Condenamos el vil asesinato del joven indígena de la comunidad Nasa en la barricada Juan Pablo en Yumbo, Valle del Cauca, el día de ayer, 2 de junio cerca del mediodía. El régimen asesino de Uribe, ejecutó el terrorismo estatal por medio de unos gatilleros que llegaron al punto en motos y accionaron sus armas asesinando este joven luchador. ¡La sangre derramada, jamás será olvidada!, y sin duda las decenas de muertos que están poniendo las masas populares, serán vengadas por la Revolución Socialista.
Este asesinato es producto del odio y desprecio que la burguesía y los terratenientes sienten contra el pueblo beligerante, que decidió parar el flujo normal de la sociedad capitalista en Colombia y afectar las ganancias de esas clases parásitas, que acudieron al Estado asesino y al régimen que hoy administra los negocios de la burguesía, para que reestableciera por medio de la fuerza, del terror, de la violencia reaccionaria el estado normal de cosas; que no es nada diferente a que el Estado les garantice el sacrosanto derecho a la propiedad privada sobre los medios de producción y a superexplotar fuerza de trabajo.
Bien dice el glorioso Himno de la Guardia Indígena, “Compañeros han caído, ¡pero no nos vencerán! / Porque por cada indio muerto, ¡otros miles nacerán!”, exaltando que aunque los golpes propinados por el Estado y el régimen mafioso sean fuertes y dolorosos en las filas del pueblo, por miles se levantan y se sostienen en las calles y carreteras principales de todo el país las fuerzas beligerantes de las masas obreras y campesinas contra el podrido Estado de los explotadores.
Para contrarrestar estos alevosos ataques de la mafia en el poder, es necesario organizar de mejor forma las primeras líneas o grupos de choque, las guardias comunales e ir concretando las milicias populares para resistir y vencer la embestida criminal de los explotadores.
La mejor forma de honrar la sangre del pueblo que hoy se riega por causa de las balas policiales y paramilitares, es organizarse en la UOC (mlm) para construir el Partido político del proletariado que eleve el nivel, la calidad de las futuras luchas del pueblo en el sentido de que es necesario organizar la lucha por la destrucción violenta del podrido Estado burgués-terrateniente, fuente de la violencia criminal de las clases explotadoras contra los jóvenes y mujeres rebeldes, obreros, campesinos y líderes populares.