EDITORIAL
En este nuevo número de la revista nos reafirmamos en el editorial del primer número con el que iniciamos esta aventura, la revista Lucha de Dos Líneas:
«No es la revista de un partido, ni de un bloque, ni de una determinada facción o tendencia dentro de los marxistas-leninistas-maoístas, sino una decisión tomada por diferentes partidos y organizaciones para promover la lucha de dos líneas dentro de los comunistas, como su nombre y su lema indican, y para contribuir a su unidad, en particular, con la preparación de una Conferencia Unificada Marxista-Leninista-Maoísta.
«La necesidad de una revista como Lucha de Dos Líneas radica en la urgencia que tiene el Movimiento Comunista Internacional de hacer frente a los retos que le plantea la situación mundial, ante la agudización extrema de las contradicciones más importantes del capitalismo imperialista: la contradicción entre el proletariado y la burguesía, la contradicción entre los países imperialistas y los pueblos y naciones oprimidos, la contradicción entre los distintos países imperialistas y los monopolios.
«Contradicciones que a su vez provocan un auge de la revolución mundial expresado por los levantamientos de las masas populares en todo el mundo, la agresión contra los países oprimidos y sus guerras de resistencia, los crecientes preparativos de una guerra mundial para un nuevo reparto del mundo, a lo que se añade la escandalosa destrucción de la naturaleza… hechos que indican el avanzado estado de agonía del capitalismo imperialista y las excelentes condiciones para el avance de la revolución, que urgen a los comunistas a unificar sus esfuerzos para formar un centro de dirección revolucionaria internacional y avanzar en la construcción del Partido de la clase obrera en cada país, crucial para garantizar el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial».
Los tres números anteriores de la revista recogían los primeros textos elaborados por los partidos y organizaciones que se pronunciaron en la revista; además de otros importantes documentos, entre los que destacamos el de los camaradas de la India, «La posición del PCI (Maoísta) sobre la Liga Comunista Internacional».
Está claro que es necesario combinar la lucha de dos líneas con el desarrollo del debate para avanzar en el camino hacia el objetivo de esta lucha de dos líneas, que es la organización de una verdadera conferencia internacional unificada de los MLM y, sobre la base de la unidad en los principios y la acción realmente llevada a cabo, formar una nueva Organización Internacional como segundo paso tras el primero representado por la fundación del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) -del que este año celebramos el 40 aniversario- y como salida real a la crisis del movimiento comunista internacional provocada por el colapso del MRI. Una crisis que ha traído dispersión, fragmentación en lugar de unidad, nacionalismo en lugar de internacionalismo, debilidad en lugar de fortaleza, frente a los grandes retos y oportunidades que la situación internacional y nacional plantean hoy al movimiento comunista internacional.
El trabajo ideológico, teórico y programático que hemos realizado es todavía insuficiente para lograr la unidad en una Conferencia Internacional del MLM. Es necesario avanzar en la lucha tanto contra el revisionismo como contra el «izquierdismo», la línea, extremista en las palabras pero oportunista en los hechos, que aparentemente levanta principios pero los tergiversa para sustituir el marxismo-leninismo-maoísmo por una fraseología vacía. Tenemos mucho que hacer al respecto, con un método dialéctico.
La segunda cuestión es de comprensión teórico-práctica. Esta lucha de dos líneas tiene que librarse en el fuego de la lucha de clases en estrecha conexión con las masas. Por lo tanto, tiene que ir a la par y fundirse con la batalla contra las posiciones políticas que descienden de los puntos ideológicos y teóricos planteados por esa fracción sobre las principales cuestiones que marcan la lucha de los comunistas en el movimiento proletario de masas tanto en los países oprimidos por el imperialismo, centro de la tormenta que atraviesa el mundo, como en los países imperialistas, centro del choque en el vientre de la bestia. La razón es que, indudablemente, las consecuencias de estas posiciones teóricas e ideológicas se traducen en una línea táctica y estratégicamente errónea frente a la guerra imperialista, la reacción y el nuevo fascismo (moderno), así como para la organización y la política sindical y social de los proletarios y las masas populares, tanto en los países oprimidos por el imperialismo como en los países imperialistas, que en última instancia determinarán la victoria y el avance del movimiento comunista internacional y el destino de la revolución proletaria y socialista en el mundo. Esta labor corresponde al internacionalismo proletario señalado por Lenin, basado en el marxismo, al que el Presidente Mao se adhirió firmemente.
Precisamente por ello la lucha de dos líneas se alimenta del esfuerzo por unir a todos los partidos y organizaciones comunistas MLM del mundo en las Declaraciones del Primero de Mayo, tanto en la diversidad de acentos, posiciones y prácticas, que aún subsisten, como en el trabajo de todos los comunistas para apoyar la punta de lanza de la revolución en el mundo representada por las guerras populares, en primer lugar las más avanzadas en nuestro ámbito, como la Guerra Popular en la India dirigida por el Partido Comunista de la India (Maoísta).
La lucha de dos líneas marcha hacia la unidad para una Conferencia Internacional del MLM, esforzándose por establecer la línea de acción frente a la situación actual a nivel internacional, apoyando las guerras populares con un trabajo conjunto realizado de diferentes maneras, diferentes campos y con diferentes fuerzas, basado en el análisis concreto de la situación concreta. Todo ello requiere manejar la relación entre unidad y lucha, pasos conjuntos hacia adelante, nudos desatados y por desatar, sobre la base del avance efectivo de los comunistas y en los movimientos proletarios y de masas, en los aspectos tácticos y estratégicos, y no sobre la autopropaganda, la repetición de frases estereotipadas, la autorrepresentación de avances lineales y sorpresivos, que son objetivamente las características de la fracción subjetivista representada por la LCI.
Este nuevo número muestra que la lucha de dos líneas avanza con este fin, al servicio de la unidad de los comunistas y de una nueva unidad del proletariado y de las masas oprimidas y explotadas.
Los editores
