Primera Parte
Hoy conmemoramos el nonagésimo aniversario de la muerte de la camarada Clara Zetkin, la dirigente comunista que propuso proclamar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910.
Clara Zetkin ─que de soltera se llamaba Clara Eissner─ nació el 5 de julio de 1857, en Wiederau (Alemania) en el hogar de maestros Gottfried Eissner y Josephine Vitale Eissner.
Entre 1874–1878 cursó estudios de magisterio en un instituto privado de Leipzig. Para 1882, se trasladó a París donde se casó con Ossip Zetkin, de quién tomó el apellido con el cual la conocemos hoy. Fue en el París de aquel tiempo donde conoció a Eugène Pottier (autor del himno La Internacional) y a Jenny y Laura Marx.
En 1881, cuando Bismarck prohibió el Partido Socialdemócrata, Clara se exilió en Suiza y París. 8 años después, para 1889, se fundó en París la II Internacional y Clara contribuyó enormemente en los trabajos preparatorios para dicho propósito. En 1893, participando en el III Congreso de esa organización, se encontró por primera vez con Friedrich Engels.
A su regresó a Alemania, en 1890, creó el periódico La Igualdad, que en 1907 pasaría a ser el órgano oficial de la Internacional de Mujeres Socialistas.
Clara, como buena revolucionaria, combatió con ahínco a la dirección de su partido cuando este se alineó con su burguesía votando los créditos de guerra en la I Guerra Mundial. Para 1915 convocó a la III Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, desde donde se condenó la criminal guerra imperialista y se proclamó la consigna «Guerra a la guerra».
En 1920, en honor a su gran esfuerzo por organizar a las mujeres socialistas, fue elegida presidenta de la Internacional de Mujeres Socialistas. Y su papel de dirigente no paró allí, en 1921 fue parte de la dirección de la III Internacional y en 1924 asumió la presidencia del Socorro Rojo Internacional, organización que posteriormente asistió a las víctimas del fascismo.
Clara Zetkin fue una camarada que trabajó arduamente para «Favorecer un masivo aumento de la presencia femenina en el seno del movimiento proletario», con palabras lo señaló y con hechos lo ejecutó, pues tenía claro que «La tarea principal consiste en la formación de la consciencia de clase en la mujer y su compromiso activo en la lucha de clases».
El 20 de junio de 1933, cerca de Moscú, murió la gran camarada Clara Zetkin. Hoy, 90 años después, la recordamos porque ella supo grabar en nuestras conciencias de revolucionarios que «Solamente podemos conquistar el futuro si las mujeres combaten a nuestro lado».
El trabajo teórico y práctico de la camarada Clara es ejemplo, guía y aliento para la importante tarea de los comunistas en Colombia, que tenemos la labor enorme de luchar por crear y fortalecer un Movimiento Femenino Revolucionario, que mediante Comités de Mujeres pueda dirigir la rebeldía de las obreras y campesinas bajo una táctica revolucionaria y no una reformista, como lo propone el feminismo burgués; así como también luchar contra las ideas burguesas que se cuelan en las organizaciones revolucionarias y que son un obstáculo para la construcción de un poderoso partido comunista, que dirija la destrucción del Estado capitalista y la construcción del Estado Socialista en Colombia, para garantizar así que el capital sea convertido en propiedad colectiva, es decir, que los medios de producción dejen de ser propiedad privada y pasen a ser propiedad social; de tal modo que se erija una sociedad en la que las mujeres, como trabajadoras, obtengan la totalidad de sus derechos.