
Este 14 de marzo se cumplen 142 años de la muerte de Karl Marx, y su obra sigue siendo más vigente que nunca. Fue un hombre que, junto a Engels, desarrolló una teoría que plantea erradicar la sociedad capitalista actual y crear una nueva, libre de clases sociales y del Estado. Muchos lo llaman utópico, pero la obra de Marx es profundamente científica y está basada en el análisis de la realidad. Además, no es una teoría estancada: se ha desarrollado y ha sido llevada a la práctica en diversas experiencias socialistas reales, como la URSS y China.
Marx marcó un hito en las ciencias sociales, pues no solo refutó diferentes corrientes filosóficas, sino que propuso una teoría revolucionaria para transformar el mundo. Creó el materialismo dialéctico e histórico, que permite entender la historia de la humanidad desde la perspectiva de las contradicciones, los modos de producción y las clases sociales. Así, Marx estableció una corriente teórico-científica que genera temor en la burguesía, razón por la cual hoy, en los medios de comunicación, redes sociales y la academia, se siguen difundiendo ideas anticomunistas, con el objetivo de evitar que la clase obrera conozca los planteamientos que podrían llevarla a la revolución.
Hoy, el movimiento comunista internacional enfrenta una crisis. Muchos comunistas han caído en el revisionismo y se han vendido a la burguesía. La Internacional ya no existe y las fuerzas revolucionarias se han debilitado. Sin embargo, la obra de Marx, en particular EL CAPITAL, sigue llegando a los obreros y continúa siendo estudiada por los jóvenes. El Manifiesto Comunista, su obra más conocida, está siendo leída y estudiada nuevamente. A pesar de la intensa propaganda anticomunista que dominó el siglo XX y persiste hoy, las ideas revolucionarias siguen vivas en América Latina.
Por eso, los comunistas hacemos un llamado a estudiar nuevamente a Marx y difundir su obra, porque solo la teoría comunista tiene la capacidad de abolir, en la práctica, toda forma de explotación y opresión. No será un camino fácil, pero una de las grandes enseñanzas que nos dejó Marx es que sí es posible cambiar el mundo.
¡Viva Marx!
¡Viva el Comunismo!