La intervención del presidente Petro en la 80 Asamblea de la ONU levantó ampolla en los medios y en la cúpula del gobierno estadounidense por el radicalismo del discurso contra las élites que gobiernan el mundo, someten a los pueblos, destruyen la naturaleza, propician las guerras y patrocinan o guardan silencio frente al genocidio llevado cabo por los sionistas en Palestina. El discurso además estuvo cargado de dardos contra Trump y sus compinches colombianos vinculados con el narcotráfico y el paramilitarismo.
Petro habló de la revolución mundial de los pueblos, «para superar positivamente la crisis climática y no dejarla llegar de crisis a colapso global es una revolución de los pueblos unidos, de las civilizaciones, que tienen que dialogar más que los estados mismos, es una revolución de la humanidad para seguir viva en el planeta y libre, quizás, aliada a algunos gobiernos que quieran defender la vida hoy».
Dijo además frente al genocidio del pueblo palestino: «La diplomacia ya acabó su papel, señores, en el caso de Gaza… El genocidio debe parar con lo que sigue a la diplomacia… Palabras y armas toca hoy… No son cascos azules, no entrenados y a veces indispuestos para lo que toca. Es un ejército poderoso de los países que no aceptan el genocidio. Por eso invito a las naciones del mundo y a sus pueblos sobre todo, como parte de la humanidad, a unir ejércitos y armas».
Sin embargo, a pesar de las duras palabras contra los imperialistas dueños del mundo, explotadores y saqueadores de los pueblos, destructores de la naturaleza, promotores de las guerras y el genocidio… hace un llamado a la ONU en manos de esos enemigos de la humanidad:
«La ONU debe empezar su cambio deteniendo el genocidio en Gaza con la efectividad de un ejército de la salvación del mundo, votado por la Asamblea de las Naciones Unidas y sin veto. Después de salvar Gaza pasaremos al plan para descarbonizar la economía del planeta, para que sea un hecho democráticamente construido a escala mundial y funde democracia global y que el órgano que vigile su aplicación rápida sea el Consejo de Seguridad pero sin vetos y que sea vinculante sobre la OMC, el Banco Mundial, el FMI, el sistema financiero privado por la gran capacidad que tiene el sistema financiero nacional y mundial de centralizar el capital. Es desde allí donde la humanidad puede regular el capital para subordinarlo a la vida y a la humanidad, un capital regulado y subordinado a la vida y a la gente».
Un discurso radical en la denuncia contra los enemigos de la humanidad y la naturaleza, que el proletariado y los pueblos apoyan; pero contradictoriamente, Petro apela a esos enemigos para llevar a cabo su «revolución mundial», dejando ver las limitaciones de los reformistas; por cuanto si es el capitalismo el que ha llevado el mundo al borde del desastre en que se encuentra, es un absurdo llamar a los capitalistas a remediar el mal. La realidad va dejando cada vez más claro que la única salida al peligro de la barbarie es el socialismo, cuyo triunfo solo es posible con la Revolución Proletaria Mundial que, mediante la guerra popular, destruya todo el poder económico, político y militar de los explotadores y opresores para ahí sí hacer posible la paz mundial y la economía sostenible, cuando satisfacer la necesidades de la sociedad y preservar la naturaleza sea el móvil y no la vil ganancia del capital.
Un cambio que exige la unidad mundial de los proletarios y los pueblos, así como la unidad de los comunistas para dirigir las fuerzas que ahora se levantan alrededor del mundo contra las consecuencias capitalismo imperialista moribundo.
Y si la respuesta de Trump y los imperialistas yanquis al discurso en la ONU y al acto público del presidente Petro en las calles de Nueva York, fue quitarle la visa, la respuesta debe ser inmediata, porque así como a la gente hay que juzgarla sobre todo por los hechos, el proletariado revolucionario y el pueblo colombiano exigen consecuencia del gobierno. No más palabras contra los imperialistas y el genocidio en Palestina:
¡Fuera bases yanquis de Colombia!
¡Rompimiento inmediato de todos los acuerdos económicos y militares lesivos al pueblo colombiano!
¡Rompimiento inmediato de todos los acuerdos con las compañías sionistas como Elbit Systems Ltd. que sigue haciendo tratos con el ministerio de defensa colombiano!
¡Rompimiento inmediato de los proyectos de investigación de la UdeA con la sionista Fundación Azrieli!
Los comunistas llamamos a la clase obrera y al pueblo colombiano, a sus organizaciones sociales y políticas anticapitalistas y antiimperialistas a redoblar los esfuerzos en apoyo a la causa palestina, como parte de la lucha mundial del proletariado y los pueblos para detener el genocidio de nuestros hermanos en Gaza.
Esta también es una forma de contribuir a establecer los lazos de solidaridad y unificar los esfuerzos internacionales comunes contra todos los enemigos de la humanidad.
Comité Ejecutivo – UOC (mlm)




