El dirigente comunista ruso Vladimir Ilich Lenin, dice en alguna parte que en la celebración de los aniversarios de las revoluciones es necesario reflexionar sobre los problemas que no fueron resueltos por estas. Es muy importante ese gran consejo por parte de alguien que fue protagonista de una revolución que estremeció al mundo —como dijese el periodista norteamericano John Reed—, inspirando varios procesos revolucionarios en otros países. Justamente en este mes de octubre la clase obrera revolucionaria conmemora la Revolución Socialista en Rusia de 1917 (que en realidad ocurrió en noviembre, pero en el viejo imperio zarista ruso utilizaba otro calendario) y el triunfo de la Revolución de Nueva Democracia en China en 1949.
La enseñanza de Lenin muestra que las revoluciones no solamente logran trasformaciones sociales en el país donde ocurren, sino que también aportan grandes enseñanzas para los revolucionarios en todo el mundo. Poseen un carácter histórico-universal. De ahí que los revolucionarios debamos estudiarlas profundamente para identificar sus particularidades y sus elementos de validez universal que nos sirven para aplicarlos de manera creativa y creadora en nuestra propia situación.
La Unión Obrera Comunista (mlm) no solamente ha asumido la ciencia que fue la base ideológica y política de las revoluciones en Rusia y China, es decir, de las ideas del marxismo revolucionario, hoy llamado marxismo-leninismo-maoísmo, sino que también se inspira en estas revoluciones que son fuentes inagotables de enseñanzas. Por esta razón es que desde la organización se impulsa la celebración de lo que llamamos el «Octubre Rojo», en donde procuramos dar a conocer a todo el pueblo trabajador la importancia de estas revoluciones para nuestra lucha, pues estos procesos nos mostraron que era posible, que no era ningún sueño utópico, que los explotados y oprimidos pudieron conquistar el poder, dirigir la sociedad y desarrollarla a un avance nunca antes visto en tan poco tiempo.
A pesar de que por diversas razones el capitalismo terminó restaurándose en Rusia y China, y que el Movimiento Comunista Internacional se encuentra sumido en una crisis desde entonces, las revoluciones rusa y china siguen inspirando a todos los obreros y revolucionarios sinceros en el mundo. Por esta razón es que las clases explotadoras de todos los países siguen, mediante sus ideólogos y grandes medios de comunicación, difundiendo mentiras sobre estas experiencias, sobre sus protagonistas y sobre las transformaciones que llevaron a cabo.
Por supuesto, es necesario hacer un balance crítico de ambas revoluciones, ver qué limitaciones tuvieron, qué errores cometieron, qué cosas no pudieron comprender, etc., es decir, reflexionar sobre esos problemas no resueltos de los que nos hablaba Lenin, pero los obreros revolucionarios realizamos ese balance no desde el punto de vista de la burguesía, sino desde nuestro punto de vista de nuestra clase, reconociendo la importancia histórico-universal de ambas revoluciones, asumiendo sus grandes aportes para nuestra lucha revolucionaria del presente. Por eso, campañas políticas como el Octubre Rojo son importantes, pues no solamente combatimos las mentiras que difunde la reacción, sino que nos educa en las grandes enseñanzas de las revoluciones rusa y china, y nos obliga a volver sobre sus problemas no resueltos.
La conmemoración del Octubre Rojo, para nosotros como Unión Obrera Comunista (mlm), también adquiere signo especial, pues en octubre de 1998 circuló por las fábricas y calles del país el primer número de nuestro órgano central que decidimos llamar Revolución Obrera. Entonces, en este octubre de 2024, estamos celebrando los 107 años de la Revolución Socialista en Rusia, los 75 años del triunfo de la Revolución de Nueva Democracia en China y los 26 años de Revolución Obrera. ¡Un Octubre bastante Rojo!
La magna tarea de contar con un propio órgano de información y propaganda no es una decisión fortuita, sino que es parte de esas enseñanzas de carácter universal que nos legaran las revoluciones en Rusia y China, pues para que el pueblo trabajador pueda hacerse con el poder político es necesario que esté organizado en un partido político revolucionario e independiente de los partidos de la burguesía y la pequeña burguesía, y para lograr la concreción de ese partido es necesario contar con una herramienta que contribuya a nuestra formación ideológica, a la educación política, a la denuncia de este sistema capitalista, al desenmascaramiento del oportunismo, así como a la movilización y organización de las fuerzas revolucionarias. Esa es la importancia de un órgano de agitación y propaganda para que cada vez más sectores de la clase obrera y el pueblo oprimido vayan tomando la decisión de sumarse a la construcción del partido de nuestra clase. La restauración del Partido Comunista en Colombia es nuestro propósito y Revolución Obrera nuestra herramienta principal.
Invitamos a toda la clase obrera y al pueblo oprimido, a sus organizaciones, a sumarse a la celebración del Octubre Rojo, a que conozcamos sobre las revoluciones en Rusia y China y que las defendamos de los ataques de las clases dominantes. A cada compañero y compañera que desea luchar por la revolución socialista en Colombia la invitamos a organizarse políticamente en la Unión Obrera Comunista (mlm) y a apoyar su órgano de expresión Revolución Obrera, para avanzar en la construcción del Partido revolucionario necesario para conquistar el poder. Es momento de luchar con firmeza y decisión por el objetivo que nuestros camaradas en Rusia y China se plantearon y que también es el nuestro: ¡El triunfo del Comunismo!