Las empresas Argos, Nutresa, Suramericana, Corbeta y otras donaran 16.000 millones de pesos mediante Pro Antioquia a los hospitales San Vicente de Paúl y Pablo Tobón Uribe en Medellín para comprar equipos de cuidados intensivos ante la inminencia de la crisis hospitalaria por la emergencia del coronavirus, y algunos medios de comunicación han celebrado con bombos y platillos, tomándolo como ejemplo de responsabilidad social con la salud antioqueña.
El Grupo Empresarial Antioqueño se muestra ahora como un benefactor de la sociedad y del pueblo y los medios lo aplauden, pero ocultan que el GEA ha sido parte de quienes han arrasado con el sistema de salud del país. No es gratuito que sea dueño de Salud Total, una de las EPS que obtuvo cuantiosas ganancias del remate de las edificaciones e infraestructura de lo que fue el sistema público de salud.
La solidaridad de estos capitalistas es hipócrita, pues el hecho de que no existan los equipos y camas necesarios obedece a que entre los monopolios locales e internacionales han destruido la red hospitalaria pública para el enriquecimiento de las EPS y el capital financiero. La solidaridad en palabras de la burguesía en realidad es inversión para seguir sacando ganancias y provecho en medio de la tragedia que significa la emergencia del coronavirus.
Han sido las masas trabajadoras quienes han realizado muestras de un auténtico espíritu solidario; en la universidad de Antioquia los jóvenes, hace unos días tildados de vándalos por esos mismos medios de comunicación, construyeron un prototipo de respirador artificial que se puede producir masivamente en el país para ampliar las posibilidades de respuesta de las Unidades de Cuidados Intensivos. Esta iniciativa solidaria y generosa de verdad ha sido silenciada porque a los capitalistas solo les interesa la ganancia.
Además, ante la inoperancia del Estado han surgido entre las masas iniciativas valiosas como los grupos de apoyo a los ancianos, los grupos de recolección de ayuda para los trabajadores informales que quedan sin trabajo durante el periodo de cuarentena obligatorio y el personal de apoyo voluntario para el sistema sanitario.
Es ofensivo que los burgueses en Colombia hablen de solidaridad ahora cuando no hicieron nada para prevenir la expansión del coronavirus, ni tomaron medidas como ordenar suministros médicos por adelantado antes que llegue el pico del brote y adecuando los hospitales para atender la emergencia que se va a presentar, porque su único interés es la ganancia que ocasiona tanta discriminación y miseria en este sistema capitalista.
Los empresarios del GEA no merecen los aplausos que hoy les brinda la prensa a su servicio, sino la denuncia y el repudio de las masas trabajadoras, dado que su actuación ha sido criminal, pues han sido los autores intelectuales o partícipes de los paseos de la muerte que tantas vidas humildes han costado en el país, y son los responsables de las precarias condiciones en que se encuentra el sistema de salud ante la emergencia sanitaria del coronavirus que pone en evidencia la incapacidad de la burguesía para dirigir la sociedad.
El pueblo debe exigir de inmediato la centralización del sistema de salud bajo la administración del Estado y garantizar la atención el cubrimiento total y gratuito a todas las personas; que los capitalistas paguen por sus crímenes al haber convertido la salud en un negocio.