rusia desempeñó un papel importante en la lucha de al-Assad contra HTS. Así las cosas, el único respaldo con que cuenta Rusia en la región sigue siendo Irán más al oriente.
En todo caso, tanto Rusia como Estados Unidos están bregando a tranzar acuerdos con HTS para garantizar su presencia e injerencia en Siria. La situación sigue siendo inestable tanto en Siria, como en todo el Medio Oriente, con Israel avanzando respaldado por Estados Unidos y la OTAN. Lo ocurrido hasta ahora en Siria y lo que ocurrirá allí, en Irán, Irak, Libia, Yemen… solo puede entenderse como parte de la disputa interimperialista y los preparativos de guerra mundial por un nuevo reparto del mundo.
Los pueblos del Medio Oriente, no pueden esperar nada bueno de sus gobernantes, porque todos ellos se venderán al mejor postor imperialista. El pueblo palestino tampoco puede esperar un apoyo real de los supuestos gobernantes amigos de la causa palestina, porque estos son apenas fichas de uno u otro imperialista; su resistencia solo puede contar con el apoyo del proletariado y los pueblos del mundo que siguen movilizándose por su causa.
Y frente a la situación convulsionada que se presenta en todos los países, se necesita la unidad de los proletarios y pueblos del mundo para aprovechar la inestabilidad general del orden existente y avanzar en la lucha revolucionaria mundial, que ponga fin a las guerras de rapiña imperialista y establezca el socialismo en toda la tierra.