Estudiantes y profesores de la Universidad de Columbia en Nueva York, abrieron el reciente río de protestas que se ha extendido en pocos días por varias ciudades de los Estados Unidos. Allí desde mediados de abril a las afueras del campus en el norte de la emblemática imperialista zona de Manhattan se levantó imponente la acampada de los estudiantes con la consigna de Poner fin a la guerra en Gaza
Las manifestaciones en un comienzo fueron menospreciadas por representantes del gobierno, quienes llamaron a los estudiantes a «no hacer bobadas y regresar a estudiar», sin embargo en cuestión de horas los hechos registrados en Nueva York rápidamente fueron replicados en otras ciudades donde estudiantes y profesores encabezaron la toma de los claustros para ondear banderas palestinas, organizar manifestaciones y acampadas y exigir a todas las directivas de las universidades romper todo vínculo con el Estado de Israel y con las empresas que se están beneficiando de la masacre contra el pueblo palestino, a su vez la exigencia al gobierno de Biden de detener el apoyo al Estado asesino Israelí y obligar a parar la masacre.
En la Costa Oeste, en la Universidad del sur de California las protestas explotaron igualmente con tal intensidad, que el jueves 25 de abril las directivas se vieron obligadas a cancelar la ceremonia de graduación 2024 luego de que la noche del miércoles las fuerzas represivas golpearon y detuvieron a varios estudiantes pro-palestinos; en un comunicado la universidad explicó que «no podremos albergar a los cerca de 65000 asistentes a la ceremonia programada para la mañana del 10 de mayo», además se ordenó el cierre del campus.
En la Universidad politécnica Estatal de Humbolt en California que se encuentra tomada desde el día 22 de abril la represión ha sido igualmente brutal, pues allí los estudiantes y profesores han desafiado la orden de desalojar el claustro, lo que ha impulsado un movimiento de maestros y otros intelectuales que se han solidarizado con los manifestantes y condenado las acciones de la fuerza policial, movimiento que se expresó en una carta pública dirigida a la comunidad y a los administradores de la Universidad, en ella entre otras escriben que «deploramos el uso de violencia física por parte de policías y alguaciles universitarios, locales y regionales y el despliegue de otras tácticas extremas, como helicópteros» La carta está firmada (hasta el 28 de abril) por 296 nombres de profesores y personal de la universidad a los que se sumaron con firmas, 884 estudiantes, ex alumnos y activistas de otros campus.
Y así, en muchas universidades de todo el territorio de los Estados Unidos el llamado a «no hacer bobadas» fue ridiculizado y respondido por el crecimiento exponencial de lucha en las mismas entrañas de esta bestia imperialista que ya empieza a sentir las consecuencias de su aleve y criminal actuación como cabeza del asesinato en tan pocos meses de más de 34000 palestino en Gaza.
En los Estados Unidos, el supuesto templo de la democracia mundial, que es en realidad el mayor asesino de los pueblos del mundo, las fuerzas del orden han respondido con sevicia y brutalidad contra los manifestantes, caso por ejemplo de la Universidad de Emory en el sudeste de Atlanta donde los manifestantes fueron desalojados por la fuerza y ante las evidencias registradas y difundidas por las redes de internet, la policía tuvo que reconocer que utilizaron sustancias químicas irritantes y pistolas paralizantes contra varios de ellos.
Pero como en la mayoría de casos de la lucha de masas, y este no sería la excepción, la represión brutal y asesina de los adalides de la democracia no apaga la lucha, en realidad esa actuación es como querer apagar un incendio con gasolina, así que en lugar de no hacer más bobadas e irse a estudiar juiciosos como borregos; el fin de semana reportó protestas en más de 60 universidades de los Estados Unidos, más de 500 detenidos y las banderas de palestina ondeando muy en alto, como el caso de la Universidad de Carolina del Norte donde los estudiantes montaron campamento el viernes 26 con una gran pancarta donde se lee ¿Qué has hecho tú para acabar con el genocidio?
Y cerrando estas líneas, otro reporte de esta curva ascendente de lucha en los Estados Unidos, tuvo como escenario la ciudad de Washington donde el sábado 27 de abril, la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que se celebra cada año desde 1920, fue saboteada por los manifestantes quienes se apostaron en frente del lujoso hotel Hilton de la capital yanqui, corearon consignas de apoyo al pueblo palestino y en un momento desplegaron desde el último piso del lujoso hotel una enorme bandera palestina acompañada del emplazamiento a los periodistas de rendirle honor a su profesión y decirle la verdad al pueblo y no seguir siendo cómplices y encubridores de los asesinos imperialistas.
En un comunicado expresaron que es inaceptable permanecer en silencio por miedo o preocupación profesional mientras los periodistas en Gaza siguen siendo detenidos, torturados y asesinados por hacer nuestro trabajo, esto a propósito de la cifra que publicó el Comité para la Protección de Periodistas con sede en New York donde denuncian que al menos 97 reporteros (de los cuales 92 son palestinos) han sido asesinados desde el 7 de octubre del 2023, más otros 16 heridos.
La lucha que ha tomado una fuerza especial los últimos días en los Estados Unidos es una parte del crecimiento de la movilización en todo el mundo en apoyo al pueblo palestino y la condena al Estado de Israel, crecimiento que ha tenido mucha importancia en países europeos donde los gobiernos han apoyado también al genocida Estado de Israel; los medios digitales están rompiendo el cerco de desinformación que quieren levantar los criminales imperialistas pero el mismo pueblo ha logrado impedirlo.
Lo que pasa en los Estados Unidos hay que destacarlo por ser en las entrañas del imperialismo yanqui, pues allí es donde más les duele y si esa fuerza encabezada por los estudiantes logra seguir extendiéndose y salir de las universidades a las calles de las ciudades y ganar a millones, el levantamiento popular en los Estados Unidos puede llegar a ser un factor decisivo en quebrarle el espinazo a los imperialistas para que pongan freno a esa masacre.
Los obreros revolucionarios deben escuchar el clamor de los jóvenes que están llamando a parar el genocidio, y en esa perspectiva, es deber de los comunistas y del resto de fuerzas revolucionarias y el pueblo que odia al imperialismo, no solo aplaudir a estos aguerridos jóvenes, sino ir en su apoyo, convertir estos riachuelos de lucha, en una fuerte tempestad que ponga en jaque a todos los imperialistas y sus escuderos reaccionarios; los pueblos del mundo tienen que empujar todo aquello que contribuya a acabar con este oprobioso sistema de explotación, genocidio, de hambre, destrucción de la naturaleza, pues si no lo paramos, nos puede llevar a la destrucción de toda la vida en el planeta.
Adelante jóvenes revolucionarios, que su clamor y lucha encuentren eco en las fuerzas del pueblo encabezadas por el proletariado y que el próximo Primero de Mayo sea otro clavo en la tumba del insepulto capitalismo imperialista.