Para el pueblo ya está claro que a pesar de que el gobierno ha presentado unos proyectos de reformas, y estos han sido recortados en el Congreso, las clases dominantes explotadoras y sus representantes no los han querido aprobar, demostrando que no están dispuestas a ceder en su voracidad.
De nada han servido los insistentes llamados del presidente a realizar un “acuerdo nacional”; por el contrario, los enemigos del pueblo han cerrado filas en defensa de sus asquerosos privilegios y respondido a ese llamado con la decisión de hundir las reformas sociales, e incluso los sectores más retardatarios, amenazan permanentemente con el golpe de estado.
A más de un año de la presidencia de Gustavo Petro, la situación del pueblo ha seguido igual o empeorado: todas las reivindicaciones exigidas desde noviembre del 2019 en el Paro Nacional y en el levantamiento popular del 2021 no han sido resueltas. Los hechos confirman que el pueblo no puede esperar nada de los explotadores, ni confiar en los parlanchines del Congreso, ni en el trapicheo politiquero en esas podridas instituciones.
A esto se suma ahora el circo de la farsa electoral, donde los promeseros de todos los colores, ajenos a las necesidades y sufrimientos de quienes producen la riqueza, hacen coaliciones y se muestran como representantes de las aspiraciones populares, dividiendo a los trabajadores e introduciendo el veneno de que en las manos de sus enemigos está la solución de sus problemas. Es una afrenta para quienes votaron por Petro, que incluso sectores del Pacto Histórico se alíen y apoyen enemigos declarados del pueblo como por ejemplo el respaldo de los jefes de MAIS a Dilian Francisco Toro a la gobernación del Valle, una traficante de la salud; así como es vergonzoso que las sedes de las organizaciones obreras y populares terminen convertidas en directorios politiqueros y los trabajadores resulten enfrentados o agredidos físicamente por tales motivos como ocurrió en ASDEM en Medellín recientemente.
La angustiosa situación de la mayoría del pueblo, sin trabajo, sin salud, sin educación, sin vivienda, sin tierra… y sometido a las masacres, los asesinatos selectivos, el desplazamiento, la persecución de sus organizaciones y la violación de las convenciones, acuerdos y derechos adquiridos; así como la actitud de los explotadores y el Congreso, demuestra que no queda otro camino que la unidad, organización, movilización y lucha de las masas populares del campo y la ciudad para conquistar sus más sentidas reivindicaciones.
Unidad para la lucha no para la politiquería. Unidad alrededor de sus verdaderas reivindicaciones y no de los intereses personales de logreros, arribistas y trepadores. Unidad que se concreta en las reivindicaciones exigidas en el levantamiento popular y que Petro en campaña se comprometió a cumplir:
- Salud de calidad para el pueblo, abolición de las EPS y suprimir el aporte del 16% cobrado a los pensionados.
- Trabajo, alza de salarios, subsidio a los desempleados y subempleados, contratos indefinidos.
- Abolir los fondos privados de pensiones, dar continuidad y fortalecer el régimen de prima media, y garantizar el salario mínimo para quienes no alcancen la pensión.
- Rebajar los precios de la canasta familiar, los servicios públicos y la gasolina.
- Educación universal y gratuita hasta la universidad y condonación de las deudas con el ICETEX.
- Vivienda para el pueblo y condonar las deudas de los viviendistas con las corporaciones financieras.
- Devolución de las tierras usurpadas a los desplazados, condonación de las deudas, apoyo financiero y técnico, y compra de las cosechas a precios justos a los campesinos pobres y medios.
- Cumplimiento de los acuerdos y compromisos adquiridos por el Estado con los pueblos indígenas y comunidades negras y demás etnias.
- No al fracking y freno a las explotaciones devastadoras de la naturaleza y del medio ambiente.
- Liberación de los presos por luchar, desmonte del ESMAD, del paramilitarismo y destacamentos de las fuerzas militares comprometidos en crímenes contra el pueblo, y cese de la criminalización de la protesta social.
Fortalecimiento de las organizaciones de las masas a todos los niveles y, especialmente, retomar ya la organización de las Asambleas Populares que demostraron durante el levantamiento del 2021 ser la forma más adecuada para expresar la unidad del pueblo contra sus enemigos y ejercer la democracia directa desde abajo sin intermediación de los politiqueros.
Asambleas Populares, que precisen las reivindicaciones, preparen las fuerzas y se movilicen para conquistarlas incluso con el Paro, a la vez que con su lucha impidan cualquier intentona de golpe de Estado; Asambleas que elijan a sus mejores representantes para dirigir la lucha en pro de lograr los objetivos comunes.
Los proletarios revolucionarios llamamos a los dirigentes y activistas a marchar mancomunadamente alrededor de estas ideas y propuestas, incluidos los compañeros que votaron por Petro, porque solo con la fuerza de la unión, organización, movilización y lucha de las masas populares se podrá vencer la feroz voracidad de los explotadores y obligarlos a aprobar las medidas y reformas que sirven al pueblo.
Convocamos a los demás comunistas y revolucionarios a establecer acuerdos para dar ejemplo de unidad en defensa de los intereses populares, por encima de las diferencias ideológicas y políticas, sin renunciar a la libertad de propaganda y organización, y dispuestos a continuar discutiendo las diferencias con el ánimo de elevar el nivel de unidad en la lucha común contra los enemigos jurados del pueblo colombiano, y de los proletarios y pueblos del mundo.
Como comunistas, sabemos que la lucha actual solo es un paso en el camino hacia el futuro socialista, en la medida en que contribuye a forjar la conciencia y la organización de las masas, a prepararlas para las batallas decisivas, pues en el capitalismo moribundo no pueden resolverse de raíz los problemas que él mismo ha creado, y por ello debe ser enterrado por la Revolución Proletaria Mundial.
Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)
Septiembre 2023
