Revolución Obrera rechaza el atentado realizado el pasado 11 de octubre en horas de la madrugada, contra la sede nacional del Partido Comunista Colombiano (PCC) y de la Unión Patriótica (UP) en Bogotá, con disparos y una bomba incendiaria, así como el mensaje amenazante que dejaron.
Las elecciones convocadas para el próximo 27 de octubre son especiales porque se presentan en medio de una gran ola de terror, ejecutada por el gobierno uribista de Duque por medio de las Fuerzas Armadas y de las bandas paramilitares al servicio de los grandes monopolios, gamonales y sectores de la mafia que se disputan las mejores tierras y los mercados de la coca. No “regresaron”, como dice el planfleto dejado en la sede del PCC, ¡siempre han estado ahí!
Sin tapadera alguna, el gobierno uribista le da protección, publicidad y recursos a los partidos tradicionales de los monopolios, grandes burgueses y terratenientes, mientras pone como blanco de ataque a los partidos y movimientos que se oponen electoralmente a que sigan gobernando en el Estado burgués las mismas familias de siempre, dejando en evidencia el carácter mutilado de la democracia de los ricos. Los hechos muestran que son los dueños de los monopolios quienes deciden qué facción de las clases dominantes va a gobernar regionalmente a partir de los próximos comicios electoreros, usando no solo su poder económico, sino también el terrorismo y el poder de las armas.
Los asesinatos, atentados y amenazas dejan en claro que las elecciones en la democracia burguesa son una farsa, ponen de presente que el administrador actual del Estado burgués-terrateniente, no brinda las garantías democráticas que supuestamente debe dar a los diferentes partidos políticos que van a participar en las próximas elecciones, especialmente a los que hacen parte de la oposición oficial como el PCC y la UP.
Ante este despreciable hecho, la respuesta debe ser el rechazo y la condena generalizada del pueblo, desechando todo tipo de ilusión en que las reformas y cambios que requiere el pueblo van a lograrse por medio de la farsa electoral. El dominio de la mafia en el poder del Estado ni siquiera les permite la participación a los partidos pequeñoburgueses que deciden usar las vías democráticas-burguesas para llegar legalmente al gobierno con la esperanza de realizar las reformas que proponen.
El rechazo a la farsa electoral, la desconfianza en el Estado y el repudio a la politiquería manifiesta en la abstención mayoritaria del pueblo, no es infundada sino que tiene una base sólida y es ratificada ahora en los hechos violentos que se están presentando en la actual farsa electoral; de ahí que el camino correcto sea llamar al pueblo a No Votar y a organizar y generalizar la lucha de las masas populares contra el terrorismo de Estado, contra el paquete de medidas antiobreras y antipopulares que vienen en camino y por el conjunto de las reivindicaciones del pueblo trabajador.
¡No Votar, Preparar y Organizar el Paro Nacional Indefinido!Tal es la única orientación correcta en las actuales circunstancias.
Revolución Obrera
Octubre 12 de 2019