La Lucha por la Juventud Obrera

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Hace meses el títere presidente Duque repetía en sus alocuciones que el odio de clase y la lucha de clases eran “teorías de conspiradores”, eran “inquinas de subversivos para desestabilizar la igualdad social del país”.

Muchos jóvenes tal vez creían que en verdad su vida no tenía nada que ver con la lucha de clases. Pero con el Paro nacional desde el 28 de abril, se movió el piso a muchas ideas anquilosadas, a muchas falsedades infundidas por la ideología de los capitalistas.

De un día para otro, la juventud, principalmente obrera, como parte del pueblo colombiano se vio obligada a participar en una lucha por sus derechos a la vida, al trabajo, al estudio, a la salud…

La juventud encontró en la calle que los “héroes uniformados” que le había vendido la propaganda oficial, eran en realidad defensores a muerte de los enemigos del pueblo, eran asesinos a sueldo que de brazo con los paramilitares respondieron con bala a sus protestas desarmadas.

Firmes en la vanguardia de los combates callejeros, los jóvenes aprendieron con letras de sangre que en Colombia, como en los demás países, la sociedad se divide en clases enemigas, unas que explotan y oprimen y otras explotadas y oprimidas sometidas al hambre, la miseria, el destierro y la muerte.

La juventud obrera en medio del fuego de la lucha de clases ha ido aprendiendo que las clases enemigas son irreconciliables y que el odio de clase no proviene de una teoría artificial, sino de la realidad misma. Tal es el odio que hoy, sobre todo la juventud obrera siente en lo profundo de su ser contra los déspotas del gobierno, contra el Estado asesino, contra el sistema de hambre en el que es obligada a vivir.

Los mafiosos gobernantes criminalizan a la juventud, asesinan y desaparecen activistas, descuartizan jóvenes solo por protestar, muestran despojos ensangrentados para escarmentar y amedrentar, para que los jóvenes no se metan en política, no participen conscientemente en la lucha de clases.

Los pequeño burgueses reformistas electoreros, también buscan a los jóvenes para invitarlos a inscribir la cédula, con el trasnochado cuento de que cambiando el gobierno en el 2022 se arreglarán los problemas. ¡Mienten! porque para resolver los problemas del pueblo es necesario, antes que nada derribar al régimen de la mafia uribista no en unas elecciones controladas por el mismo régimen, sino con la fuerza de la movilización, con la fuerza de la organización del pueblo, con la fuerza armada de los oprimidos. Para resolver los problemas del pueblo es necesario destruir el Estado asesino y cambiar este sistema de explotación, lo cual solo es posible mediante una revolución armada que convierta a los obreros y campesinos en los gobernantes de la sociedad.

De ahí, que los comunistas revolucionarios apoyan sin reservas la lucha actual de la juventud, respaldan su resistencia y su actitud indoblegable de no dejarse atemorizar por las balas y las mazmorras del régimen, e invitan especialmente a la juventud obrera a vincularse a la lucha consciente de su clase por conquistar no solamente las reivindicaciones inmediatas, sino la verdadera emancipación de todos los trabajadores.

En tal propósito, viene a bien, recordar un escrito de la comunista bolchevique Nadezhda Krupskaya, dirigido a la juventud obrera en la Rusia de 1917, pero que es de completa vigencia para la juventud obrera colombiana del 2021.


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N. KRUPSKAYA
La lucha por la juventud obrera

Por quienes está la juventud obrera, está el futuro. Sabiendo esto, los socialistas de todos los países se acercan a la juventud y hacen propaganda entre ella. Se acercan francamente, sin ocultar sus opiniones ni lo que son. Dicen a los jóvenes obreros: sois hijos del proletariado y os espera una lucha dura. Para triunfar en esta lucha hay que ser conscientes, estar organizados y ver con claridad hacia donde se va. Cuanto antes comprendáis en qué consisten las tareas del proletariado, tanto mejor. Trabajáis en las fábricas y los talleres y la propia vida os incorpora, queráis o no, a la lucha del proletariado y no podéis apartaros de ella sin traicionar la solidaridad de clase. Las organizaciones juveniles socialistas de Europa Occidental son organizaciones proletarias y sus periódicos y revistas tienen un carácter político bien definido.

Los países burgueses quieren apartar a la juventud obrera del partido del proletariado y debilitar el carácter clasista de su organización. Pero no se atreven a pregonarlo abiertamente porque saben que de hacerlo así la juventud obrera les volvería la espalda. Por eso no se acercan a la juventud como afiliados a un partido, sino como personas bondadosas que simpatizan con los jóvenes. Procuran ganarse la confianza de la juventud, aprovechándose de su credulidad. No dicen francamente que el partido obrero es malo, pero si dicen: «Camaradas, sois todavía jóvenes para ocuparos de política, para colgaros una etiqueta, primero hay que aprender, adquirir conocimientos y solo entonces podréis afiliaros conscientemente a un partido u otro; no permitáis que nadie influya en vosotros, conservad vuestra individualidad e independencia». Y frecuentemente, los camaradas jóvenes se hacen eco de esos llamamientos. Estos jóvenes se dan cuenta de que saben poco, de que tienen que aprender mucho, estiman que los que les hablan así tienen razón. No advierten la burda adulación que encierran las palabras: «Conservad vuestra independencia espiritual». ¿Acaso un hombre poco instruido puede conservar su independencia espiritual? Y le proponen que en vez de ocuparse de política, estudie Historia, Literatura, etc. Pero en todo libro de historia, en toda historia de literatura se refleja la visión del mundo del autor. Un libro de historia, escrito por un autor burgués, contiene las ideas de este escrito burgués, y estas ideas influyen en los que leen el libro. Es decir que con ayuda de libros literarios o de historia se influye en un joven poco instruido.

Si no conoce el mundo circundante, no advertirá esa influencia. Las más de las veces, la burguesía trata de influir en la juventud no de una manera franca y abierta, sino imperceptiblemente.

Esa influencia es la peor. Todo el que dice: «Sois todavía jóvenes para ocuparos de política no permitáis que nadie influya en vosotros», en el fondo dice: «no permitáis que nadie influya en vosotros, excepto yo y mi partido».

La organización de la juventud de Rusia está iniciando su vida. Los primeros pasos son los más importantes y de más responsabilidad. De ellos depende en gran medida la dirección que seguirá todo el movimiento, es decir, que la organización de la juventud de Rusia sea una organización proletaria que marche hombro a hombro con la organización obrera de su país y con la Internacional Juvenil y publique un periódico proletario en el que con lenguaje sencillo y comprensible se discutan todos los problemas de la lucha económica y política o que la organización de la juventud obrera se separe temporalmente del movimiento obrero y edite un periódico de carácter instructivo y cultural con una fuerte influencia burguesa, en el que se discutan cuestiones abstractas. En el primer caso, a la organización de la juventud obrera de Petrogrado le corresponderá posiblemente el honroso papel de agrupar en torno suyo a toda la juventud obrera de Rusia y, en el segundo caso, cometerá una serie de errores y demorará por algún tiempo el desarrollo de la organización. No dudamos de que la juventud proletaria revolucionaria de Petrogrado seguirá el primer camino.

Escrito: En ruso, en 1917.
Primera publicación: En Pravda el 30 de mayo de 1917.
Digitalización: Juan Fajardo, 2009.
Fuente: La Semilla, no. 25 (s/f), (Lima? -) Perú.

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