¡ORGANIZAR EL MOVIMIENTO DE LOS DESEMPLEADOS!

Declaración

¡ORGANIZAR EL MOVIMIENTO DE LOS DESEMPLEADOS! 1

La situación de crisis social creada por la crisis económica del capitalismo mundial desde 2008, ha sido agudizada por la pandemia de la COVID-19 con los despidos masivos, licenciamientos no remunerados, cancelación de contratos de trabajo y la negación del acceso al sistema de salud a una gran parte del pueblo trabajador.

El desempleo es un problema estructural del sistema capitalista moribundo, incapaz de dar empleo y sostener a una parte de quienes producen la riqueza. Se agudiza especialmente durante las crisis económicas, y en la actual, se exacerbó con la pandemia. Es un problema mundial que exige la unidad y las acciones comunes de los trabajadores de todos los países para evitar la competencia e impedir que la burguesía utilice el drama de los desempleados para rebajar los salarios, alimentar el nacionalismo y el odio contra los migrantes.

En Colombia fueron más de 5 millones de asalariados con contrato de trabajo los arrojados a la calle entre los meses de marzo a mayo, y aunque las cifras mentirosas del DANE anuncian que se han recuperado 2 millones de empleos en los últimos meses, quedan 3 millones de despedidos que se suman a los millones de desempleados permanentes, a los subempleados y proletarios quienes sobreviven de las ventas ambulantes y cuya inmensa mayoría son jóvenes y mujeres.

Las consecuencias inmediatas de la situación son terribles: aumento del hambre, la miseria, la delincuencia y demás lacras sociales del capitalismo. Un grave problema social que las clases dominantes trataron de ocultar mediante las “ayudas” miserables de 160.000 pesos mensuales a una minoría de los trabajadores despedidos, destinando limosnas para préstamos de “emprendimiento”, culpando del aumento de la delincuencia a los migrantes venezolanos y aumentando las medidas represivas. Tales paliativos, ya se agotaron y no podían resolver el problema como evidencia el crecimiento del ejército de vendedores ambulantes, la mendicidad, la delincuencia y la prostitución.

Es una situación peligrosa para las clases dominantes, por cuanto la bomba social hará explosión: el hambre llevará a las masas a asaltar supermercados, la indignación creciente de las masas populares, especialmente de la juventud que ha sido la fuerza principal de las luchas del pueblo en el último período, ocasionará un estallido social que socavará la estabilidad general del sistema, como ya lo han advertido las instituciones del imperialismo y los intelectuales de la burguesía.

Tal es la razón por la cual intelectuales y representantes políticos de las clases dominantes, de la democracia pequeñoburguesa y el oportunismo pregonan la necesidad de establecer una renta básica universal, sobre la cual han presentado por lo menos cuatro proyectos de ley desde julio; que no pasarán de los anuncios porque las clases parásitas no están dispuestas a cederle nada al pueblo.

Por su parte, también los representantes de los trabajadores y de distinta forma, han presentado la exigencia de garantizar un subsidio al desempleo equivalente al costo de la canasta familiar; especialmente, los revolucionarios han llamado a conquistar ésta y demás reivindicaciones del pueblo trabajador con el Paro General Indefinido.

Cuanto más amplio es el sector de los desempleados y de los trabajadores subempleados, en mayor medida sus intereses se convierten en los intereses comunes de la clase obrera, por cuanto es un drama social que amenaza con la degradación física y espiritual del proletariado en general, ya que el ejército de millones de desempleados y subempleados es sostenido por el ejército de los proletarios en activo, que están siendo molidos en el infierno de la superexplotación, aplastados por la intensificación del ritmo de trabajo y desmejorados en sus condiciones y salarios con nuevas reformas antiobreras como el Decreto 1174.

Atendiendo a la orientación de la III Internacional, los comunistas como representantes de los intereses generales de la clase obrera, no pueden limitarse a reconocer y destacar, mediante la propaganda, esos intereses comunes, sino que deben representarlos eficazmente, teniendo en cuenta que en las condiciones actuales el ejército de los desocupados constituye un factor revolucionario de gran valor apto para ser transformado en un ejército activo de la revolución, atrayéndolo a la vanguardia de la lucha revolucionaria del proletariado.

En consecuencia, el momento actual hace necesario:

Organizar por doquier comités de desempleados y unirlos en un movimiento político de las masas desempleadas alrededor de las banderas de lucha: por empleo real (contrato directo e indefinido), subsidio a los desempleados y subempleados equivalente al costo de la canasta familiar, alza general de salarios y derogatoria de los decretos anti-obreros, como parte de la lucha general del pueblo colombiano contra la ofensiva de las clases dominantes y del régimen de Duque y por el socialismo, única solución definitiva a los grandes problemas de la sociedad colombiana.

Lo cual implica:

  1. Garantizar la independencia del movimiento de los desempleados con respecto al Estado, a los partidos y jefes politiqueros, a quienes el drama social de los desempleados solo interesa por motivos electorales.
  2. Emplazar a los comunistas, revolucionarios, dirigentes y activistas a tomar esta tarea como parte de la preparación del Paro General Indefinido.
  3. Invitar al movimiento sindical a no abandonar a sus hermanos despedidos y contribuir con recursos y experiencia a la organización de los desempleados, cuya fuerza es decisiva para hacer retroceder a los capitalistas e impedir que sigan descargando la crisis sobre el pueblo trabajador.
  4. Llamar a la juventud obrera rebelde a ponerse al frente del movimiento político de los desempleados, lo cual le permite unirse alrededor de sus verdaderos intereses y con toda su clase.
  5. Convocar a quienes sufren el flagelo del hambre, a quienes no tienen ya nada que perder porque los capitalistas les han arrebatado todo, hasta el salario, a levantar con firmeza las banderas de lucha ¡Por Empleo Real, subsidio a los Desempleados y Subempleados, Alza General de Salarios y Derogatoria de las Medidas Antiobreras!, y ¡Contra la esclavitud asalariada, la Rebelión se Justifica!

Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)

Noviembre 18 de 2020

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