Muérete en casa o Muérete en la Fábrica

Muérete en casa o Muérete en la Fábrica 1

Morir en casa de hambre o morir en la fábrica por contagio. Esas parecieran ser las opciones que se les plantean por estos días a los trabajadores en Colombia. Es difícil saber si regresan o no a las labores y con qué medidas de seguridad, si rebajarán el salario o si quedarán sin trabajo; sobre todo porque las clases dominantes de este país no toman una decisión tan fácil para enfrentar el coronavirus, como es la centralización de todos los recursos para entregarlos a quienes verdaderamente lo necesitan; y decimos fácil, si el Estado fuera dirigido por los obreros y campesinos, pero como se trata precisamente del sistema capitalista en donde está al mando el interés particular y la generación de ganancias, esto no va a suceder, pues como lo decía Marx, el Estado burgués es el administrador de los negocios comunes de los ricos.

Y con la llamada cuarentena inteligente es evidente, pues al reactivar la industria los capitalistas van a seguir ganando a costa del número de contagiados y muertos que va a poner la clase obrera. Esta es una nueva bellaquería del Estado capitalista, pues ir o no a cuarentena inteligente, no son opciones viables para el pueblo, en cualquiera de los dos casos habrá sufrimiento, hambre, gente sin techo y muertes que podrían evitarse.

Durante todo este tiempo el gobierno nacional, con los decretos que ha sacado, no ha hecho sino beneficiar a los ahítos burgueses, entregándoles gigantescos recursos a los bancos y a los grandes capitalistas, permitiéndoles el despido de trabajadores, las licencias no remuneradas, la rebaja del salario; además no ha garantizado el sustento básico para los trabajadores informales y desempleados y ahora les permite a los capitalistas poner a funcionar las fábricas exponiendo a los obreros al contagio y la muerte.

Si están muy urgidos ¿por qué no son ellos los que salen a producir? ¿Por qué no son ellos los que se exponen al virus? Es evidente que estos parásitos necesitan de los trabajadores, que la sociedad no se mueve sin el brazo poderoso del obrero y que las ganancias del capital provienen del trabajo. Y esto es tan así, que en muchas empresas y fábricas no han parado de producir durante el tiempo de cuarentena, incluso en sectores que no eran prioritarios los trabajadores han tenido que laborar y no en las mejores condiciones de salubridad.

Ante el dilema de muérete en casa o muérete en la fábrica, los trabajadores deben exigir las garantías para seguir en la cuarentena con la supervivencia asegurada, que las empresas no rebajen el salario, ni despidan a ningún trabajador, y en los sectores estrictamente necesarios las empresas deben implementar todas las medidas de seguridad en la planta y garantizar el transporte puerta a puerta de los trabajadores; además el Estado debe garantizar el salario mínimo para los trabajadores informales y desempleados durante el tiempo que permanezca la cuarentena.

Igualmente, los trabajadores y el pueblo en general deben exigir la centralización del sistema de salud y que el Estado garantice las suficientes Unidades de Cuidados Intensivos para atender la emergencia del sistema de salud que inevitablemente se va a presentar en los próximos meses.

Así las cosas y sobre todo por estas fechas en que nos acercamos a la conmemoración del Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Obrera, el llamado es a continuar en la lucha con la cabeza en alto, incluso, donde haya condiciones, atreverse a salir el Primero de Mayo, tomando las medidas de seguridad correspondientes, a exigir al régimen echar atrás todas las leyes antiobreras y la implementación de las medidas para atender la pandemia. Esta lucha la debe dar el pueblo porque como ya lo ha demostrado la realidad, este Estado es una dictadura de los ricos y al servicio de los capitalistas de quienes el pueblo trabajador no puede esperar nada bueno.

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