URIBE – SANTOS Y LA LUCHA POR EL BOTÍN DE LA GUERRA

Uribesantos

Uribe y Santos representan a la clase minoritaria, parásita y corrupta de la sociedad, a la burguesía. Siendo la población actual del país 48 millones de habitantes, el 53 por ciento de la tierra aprovechable está en manos de 2.300 personas, y el 58 por ciento de los depósitos bancarios está en manos de 2.681 clientes. A estos parásitos dueños de la tierra y del capital son a quienes representan Santos y Uribe en la disputa por el control del poder político y por el botín de la guerra contra el pueblo.

Los expropiadores están unidos firmemente en el interés de la legalización del despojo de 10 millones de hectáreas que es el botín de esta guerra, arrebatadas a 7 millones de campesinos. Sus divergencias son por la porción que les será titulada a los paramilitares y mafiosos, quienes con sus escuadrones de la muerte ejecutaron a más de 3500 personas para apoderarse de la renta que producen los millones de hectáreas de tierra por todo el país. Ellos a través de Uribe reclaman esta tajada de la torta.

Por lo anterior el proceso de paz con las guerrillas avanza, con las quejas del uribismo; pero pase lo que pase, es un hecho que tras el acuerdo, el pueblo quedará más miserable, las mejores tierras quedarán en manos de unos pocos saqueadores, se incrementará la explotación del trabajo asalariado y la devastación de la naturaleza.

Los burgueses, terratenientes e imperialistas respaldan a Santos porque de él es de donde más están ganando ahora para sus negocios, así salga perjudicada la facción mafiosa y paramilitar que también fue respaldada en su momento, y de la cual ganaron al máximo, pero que hoy tratan de aislar en la competencia por el botín de la guerra.

Pero Uribe y Santos en esencia son lo mismo a pesar de su división. Ambos han contribuido al desplazamiento de millones, uno como representante directo del paramilitarismo en la gobernación de Antioquia y en la Presidencia y otro como parte de los recientes gobiernos reaccionarios y jefe de los crimines de Estado llamados “falsos positivos”.

Ni el interés del presidente ni del expresidente es el de la mayoría despojada y trabajadora. Son dos facciones igualmente explotadoras, beneficiarias de la guerra, reaccionarias y representantes de la podredumbre burguesa general. Los señores capitalistas que patrocinaron la matanza, son parte de una clase egoísta, avara, maldadosa y descompuesta.

El pueblo debe unirse entre sí, contra la burguesía y sus representantes; debe tomar la iniciativa en su lucha contra el poder del capital, no ir tras de sus verdugos, como quiere el reformismo y el oportunismo, que acuden tras sus amos explotadores, como lo hicieron en las pasadas elecciones presidenciales cuando filaron abiertamente del lado de Santos, según ellos porque es menos malo que Uribe.

Las divergencias entre Santos y Uribe, son contradicciones en el seno de los reaccionarios, y las masas no pueden ni deben tomar partido por ninguno de estos bandos, como tampoco debe esperar nada del proceso de paz con las guerrillas, pues allí no se discuten los intereses de los trabajadores. El pueblo rechaza la guerra reaccionaria, la descomposición del Estado, el gobierno antiobrero y el cavernario uribismo, pero necesita desarrollar su lucha de manera independiente y revolucionaria para que ésta sirva a la revolución socialista, único camino que cambiará de raíz su situación.

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