
A finales de marzo estalló un levantamiento popular en Turquía. El motivo que rebosó la copa fue la detención del alcalde de Estambul y principal rival de Erdogan, el socialdemócrata Ekrem Imamoglu. Los cargos por lo que se le acusan, son la gestión de una organización criminal, extorsión, manipulación de licitaciones y aceptación de sobornos. Sin embargo, las denuncias que han realizado los simpatizantes de Imamoglu es que la detención responde a motivos políticos, porque es el mayor rival de Erdogan para las elecciones presidenciales que se realizarán en el 2028 y sería el candidato del principal Partido de oposición del país: el Partido Republicano del Pueblo (CHP). Así mismo, la policía turca interrogó al alcalde de Estambul sobre un presunto apoyo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Esta acción judicial contra el opositor de Erdogan desató fuertes protestas principalmente en Estambul, que además contienen otras razones que tienen cansado al pueblo y que afecta directamente a la clase obrera turca como: los bajos salarios, el desempleo, el poco futuro para la juventud en el país, los asesinatos contra las mujeres por la violencia machista, incluso el no reconocimiento de naciones oprimidas como los kurdos y el no reconocimiento de creencias oprimidas como los alevíes. El gobierno en cabeza de Erdogan -que lleva 22 años en el poder- respondió con una fuerte represión contra los manifestantes, ya han sido detenidas miles de personas durante las marchas, otros tantos heridos y golpeados por la policía, y ahora se inició una persecución contra varias figuras públicas que difundieron por redes sociales el boicot que propuso el Partido opositor, consistente en no comprar productos de empresas cercanas al gobierno, de hecho entre los detenidos se encuentra el actor de televisión Cem Yigit Üzümoglu.
Ante estas medidas autoritarias y represivas del gobierno islámico de Erdogan, y con Partidos de oposición burgueses que no se salen del estrecho camino que deja la ley burguesa, los comunistas han hecho balances y análisis sobre las protestas a través del periódico Özgür Gelecek marxista leninista maoísta, incluso algunos de los lectores y simpatizantes de este periódico han sido también detenidos durante las jornadas de manifestación; la mayoría de redes sociales de los comunistas fueron cerradas como una medida de censura por parte del Estado reaccionario de ese país.

Erdogan representa el ala más reaccionaria y fanática de la clase dominante turca, es un líder servicial del imperialismo, en algunos momentos ha hecho relaciones con los imperialistas rusos y actualmente tiene cercanía con los imperialistas gringos, donde mantiene conversaciones con Trump para que se retiren las sanciones impuestas a Turquía; asimismo, negoció con Trump la “unificación” de Siria bajo el mando de los fanáticos y títeres yihadistas que gobiernan actualmente a los sirios y que vienen cometiendo crímenes contra el pueblo.
Ante este panorama y como parte del internacionalismo proletario, desde Colombia enviamos toda nuestra solidaridad al pueblo turco y a los revolucionarios que están luchando en las calles contra esa dictadura, y hacemos el llamado a todos los comunistas a crear los Partidos en cada país, porque necesitamos dirección, organización y lucha por el socialismo en todo el planeta.