Poner fin inmediatamente a los ataques aéreos y con proyectiles de mortero contra la población civil de Bastar. Poner fin al uso indiscriminado de la fuerza y a la pérdida de vidas inocentes deteniendo las operaciones militares contra civiles desarmados.
Formar un comité especial encabezado por un juez retirado del Tribunal Supremo para llevar a cabo una investigación exhaustiva e imparcial sobre el grave genocidio que se está produciendo en la región de Bastar.
Acusar a los militares de crímenes de guerra por violar las normas internacionales de derechos humanos y los derechos humanos recogidos en la Constitución india, y tomar medidas ejemplares.
El gobierno indio no sólo está violando su propia Constitución, los principios de la Convención de Ginebra y las declaraciones de derechos humanos, sino que además está librando una guerra contra su propio pueblo.
