Este año se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Ignacio Torres Giraldo y los académicos, la pequeña burguesía y el oportunismo tratarán de mostrar al periodista, al escritor, al sindicalista, pero soslayarán al tribuno popular, al intelectual obrero, al dirigente político del proletariado, correspondiéndoles a los obreros revolucionarios rescatar su obra y contribuciones, porque Torres Giraldo vivió al servicio de la emancipación de los trabajadores.
Muchas fueron las enseñanzas de este jefe del proletariado. Ignacio Torres Giraldo, quien desde muy joven dedicó su vida a luchar por una sociedad distinta en Colombia, nació en Filandia, Quindío, en marzo de 1893 y murió en Cali el 15 de noviembre de 1968. Gracias a la influencia de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, empezó su vida como organizador, agitador, periodista y jefe político de la naciente clase obrera en Colombia.
Junto con María Cano y Raúl Eduardo Mahecha, dirigió importantes huelgas y luchas en el país, tales como la Huelga de los Obreros Bananeros en 1928; siempre preocupado por la dirección del movimiento y la difusión de las ideas, fundó y participó en diversos periódicos entre los que se destacan El Martillo, La Humanidad y Tierra.
Su activismo dentro del movimiento de masas, le llevó a sufrir no pocas detenciones y tiempo en prisión, al ser considerado un peligro por parte del Estado de los ricos. Aun así, mantuvo su lucha llevando las ideas del socialismo a las masas y dirigiendo la embrionaria actividad revolucionaria de los trabajadores colombianos.
Así mismo, fue partícipe en la fundación de la Confederación Obrera Nacional (CON), del Partido Socialista Revolucionario (el cual surgió en el tercer congreso de la CON), y en la creación del Partido Comunista de Colombia, del que fue secretario general entre 1934 y 1938. Como secretario general participó en el IV Congreso de la Internacional Sindical Roja, así como del Secretariado Latinoamericano de la Internacional Comunista. Luego de que Augusto Durán llegara a la dirección del partido, se produce en 1942 la expulsión de Ignacio Torres Giraldo, como represalia por su lucha contra las posturas revisionistas de Durán.
En toda su vida dedicada a las luchas de los desposeídos, fue un hombre con la entereza de hacer una autocrítica profunda, acerca de los errores cometidos en la dirección de diferentes luchas y en general del naciente movimiento obrero en Colombia. Con sinceridad reconoció como incorrecto el atribuir los errores cometido a la falta de experiencia y al poco estudio de la ciencia y, aunque sabemos que ello definitivamente pesó, Ignacio Torres Giraldo explica que lo fundamental fue el hecho de no consolidar un partido que representara realmente los intereses del proletariado, el Partido Socialista Revolucionario fue un partido imbuido de ideas burguesas y aliado con esa clase enemiga del proletariado y el campesinado.
Esos errores, se exponen en el documento «Liquidando el pasado» escrito en marzo de 1931; documento que en una próxima entrega publicaremos completo, pues hace parte del arsenal que nuestros luchadores han dejado a las nuevas generaciones de sepultureros del capitalismo; este escrito, junto con sus demás obras entre las que se destaca «Los Inconformes», su ejemplo de lucha y su moral comunista dan cuenta de que Ignacio Torres Giraldo, sirvió al proletariado sin reservas y por eso vivirá para siempre entre nosotros, los continuadores de su obra.