Entre las muchas enseñanzas que le está dejando este Paro Nacional Indefinido de 2021 a las masas, es que por más demócrata que se vistan los gobernantes, al final le sirven a los intereses de los capitalistas y terratenientes y que no les temblará la mano para usar la represión contra las masas para garantizar el derecho a la propiedad privada sobre los grandes medios de producción de una minoría parásita que vive a costa de la superexplotación y opresión capitalistas, por muy verdes o “alternativos” que aparenten ser. Los hechos son los que hablan por encima de las intenciones, la práctica es el único criterio de la verdad.
Casos como el del alcalde Jorge Iván Ospina en Cali, que sacó a la policía y a los militares a las calles para levantar los bloqueos, es significativo. A pesar de que se tiren la pelota entre él y la gobernadora sobre quién dio la orden de reprimir violentamente los puntos de bloqueo, las manifestaciones y los barrios populares, lo que es cierto, es que Ospina, de la Alianza Verde no hizo nada efectivo para evitar la masacre y las miles de violaciones a los derechos y libertades del pueblo caleño, masacre que se extendió a otros municipios cercanos; y con mucho pesar, hay que decir que él mismo y su familia fue víctima del terrorismo de Estado que él aún alienta, representado en el terrible asesinato de Nicolás Guerrero que era familiar suyo, pues así le paga la dictadura burguesa a quien bien le sirve.
Igualmente, la alcaldesa aporofóbica de Bogotá, también de la Alianza Verde, Claudia Nayibe López, ha llamado a cesar la violencia ejercida por parte y parte en las manifestaciones, equiparando los balazos con armas de fuego policiales, las detenciones arbitrarias, las violaciones de mujeres en CAI’s y patrullas…con las marchas, bloqueos y arengas con que protesta el pueblo en Bogotá, y que al igual que en distintas partes del país, reacciona legítimamente a los brutales atropellos de los agentes estatales, lanzando piedras o quemando contenedores de la basura. Al final, la “alternativa” Claudia López legitima la violencia estatal contra el pueblo desarmado, legitima las balas asesinas del Estado contra las piedras con las que se defienden las masas en el centro y en los barrios de la capital.
Son más los gobernantes que posan de ser “alternativos”, “amigos del pueblo” y demás que las masas ya conocen en carne propia, como el “independiente” alcalde de Medellín, Daniel Quintero, al que no le ha temblado la mano para reprimir las protestas o militarizar las universidades públicas de esa ciudad para intentar aplacar la lucha popular cuando las masas se han lanzado a exigir sus derechos.
Todos tienen en común que, al igual que cualquier representante político de la burguesía mafiosa como los uribistas, tienen un compromiso a muerte con los dueños del capital de defender y representar sus derechos, por eso envían la policía y el ejército si es necesario, para desbloquear vías, reactivar la producción industrial fabril, comercial y financiera. Por eso infiltran las manifestaciones con agentes de civil y les pagan a saboteadores para que quemen colegios, plazas de mercado y demás instituciones que le sirven al pueblo.
La instrucción de desarticular el paro, al costo que sea, es una política de Estado y los “alternativos” no escapan a ella. Las masas que viven en carne propia la brutal dictadura burguesa que los “independientes” ejecutan a sangre y fuego, deben salir del engaño que les venden por todos los medios de comunicación oficial y de los monopolios.
Llamamos a desenmascararlos y denunciarlos públicamente en caliente, con cada caso de opresión que apliquen contra el pueblo. A no dejarse impresionar por sus palabras o declaraciones, sino a examinar en los hechos su práctica criminal contra las masas. Y continuar en la calle, extendiendo el Paro general Indefinido por todo el país, pasando por encima de los “alternativos”, de la represión y del régimen criminal de Uribe.