¡Por alza general de salarios, organizar las Asambleas Populares!

«La tendencia general de la producción capitalista no es elevar el nivel medio del salario, sino reducirlo»

K.Marx

Así como para los trabajadores es evidente que el salario mínimo en Colombia debe ser muy superior a lo que hasta el momento se ha mantenido, algunos economistas de la pequeña burguesía vienen reconociendo esta verdad y refutando las falsas teorías de los capitalistas, quienes cada diciembre en la mesa de concertación, vociferan sus mentiras de que el aumento del salario mínimo afecta el desempleo, la inflación, la productividad y la economía del país.

No hay discusión dentro de la clase obrera frente al hecho de que la capacidad adquisitiva de los que devengan un salario mínimo disminuye año tras año. Situación que genera consecuencias como la migración forzada, que quienes se quedan trabajen el doble y busquen otras fuentes de ingreso para completar el salario; que por someterse a las extenuantes jornadas de trabajo y a tratar de cumplir metas para obtener un bono de productividad, la salud física y mental se vean seriamente afectadas; que el trabajo informal aumente y sea un campo de batalla cada pedazo de andén, cada transporte público; que crezcan los grupos armados ilegales y la delincuencia común, alimentados por una juventud sin oportunidades, entre otras situaciones de abandono y miseria. No hay discusión para el pueblo trabajador que es urgente exigir alza general de salarios, empleo, estabilidad y demás reivindicaciones para mejorar considerablemente la situación de los trabajadores del campo y la ciudad.

Sin embargo, han pasado bastantes años en los que no ha habido un incremento real del salario, ni siquiera los decretados por el gobierno de Gustavo Petro del 16% para el 2023 y el 12% para este año, contribuyeron a aumentar la capacidad adquisitiva, a pesar de haber sido superiores, si los juzgamos con los aumentos de los últimos diez años. El hecho real e irrefutable es que $1.300.000 no satisface las necesidades básicas de una familia obrera. Aunque disminuyó la inflación, eso no se reflejó en la capacidad adquisitiva de los trabajadores, pues ni siquiera los que ganan un poco más del salario mínimo lograron solventar los gastos; el incremento de los servicios públicos, el transporte, el arriendo, la salud, la educación… dejaron atrás el aumento de $161.394 (incluido el subsidio de transporte) decretado para este año.

Un aumento real del salario debería ser al menos del 100% y esto sigue siendo bajo, si consideramos que la canasta básica familiar cuesta alrededor de $3.600.000 según cifras del DANE. Teniendo en cuenta este  monto, la tal negociación del salario mínimo para el año entrante, es una ficción y una farsa puesto que la discusión se va a centrar por parte de los capitalistas, ayudados por el Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla —miembro del gobierno del “cambio”— en que el techo de la negociación debe ser del 6,2%, es decir un aumento de apenas $80.600; las centrales sindicales han planteado un aumento de dos dígitos, alrededor de un 10% lo cual sería apenas $130.000. ¡El gran debate este año será por apenas $49.400! La discusión entre el gobierno, los empresarios y los supuestos representantes de los trabajadores será por minucias, lo que demuestra nuevamente la farsa de la negociación del salario mínimo de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, explicada tantas veces en Revolución Obrera.

El espectáculo de este año se diferencia en que, desde el gobierno hay una mayor coincidencia con los capitalistas y no estarían siquiera interesados al menos en mostrar que se puede subir el salario a dos dígitos, como lo hizo Gustavo Petro decretando un aumento del 16% en el 2022. Las centrales sindicales expresarán su indignación porque no habrá acuerdo y los siempre ganadores serán los explotadores, quienes saldrán contentos celebrando el año nuevo de prosperidad, pues seguirán obteniendo, a costa de la precarización de los trabajadores, mayores ganancias.

La pugna por un aumento salarial real no se ganará en mesas de negociación que sirven al capital, sino por medio de la lucha directa y en las calles, con el paro de la producción. Por lo que hay que seguir firmes en la orientación de organizar las Asambleas Populares alrededor de un pliego único nacional donde se recoja la bandera del alza general de salarios, acompañada de las demás demandas por las que el pueblo salió a las calles en el 2019 y el 2021 y que al sol de hoy no han sido satisfechas.

No se puede permitir la degradación física y moral de la clase obrera, por lo que se debe responder a las ansias de ganancia de los capitalistas con la huelga política organizando la Gran Asamblea Popular. Pero además es necesario organizar el movimiento obrero con independencia de clase.

Ya no se justifica que el pueblo tenga que estar «saltando matones» cada mes para sobrevivir junto a sus familias; por ello se debe presionar como trabajadores a las dirigencias de las centrales para que exijan un aumento del 100% y se exija al gobierno que le cumpla a los trabajadores que se han movilizado en su defensa.

En ese sentido, urge la centralización del movimiento sindical reestructurado en la independencia de clase, urge la organización revolucionaria de las mujeres proletarias y campesinas, urge la organización de la juventud, a la vez que la organización de los campesinos y pueblos étnicos, urge la organización de todo pueblo con independencia de los explotadores, de los politiqueros y del Estado; solo así se podrá organizar la lucha por conquistar no solo las reivindicaciones populares inmediatas, sino la conquista de la dirección de la sociedad para garantizar, mediante el Poder Popular, que la riqueza social producida por los trabajadores se revierta en los trabajadores.

Pero la centralización del movimiento obrero y popular requiere de la organización superior en el partido del proletariado que realmente dirija todas las organizaciones del pueblo en una sola dirección, para llevar a cabo la revolución social y política que necesita la humanidad para avanzar hacia el socialismo y al comunismo, donde definitivamente serán abolidas todas las diferencias y desigualdades sociales.

¡Abajo la explotación mundial capitalista!

¡Organización y lucha por un alza general de salarios!

Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)
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