En medio de hipócritas llamados de cese al fuego, pero permitiendo que a Israel se le siga llenando de armamento, la Franja de Gaza sigue siendo desangrada, pues infamemente, hasta la ayuda humanitaria, les sirve a los imperialistas de motivo para que el pueblo gazatí sirva de carne de cañón, tal como sucedió en estos días cuando un centenar de palestinos corría detrás de un convoy de ayuda humanitaria, y terminó siendo masacrado por Israel.
En medio de un tire y afloje que Estados Unidos utiliza hasta para la campaña electorera por la presidencia de la república sin importarles en lo más mínimo el pueblo, los organismos internacionales ya hablan de la cercanía a una hambruna. Se consideran cinco fases que Palestina ya cubre peligrosamente: mínima, acentuada, crisis, emergencia y hambruna. Así, Gaza alcanza la etapa de crisis, pues toda la población, los 2,2 millones de habitantes está en la fase 3 o de crisis; el 50 % está en la fase 4 o de emergencia y 1 de cada 4 hogares ya está en la fase 5 o de hambruna, esto para no hablar de los cientos que mueren a diario víctimas de los ataques directos, que ya van en más de 41.182 muertos y 95.280 heridos, según las cifras oficiales que no pueden tener en cuenta a quienes quedan bajo los escombros de sus viviendas, escuelas, hospitales y centros de refugio, hasta donde son alcanzados por las balas y misiles asesinos de Israel y sus aliados.
Denunciamos la masacre de más de 100 gazatíes debido al bombardeo que realizó el ejército sionista de Israel contra la escuela de Al Tabaien el 10 de agosto, en el centro de Gaza, ubicada junto a la mezquita Daraj Tuffah, que sirve como refugio a cientos de desplazados. En esta masacre, que coincidió con la hora de las oraciones de la mañana, la mayoría de las víctimas fueron niños. Los heridos se contaban por decenas. En dos semanas, los sionistas destruyeron ocho escuelas en Gaza en las que se refugiaban cientos de personas desplazadas por el genocidio que comete Israel con el patrocinio de los Estados Unidos en Palestina.
Los sionistas no tienen escrúpulos a la hora de oprimir al pueblo palestino. Son varios los videos e imágenes de los soldados de las asesinas Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en los que se graban sonrientes mientras detonan explosivos que destruyen barrios enteros en Palestina; o posando en las viviendas de niños y mujeres palestinas que han asesinado con sus peluches o con ropa interior femenina. Las FDI también se han encargado de raptar los cadáveres de los palestinos asesinados para extraer sus órganos, como sucedió con 120 cuerpos de gazatíes sustraídos tras el asalto del Hospital Al Shifa. Recientemente se conoció que las FDI destruyeron un convoy que transportaba vacunas contra la poliomelitis que estaban siendo aplicadas en Gaza.
Y es que como hemos podido darnos cuenta, durante casi un año que se cumple el próximo 7 de octubre el pueblo palestino se encuentra totalmente sitiado por Israel y los imperialistas encabezados por los Estados Unidos, que se pasan por la faja todos los acuerdos humanitarios burgueses para la guerra, sin que la llamada comunidad internacional haga nada por detener esta horrenda máquina de muerte que cada vez más intensifica el genocidio contra el pueblo palestino. Es necesario conquistar la unidad de los comunistas revolucionarios en la construcción de sendos Partidos Comunistas Revolucionarios en cada país -incluida Palestina misma-, pero sobre todo, avanzar en las tareas de la construcción de una Nueva Internacional Comunista basada en el marxismo leninismo maoísmo, que contribuya realmente a romper la impotencia política de los comunistas contribuyendo con la liberación del hermano pueblo palestino, pues somos los únicos que podríamos ponernos al frente declarándole la Guerra Popular al sionismo y al imperialismo, transformando el genocidio en Guerra Popular y dirigiendo al proletariado internacional en su defensa.
