La terrible situación del pueblo palestino confinado y bloqueado por el Estado sionista de Israel y el repudio al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por el monigote Donald Trump hace unos meses, desencadenaron un nuevo levantamiento en la Franja de Gaza. Se trata de la Gran Marcha del Retorno iniciada el 30 de marzo y que según sus organizadores se prolongará hasta el 14 de mayo, cuando se cumple el 70 aniversario de la fundación del Estado de Israel por acuerdo de la ONU.
En las movilizaciones del 30 de marzo y 7 de abril fueron asesinados más de 30 manifestantes y heridos más de 2000 por las balas del genocida ejército israelí con el vil y trillado pretexto de defenderse.
Lo que está ocurriendo en Gaza confirma lo dicho en este medio en varias ocasiones; por eso, más que los detalles de los hechos recientes y por todos conocidos, queremos presentar a nuestros lectores aspectos de lo que está en el fondo de ellos y publicados en Revolución Obrera.
¡IMPERIALISTAS Y SIONISTAS SON LOS TERRORISTAS!
¡CINISMO IMPERIALISTA!, es el expresado en la impúdica posición de los imperialistas de Estados Unidos y de Europa, de considerar que “Israel tiene derecho a defenderse”, cuando siempre a lo largo de 60 años, ha sido ese Estado Sionista el agresor, el invasor, el asesino, el opresor colonial del Pueblo Palestino, cuya causa sí justifica resistencia y rebelión por el derecho a vivir en su territorio, a liberarse de la opresión imperialista sionista y a existir como Estado independiente.
¡HIPOCRESÍA IMPERIALISTA!, manifiesta en la diplomacia de la burguesía de los demás países imperialistas como Rusia y China, y de las clases dominantes burguesas y terratenientes lacayas en los países oprimidos, incluidos los árabes, que apenas consideran “desproporcionadas” las operaciones militares de Israel, y se limitan a proponer o votar “resoluciones de condena” en la ONU, organización al servicio de los intereses imperialistas, que no son otros que oprimir y explotar a los pueblos del mundo. Que desde 1968 el Estado sionista de Israel haya ignorado 32 resoluciones del Consejo de Seguridad y no haya pasado nada, indica que la ONU solo ha servido para revestir de impunidad sus crímenes de guerra, porque en este caso Israel es un ejecutor de los crímenes imperialistas en esta zona.
¡TERROR IMPERIALISTA SIONISTA!, ha sido la política de guerra constante durante 60 años contra el Pueblo Palestino. Terror reaccionario que mediante el bloqueo por aire, mar y tierra, desde el 2006 convirtió la Franja de Gaza en la mayor cárcel del planeta. Terror imperialista sionista, que pretextando “la amenaza terrorista” de unos cohetes caseros, rústicos y sin puntería, lanza sobre el Pueblo Palestino una lluvia de misiles de última generación, con tal grado de precisión que van antecedidos de un proyectil sin explosivo supuestamente para “avisar a la población que despeje el blanco”, pero a escasos tres minutos llega la verdadera bomba destructora dirigida precisamente a campos de refugiados, hospitales, mercados, edificios multifamiliares… al propio corazón del Pueblo Palestino donde muchas víctimas son niños. Terror imperialista sionista que argumentando la destrucción de túneles con cohetes, ha lanzado las fuerzas de infantería y poderosos tanques contra el pueblo desarmado, arrasando todo, destruyendo todo, quemando todo. Este es el verdadero terrorismo imperialista aplaudido por la burguesía mundial; silenciado por todos los medios reaccionarios de comunicación, tan sanguinario, tan atroz, tan inhumano, que varios periodistas de guerras no han podido callar su asco y repudio, siendo despedidos de inmediato.
¡EL IMPERIALISMO ES UN SISTEMA MUNDIAL DE OPRESIÓN Y EXPLOTACIÓN! Los crímenes de guerra que hoy inundan de sangre palestina las ruinas de la Franja de Gaza, no son algo excepcional en estos tiempos. Son parte de la estela de crímenes imperialistas contra los pueblos del mundo, que en las última décadas también ha pasado por la Península de los Balcanes, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Ucrania, Malí, Somalia… Y no es que a los imperialistas les guste la sangre por la sangre. Son vampiros humanos porque es insaciable su sed de ganancia, de monopolización y acumulación de capital. El sistema mundial capitalista desde hace más de un siglo agotó todo lo que históricamente podía dar al desarrollo de la sociedad; desde entonces es un parásito que la desangra para sacarle más ganancia; es un sistema en agonía y descomposición que estrangula a la sociedad y destruye la naturaleza, para obtener más ganancia. Ni a los imperialistas ni a los reaccionarios les importa un comino la situación del pueblo palestino, ni de ningún pueblo del mundo. Solo les interesa la riqueza de hidrocarburos (gas y petróleo) existente en la Franja de Gaza y en todo el Oriente Medio. El trasfondo económico es el verdadero motivo de esta guerra sanguinaria y de todas las guerras reaccionarias. ¡El imperialismo es un sistema mundial de opresión y explotación!; la sociedad no puede avanzar si no los destruye y aniquila. El imperialismo es un gigante con pies de barro, donde su aparente poder imbatible durará solo mientras se reorganiza la vanguardia comunista mundial, única condición ausente temporalmente hoy para que la Revolución Proletaria Mundial sepulte para siempre al monstruo imperialista. Si alguien no sabía o no entendía que ofrece el imperialismo a la sociedad: MIRE A GAZA Y LO ENTENDERÁ.